En tiempo récord el presidente Morales ha anunciado que Ilo comenzará a recibir conteiners de carga bolivianos que le permita una salida de productos de exportación al Océano Pacífico. El mandatario celebra y dice que es una buena noticia para los empresarios exportadores. La posición del primer mandatario no parece creíble del todo debido a la capacidad que ha tenido de generar un sentimiento nacionalista respecto a la causa marítima y el reciente resultado del juicio en La Haya. El tiempo parece muy corto para sanar las heridas que dejó este asunto en el sentir del pueblo; sin embargo el presidente Morales, al que le gusta imaginar nuevos horizontes, aplica la regla y abre nuevas probabilidades en un terreno que ha resultado resbaladizo. El golpe que el primer mandatario le quiere dar al tema de nuestro enclaustramiento marítimo, es criticado por la mayoría, pero a pesar de esto Evo se resiste y quiere dar pelea. No parece una tarea fácil. En los momentos difíciles muchos de los más cercanos colaboradores saltan del barco; por eso, la declaración optimista sobre los conteiners de carga boliviana por Ilo, encierra dudas respecto a las disparidades.
Evo se mueve en una línea delgada tratando de avanzar. Los acuerdos bilaterales con la hermana República de Perú avanzan; comisiones de alto nivel se reúnen y discuten varios proyectos de integración entre los que se encuentra Ilo. Un poco antes de la resolución en el enérgico fallo tribunal de La Haya contra Bolivia, más concretamente el pasado 7 de septiembre en ocasión de la fiesta nacional de Brasil, su embajador señaló el interés de la potencia brasileña en el Corredor Bioceánico, como una alternativa para la integración de los pueblos sin salida soberana sobre los mares.
Todos esperan que estas legítimas aspiraciones puedan cumplirse esta vez, aunque mucho dependerá de cómo se mueva la política exterior del Gobierno del MAS, un punto clave para trazar estas metas.