Bancada de UD se desarma en su último año de mandato

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Foto: El Deber

Dicen que las grietas no son nuevas, que comenzaron al día siguiente de la elección de 2014, pero que el año electoral las ha vuelto más visibles. Según a quién se le pregunte, la bancada de Unidad Demócratas es un rompecabezas de hasta seis bloques y cada semana surge una nueva disputa. A mediados de enero, María Calcina denunciaba a Gonzalo Barrientos por una supuesta extorsión, que negó el potosino. Luego, la diputada Fernanda San Matín aseguró que la candidatura presidencial de Óscar Ortiz fue impuesta “entre gallos y medianoche” y que de “Demócratas solo les queda el nombre”, porque “no hay democracia interna”.

Uno de los que se ha alejado de la coordinación con los Demócratas es Luis Felipe Dorado, diputado uninominal. Según él, hoy la bancada tiene dos jefas de bancada que se disputan el cargo según cuál tiene las firmas. Asegura que se ha visto cuoteo de pegas dentro de la Asamblea Legislativa y cree que esta situación se da porque el MAS tiene la capacidad de comprar conciencias “para contentar a los afines a ellos”. Eso, según explica, se da con cargos y espacios en la gestión de la Asamblea Legislativa. Dorado apunta a Érick Morón, emenerrista elegido bajo la bandera de UD, que fue reelegido ayer vicepresidente de la Brigada Parlamentaria Cruceña.

Morón asegura que tiene su propia bancada, integrada por nueve diputados emenerristas y que el único cargo que tiene es la vicepresidencia de la Brigada, mientras que Demócratas ha tenido dos veces la vicepresidencia de Diputados, que es el cargo más alto al que puede acceder un opositor.

Morón dice que la UD se murió al otro día de la elección de 2014, que las primeras fisuras importantes se notaron en las elecciones subnacionales de 2015, cuando cada partido integrante de la unidad se fue por su lado. Explica que lo que pasa este año es que se nota más porque hay una ruptura total entre Rubén Costas y Samuel Doria Medina y es un año electoral.

Costas y Doria Medina rompieron a principios de diciembre, cuando se definía la cabeza de la alianza (Bolivia Dice No) para las primarias. Doria Medina decidió bajarse y Óscar Ortiz fue anotado in extremis.

Para Morón, esto también modificó la ‘cartografía’ de UD. Ahora asegura que Demócratas está dividido en el bloque oriental, que responden a Costas, el bloque occidental en el que identifica a San Martín, Jimena Costas y otro, mientras que el bloque Sur está integrado por los cochabambinos y tarijeños. UN tampoco salió ileso: dice que hay dos bloques, uno formado por Shriley Franco y Arturo Murillo y el otro encabezado por María Calcina. A eso le suma su bloque, conformado por nueve diputados rosados.

Jimena Costa ve más subdivisiones. Señala que el bloque cruceño se divide entre los que responden a Rubén y los que siguen la línea de Óscar, que los pandinos deben su lealtad a Leopoldo Fernández y que Barrientos lidera el bloque del Movimiento Originario Popular de Potosí. Barrientos no quiere opinar demasiado sobre el tema. Asegura que siempre se ha trabajado en bancada, aunque admitió que “hay unos que asisten y otros que no”.

Para Costa, que se declara como una de las pocas sobrevivientes del fallido Frente Amplio de 2014, las fisuras las provocan dos concepciones de la política que se contraponen dentro de UD: la de los nuevos políticos y la de los que llevan 10 o 15 años ya en el tema. Explica que los ‘más tradicionales’ son hombres, mayores, blancos mestizos y quieren tomar decisiones sin consultar a la bancada, a los militantes o a los dirigentes. “No les gusta que las mujeres opinen”, dice y asegura que el de San Martín no es el único caso. No aceptan la disidencia interna y se vuelven idéntico al MAS: cuando alguien disiente lo identifican como librepensante y lo expulsan. La participación de las mujeres incomoda a algunos. Hay hombres que la festejan y se suman, pero otros las utilizan y hacen que otra mujer conteste denuncias por ellos para no parecer machistas”, dijo.

Para ella, politóloga de profesión, el problema no es solo de UD, sino de todas las alianzas que la precedieron. Dice que nacieron a última hora y solo para una elección. Espera que ahora, con la larga carrera electoral que queda hasta octubre, se produzcan bancadas más sólidas.

 

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