Coraite revela que Gobierno ejerce control en dirigentes
Roberto Coraite, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) en la gestión 2011, reapareció hoy luego de permanecer alejado de la agenda mediática y reveló que hay un control de parte del gobierno sobre las organizaciones sociales.
Señaló que mediante el Viceministerio de Coordinación con los Movimientos Sociales se ejerce el control y alineación de las organizaciones con los intereses del gobierno, y el dirigente que no esté de acuerdo es considerado de la derecha, apartado o es puesto “al hielo”.
Erbol (E): ¿Como exejecutivo de la Confederación de Campesinos está disconforme con lo que está sucediendo en la estructura de esa organización?
Roberto Coraite (RC): Teníamos una gran esperanza, una gran expectativa, frente a un proceso revolucionario por el que muchos hemos entregado nuestras vidas de forma integral en la organización, en la lucha frente a cúpulas, pero pasado un cierto tiempo estamos perdiendo la esperanza porque vemos desvinculada la ejecución de las diferentes políticas de Estado con los principios fundamentales que habíamos anhelado.
E: ¿En su época de dirigente hubo alguna situación que lo incomodó?
RC: Hay un momento para callar como se dice en los términos bíblicos y también hay tiempo de hablar, yo creo que ya estamos en el tiempo de hablar las verdades.
Hubo un momento en que los dirigentes tuvimos que soportar muchas incoherencias al interior de la estructura del MAS o del gobierno porque yo me considero parte del proceso revolucionario, y al interior cuando estuvimos había formas de controlar a los dirigentes, y se lo sigue habiendo (…), yo fui ejecutivo y pasé por todas esas etapas críticas.
Hay otra cúpula superior que es el gabinete que conforma el gobierno, y aquellos también te condicionan para que el comportamiento sea monótono y rutinario, sin que tengas posibilidad de cuestionar, de plantear, de proponer; nosotros habíamos pensado en un gobierno orgánico, es decir, que las bases determinen las cosas que tiene que hacer el gobierno.
Estos son los factores de divergencia, porque cuando nosotros hemos planteado algunas aspiraciones como propuesta de política de Estado que podrían generar muchas alternativas de superación en el tema financiero económico para nuestro sector, estas cosas han sido frustradas de raíz, porque no se si no entiende el gabinete o es que realmente está en contra de esas aspiraciones.
E: ¿Cómo funciona ese control que usted refiere?
RC: Primero, hay un Viceministro de organizaciones sociales que te marca la línea (te dice), ‘tienes que hacer esto’, ‘ésta es la recomendación de nuestro Presidente’, entonces los dirigentes no tenemos opción a debatir, a apelar, porque no tenemos opción a decir, ‘¿Presidente es cierto esto?’, o ‘¿ésta es realmente la línea?’, entonces uno está obligado a cumplir estas cosas o de otro modo ya estas considerado como en la oposición o como comisionista de la derecha (…), entonces te van poniendo al hielo como se dice, de a poco te van aislando, te van controlando, y pasan una instrucción a todo el gabinete para que nadie te de importancia en ninguna propuesta, en ninguna gestión.
E: ¿Ustedes recibían la instrucción y tenían que socializar la misma entre sus bases?
RC: En muchos casos nosotros hemos determinado en ampliados, pero por encima de todos, por sacrificar el esfuerzo del pueblo, por velar la garantía de la actividad de un gobierno que creíamos que era nuestro, hemos tenido que aceptar esas determinaciones de defender un proceso por encima de algunos errores que cometían los ministros porque siempre los errores del gabinete tenían que cargárnoslo a las organizaciones sociales para defender aquellos errores.
E: ¿Qué instrucciones llamaron más la atención?
RC: Por ejemplo (la instrucción) de la marcha indígena que llegó el 10 de octubre (de 2011) aquí, en aquellos momentos nosotros tuvimos que enfrentarnos con nuestros hermanos simplemente por defender una línea que en alguna medida tenía razón, pero el fondo del tema no era ese sino que era defender la estabilidad de nuestro gobierno, esa era la misión.
En esos momentos casi todos los días teníamos reunión con los ministros, pero en varias oportunidades hemos cuestionado algunas determinaciones, porque ellos han generado este conflicto, pero de todos modos teníamos que acatar una misión que nosotros mismos habíamos asumido para consolidar este proceso.
E: ¿Se comunicó con ustedes Sacha Llorenti, les habló que iba haber una intervención en Chaparina?
RC: No, nada de eso.
E: ¿Sacha Llorenti se comunicaba con ustedes en ese tiempo?
RC: No, absolutamente nada. Yo recuerdo que en una oportunidad, cuando él era Ministro de Gobierno, en 2010 creo, cuando hubo los 19 días de paro en Potosí, yo visité al Ministro en su despacho. Él me convocó y me dijo: ‘compañero, hablaremos’. Entré a su despacho y él estaba mirando una película cuando en esos momentos el departamento de Potosí estaba en un conflicto. Me extrañó porque cómo un ministro con tanta tranquilidad podía estar mirando una película cuando un departamento y un sector estaba en conflicto con su gobierno.
Conversamos. Le dije: ‘compañero estoy yendo a Potosí. ‘Ah, bueno, estaremos en contacto entonces’, me respondió.
Yo creí que era una reunión de mucha importancia pero más pasó en un simple saludo y nada más. Entonces entendemos que hay algunos ministros que poco o nada les importa las cosas que suceden en el momento de los conflictos.
E: ¿Esta lógica aplicada en la confederación de campesinos, fue similar en otras organizaciones como la COB?
RC: Siempre hay una forma de incidir en todas las organizaciones que tengan base social para garantizar la estabilidad del gobierno. Cuando se elige a Juan Carlos Trujillo yo fui tres días antes para hablar con algunas organizaciones que en aquel entonces pertenecían a la Conalcam (Coordinadora Nacional por el Cambio), porque nosotros hemos dicho que tiene que salir un compañero afín a este proceso, o al gobierno, entonces en ese nivel hemos trabajado y creo que ha resultado el trabajo, pero finalmente cuando vemos en cierto tiempo que se revierten las actuaciones de las diferentes instituciones, como llamados defensores de la clase obrera, no nos sentimos tan bien, nos sentimos decepcionados, pero ahí está, esa es la forma de incidir en las diferentes instituciones.