Al menos cinco contradicciones se han generado después de la denuncia de presunto tráfico de influencias, fruto de la relación sentimental que hubo entre Gabriela Zapata, gerente comercial de la empresa china CAMC Engineering Co Ltd. Bolivia, y el presidente del Estado, Evo Morales.
La denuncia fue realizada la anterior semana por el periodista Carlos Valverde.
Días después, el gobernante salió a declarar y ratificó la relación sentimental que tuvo con Zapata, calificada como “empresaria” y “abogada”; además, confirmó que hubo un hijo nacido en 2007, quien según Morales falleció; dijo que luego perdió contacto con la ejecutiva de CAMC.
Sin embargo, fotografías del Ministerio de Comunicación del Carnaval 2015, en Oruro, muestran todo lo contrario.
Para explicar esas imágenes, Morales dijo en la radio Kausachun Coca que todo fue “casual”, porque se tomó fotos con muchas personas. La frase “cara conocida”, vertida por Morales, saturó las redes sociales y la campaña.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo que Zapata llegó a CAMC en noviembre de 2013, pero el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, afirmó que la ejecutiva fue contratada en 2015.
Zapata siempre se mostró como profesional en Derecho, pero no se encontró registro alguno con su nombre en el Colegio de Abogados. La ejecutiva dijo a El Deber que tiene título y que es egresada de Derecho.
Evasión de preguntas “clave”
Desde que se destapó el escándalo, tanto Morales como Zapata han evitado responder de manera directa a las preguntas más importantes para entender mejor este caso.
Consultada sobre el presunto deceso del menor, Zapata dijo “sólo me corresponde a mí mi vida privada, únicamente a mí, a mi persona, nadie tiene por qué exponer mi vida, vulnerarla, eso solamente me incumbe a mí”, afirmó a la red Uno.
En una anterior entrevista, la televisora internacional CNN consultó a Morales sobre la cantidad de hijos que tenía y la autoridad respondió que “todos están estudiando”, sin mencionar número alguno.
Las preguntas sobre por qué se frenó el cobro de las boletas de garantía de la CAMC, por qué dicha empresa china se adjudicó al menos siete proyectos de diferente índole, cuando la especialidad del consorcio es traer maquinaria agrícola, o si hubo o no tráfico de influencias son interrogantes que de momento se quedaron sin respuesta.