El republicano gana con claridad a Kamala Harris y volverá a la Casa Blanca después de una tormentosa salida.
Ni las predicciones del gurú de las encuestas Nate Silver que había señalado una apretada victoria de Harris sobre Trump, que según él era como tirar una moneda al aire que acababa con algo menos de 0,15 ctvs de diferencia (uso la comparación figurativa) han podido interponerse en el camino del candidato republicano que alcanzó una contundente victoria de retorno a la Casa Blanca, luego de unas elecciones (las de 2020) en las que los simpatizantes MAGA tomaron el corazón de la democracia estadounidense, el Capitolio denunciando fraude que le privaba al republicano su reelección.
Durante estos cuatro años de presidencia del demócrata Joe Biden, se desató una implacable persecución judicial contra Trump que respondió 32 procesos, algunos penales, fue prontuariado y pasó un par de horas detenido; incluso así siguió sin rendirse en la pelea por volver a la presidencia. Varias veces había indicado que los Estados Unidos se había envuelto en la guerra en Ucrania sin sentido y que de llegar a la Casa Blanca examinaría su permanencia en la OTAN y que pondría fin a la guerra, preciando amistad con el presidente ruso Vladimir Putin.
En la recta final de la campaña a la presidencia (que los medios tradicionales daban por victoriosa a Harris) se lo acusó de ser un segundo Hitler, se puso en duda su salud mental y hasta muchos reconocidos analistas dijeron que Trump llevaría al país al fracaso económico y que había que pensar dos veces antes de votar en él. El coro contra Trump estaba integrado por sus adversarios políticos, los esposos Clinton y los Obama, George Soros y una decena de artistas de Hollywood que se sumaron a la campaña demócrata incitando malestar y arrepentimiento al electorado, Harris pidió dar vuelta la página negra de la historia norteamericana de los cuatro años de su presidencia (2016-2020)
El republicano se ha mostrado inmune a los escándalos y a las denuncias y se convierte en el primer delincuente convicto, elegido presidente. Hay aun quienes esta mañana seguirán pensando que el 47avo presidente de los Estados Unidos supone todo un terremoto para el futuro del país y para el mundo.
“Hemos logrado una victoria que nuestro país no había visto nunca”, dijo a la hora del festejo en su mansión de Mar a Lago en Florida (intervenida por agentes del FBI para recuperar documentos que contenían secretos de Estado que a la larga se convirtió en uno de los juicios que respondió en estos últimos cuatro años).
Celebró su triunfo junto a su esposa Melania, su vicepresidente James David Vance y, por supuesto, agradeció al multimillonario Elon Musk que apostó toda su artillería en el republicano. Y claro pronunció su lema que se ha hecho histórico: “Hacer grande a los Estados Unidos de nuevo”.