“Evo asume el tema del mar como política de Estado”

Por Redacción dat0s (Edición mayo 2014).
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Carlos Mesa, demanda marítima

Hace 10 años Carlos Mesa aceptaba integrar el equipo del mar del Gobierno de Evo.

El expresidente Carlos Mesa Gisbert (2003 – 2005), tuvo que dar explicaciones a una masiva concurrencia de periodistas que se dieron cita en las oficinas de su Fundación Comunidad la mañana del martes 29, para explicar los motivos por los que aceptó conformar el equipo boliviano que trabajará la segunda y definitiva parte de la estrategia marítima boliviana, en el juicio contra Chile, planteado en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Ante todo, el exmandatario ponderó el esfuerzo del presidente Morales en torno al tema y dijo que aceptó la invitación porque Evo asume la causa como política de Estado; lo que no significa que el nombramiento altere sus posiciones políticas. Rodeado de cámaras y micrófonos en tono elocuente, dijo que aceptó el reto por “mi vocación tanto como periodista como cuando fui presidente con los elementos que le dan fortaleza a la reivindicación boliviana”.

 La Cumbre de Monterrey (2004)

Durante su mandato presidencial, Carlos Mesa extrapoló el escenario de la mediterraneidad boliviana jugando un papel impiadoso contra Chile. En la Cumbre de Monterrey de 2004, ante cientos de presidentes de todas partes del mundo, levantó la voz de condena por la negativa del vecino a tratar el enclaustramiento marítimo en el plano multilateral. En esa ocasión, el mandatario boliviano tonó la palabra para hablar del mar ante la mirada atónita del entonces presidente chileno Ricardo Lagos. Enfrentándolo a los ojos, Mesa le dijo que “entre los dos países hay paz, pero no amistad” y cuestionó la intransigencia de Chile a debatir una salida soberana de Bolivia al Pacífico.

“Mi acción en Monterrey buscó reposicionar la causa boliviana en un escenario multilateral, ese cruce de palabras con el presidente Lagos buscó continuar algo que creo; independientemente de mi posición al Gobierno y sin pensar en absoluto en una circunstancia como esta, que es por cierto ad honorem, yo he sido muy claro en apoyar el juicio en La Haya porque me parece que es un paso correcto, un paso inteligente y adecuado que dio el Gobierno del presidente Morales el año 2011”.

El expresidente explicó que su trabajo consistirá en mantener una relación de coordinación con la Cancillería, con el agente y ex presidente Rodriguez Veltzé, a través del soporte logístico de la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar). “Requeriré el apoyo de dos o tres funcionarios que trabajen conmigo para la organización de viajes, la estructuración de la agenda y la preparación de documentos. Es ahí donde habrá un respaldo del Estado y probablemente habrá funcionarios que formen parte del equipo de apoyo en las tareas que debo llevar adelante”, señaló el expresidente en un edificio de la zona Sur de La Paz donde tiene sus oficinas.

Especulación y aclaración

Días antes de su nombramiento, medios de Chile especularon que Carlos Mesa sería el nuevo embajador de Bolivia en Perú. Él mismo se encargó de desmentir el trascendido. Dijo que no era cierto; pero a esas alturas era evidente que el Gobierno había adelantado negociaciones con el exmandatario para integrarlo a su equipo de negociadores por la causa boliviana. Mesa aclaró que su labor estará enmarcada en las funciones que se le ha encomendado no como funcionario de la administración estatal.

“En la medida que no estoy ocupando un cargo de embajador, mi tarea tiene características especiales que requieren de un soporte y es ahí donde recibiré asistencia operativa”. Dijo que su papel reforzará los argumentos políticos de la causa ante la comunidad internacional. A pesar de que el ex presidente había mantenido en los últimos meses una relación cordial con la actual administración, aclaró que su nombramiento no condiciona sus puntos de vista políticos. Sin pensarlo dos veces, destacó la actitud “elogiable del presidente Morales, que está asumiendo la causa marítima boliviana como una política de Estado”.

En esa misma línea, ponderó el acercamiento con los nueve gobernadores departamentales, jefes políticos de oposición con representación parlamentaria y las reuniones de evaluación que Morales sostiene periódicamente con expresidentes y excancilleres, para informarles respecto al curso de la demanda. Sobre la politización del tema en medio de un clima electoral, dijo que “el país está demostrando una gran madurez; y eso es lo que debe ocurrir, que ni el presidente Morales utilice el tema del mar a favor de sus aspiraciones electorales ni la oposición en sus aspiraciones presidenciales. Tenemos que entender que este es un asunto de Estado en el que mi compromiso es absoluto e inequívoco, pero mis condiciones personales, que no viene al caso mencionarlas en este momento, no las haré públicas por respeto a las responsabilidades que me ha encomendado el presidente”.

Compromisos de Chile

Mesa expuso la naturaleza de los motivos por los que definió apoyar la nueva estrategia marítima. “En 1895 Chile reconoció que Bolivia requería un acceso libre y soberano al mar y a partir de esa fecha hasta hoy, esa ha sido una constante que tuvo su punto culminante en 1975; ese compromiso unilateral y voluntario desde la óptica boliviana plantea una exigencia jurídica que Bolivia puede demandar”. De acuerdo al criterio del exmandatario, esa será la base del planteamiento que sustenta la demanda para que Chile se siente a negociar. “Esa base hay que explicarla en detalle; la comunidad internacional tiene que entender cómo se produjo la guerra, quién provocó la guerra, quién es el invasor, sobre qué argumentos estaba planteada esa invasión y la serie muy larga de compromisos que Chile asumió con Bolivia de otorgarle después del tratado de 1904 una salida útil y soberana al Pacífico”. Una vez más, enmarcado en la estrategia oficial, Carlos Mesa destacó la vocación pacífica de la demanda. “El juicio no busca agresividad, lo que está tratando es obligar a Chile a sentarse a negociar para encontrar una solución”.

 

edición 166 mayo 2014, revista dat0sEste artículo fue publicado en la edición Nro. 166 de mayo de 2014  y forma parte de nuestra Colección

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