El estado de sitio para frenar la pandemia

El Gobierno estudiaba hasta el cierre de esta edición digital la pertinencia de declarar estado de sitio en vista de la desobediencia a la cuarentena en varias zonas comerciales de las principales ciudades del país. En sus intentos desesperados para que la gente no salga las autoridades de los servicios de salud “imploraron” a la población a permanecer en sus casas y salir solo en casos de necesidad extrema. Hasta la fecha Bolivia es uno de los países de la región con menos índices de muertos e infectados. Los especialistas indicaron que probablemente este hecho tenga estricta relación con la densidad demográfica en los centros urbanos más poblados de la región y la cantidad del flujo migratorio comparado con las principales capitales de América latina.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, que arrastra una crisis social desde septiembre de 2019 con protestas callejeras violentas contra su Gobierno fue el primero en decretar el estado de sitio como ya es costumbre en ese país de tradición represiva tras más de dos décadas de dictadura militar.

El presidente de Argentina Alberto Fernández desestimó asumir una medida de esta naturaleza aunque en diálogo con algunos medios de comunicación justificó la necesidad de la cuarentena obligatoria. “Si el dilema es la economía o la vida”, él “elige la vida”, y que una vez que “la crisis sanitaria pase” verá “cómo ordenar la economía”. La presidenta Añez prefirió no mencionar el tema aunque se sabe que la línea dura de su esquema se inclina por medidas radicales para frenar la desobediencia en algunas zonas a medida que avanza la emergencia de salud.