Soltar la lengua

Carlos Rodriguez San Martín
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soltar la lengua

Entre los filósofos griegos había la costumbre de escuchar, meditar (filosofar) y establecer diálogos profundos sobre las esferas terrenales y lo que nos espera del más allá. Si la política en si es borrascosa, el periodismo no tendría que serlo; o, como en la antigua Grecia, no comenzar por los detalles, sino, por lo menos, con una idea de la totalidad.

En los últimos días declaraciones sobre los resultados del censo extrapolaron opiniones de las autoridades nacionales defendiendo los resultados de manera que podría levantar sospechas o, del por qué presumiblemente desaparecieron poco más de un millón de bolivianos del registro censal; el ministro de Gobierno, de por sí un actor polémico, se atrevió a dar por hecho que uno de los motivos del resultado es que muchos jóvenes han decidido no formar familia.

Eduardo del Castillo lanza pruebas de habilidades en red por premios dinero en efectivo y en especie: celulares, laptops o PlayStation´s. Papel que echa raíces ante la alarmante inoperancia censal y el Show Biz, alentado por el Estado, mientras otras áreas del conocimiento permanecen huecas por la estridencia del espectáculo.

¡Toda la atención a los marcadores de Google!

Entonces, el ministro, que no dudamos obtiene información privilegiada sobre la realidad que rodea el entorno, enfoca su mira dirigida a una persona en particular: la diputada Nayar, de no ser madre.

Esta es una evidencia que no necesita ser probada para saberse; del dato, que no deja de ser cierto, el ministro, que al plantear la realidad no cometió obscenidad, injuria, menos delito, fue tachado de “ignorante”; atacado violentamente por la asambleísta, lo llama “misógino”.

El Fedón de Platón en el que, en medio de los incidentes de un argumento principal, se proponen, discuten y resuelven problemas complejos que interesan a la psicología, a la moral, a la metafísica; obra en la que están refundidos tres objetivos muy diferentes: el relato histórico, la discusión y el mito.

La política, fija y define espacios de discusión sobre temas de interés para elaborar políticas públicas, aplicadas a la nobleza del espíritu; centinela que consensúa la función de las relaciones humanas, en una democracia deseable. Es de lamentar el nivel de debate de la ALP.

El caso (no el Censo) de la preferencia de evitar formar familia, amerita una profunda discusión porque no es poca cosa dejar de traer hijos al mundo.

Como si eso fuera poco algún periodismo, que bien refleja la polémica como parte de su labor informativa, vierte amenazas (literal), de dónde provenía si no de una mujer (madre) que él sabía quién era (amenaza) y pulsa calificativos soeces, torpes, que enraízan la oscuridad (no proponen) la discusión en sentido opuesto (que debería ser común).

El caso (no el Censo) refleja del porqué la crisis del argumento central.