Bolsonaro: “Lula tiene una enorme capacidad de mentir sin ponerse rojo”

El presidente Jair Bolsonaro (41% de los votos) conversó con la revista Veja. Estas son las partes más sobresalientes de la entrevista en las que hace mea culpa de sus polémicas con las mujeres y esboza la estrategia para el ballotage que se realizará el 30 de octubre.

Jair Bolsonaro habló sobre su Gobierno y el momento actual de la campaña. Animado por la votación en la primera vuelta y las alianzas que acababa de cerrar con nuevos aliados, como el gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, el presidente dijo que pretende utilizar en la segunda vuelta -en mayor escala- algunos de los activos que tiene que ya los ha mostrado en la campaña, como la mejora de los indicadores económicos, las promesas de continuidad con las políticas liberales (“vamos a impulsar más privatizaciones”, afirma) y, sobre todo, el énfasis en comparar su Gobierno con el del rival Lula (el expresidente que alcanzó el 48% de los votos). “Simplemente vamos a demostrar que lo hicimos mucho mejor que él”, declaró. Luego aseguró que mantendría el nivel del debate. “No me pondré serio”, asegura.

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En cierto momento de la conversación, hizo un mea culpa de las polémicas con las mujeres: “Me equivoqué”, dijo, refiriéndose a una disputa en el Congreso en 2014, en la que dijo que no violaría a la congresista María do Rosario solo porque era fea. Bolsonaro también recordó otro episodio que generó revuelo en las redes sociales, cuando declaró que, después del cuarto hijos hombres, la menor nace de una “fraquejada” (modismo que se puede entender en traducción libre como ´debilidad´). “Son bromas que extrapolamos y lamentamos”, dijo. En otro momento de la entrevista, también se emocionó al hablar de políticas de apoyo para reducir el drama de trabajadores como las “marisqueras”, que se ganan la vida en condiciones insalubres en los manglares, uno de los ejemplos que le gusta citar para quejarse de que sería injusto el rótulo de “misógino”, que se le suele dar.

Al mismo tiempo, sin embargo, a pesar del esfuerzo por ser más equilibrado y no perder la línea, siempre que lo provocaban ataca no solo a Lula (“tiene una enorme capacidad para mentir sin ponerse rojo”, dice del expresidente del PT).

En esa misma línea de ataque no guarda compostura cuando habla del ministro del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, sin dejar de lado las viejas teorías de la conspiración, que van desde la amenaza del regreso del comunismo hasta las supuestas vulnerabilidades de las máquinas de votación electrónica. “No podemos, como siempre he dicho, terminar las elecciones con el manto de desconfianza. Lo ideal era tener el voto impreso. Desafortunadamente, no fue posible. Existe la sensación de la opinión pública de que algo andaba mal. Tiene ese sentimiento. Siempre estoy preocupado”.

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