Los indicadores de erradicación y reducción voluntaria de cocales disminuyeron desde 2019, el año del proceso de transición política que vivió el país, según el reporte mundial de 2021 publicado en Viena a finales de junio por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
“Tras una disminución del 6% del área cultivada de coca en 2018, en 2019 ésta creció un 10% para llegar a las 25.500 hectáreas”, señala el reporte. Además, precisa que en ese periodo se dejaron de erradicar 2.000 hectáreas de coca por “las tensiones sociopolíticas” del país.
El viceministro de Defensa Social, Jaime Mamani, afirmó que la meta de erradicación era de 11.000 hectáreas y que no se pudo cumplir por la interrupción de esas tareas por efecto del cambio en la administración del Estado.
“Con la llegada del gobierno de facto de Jeanine Áñez, las tareas de erradicación se paralizaron a partir del 12 de noviembre de 2019”, apuntó la autoridad.
“El aumento del área de cultivo de la coca en el Estado Plurinacional de Bolivia se explica por la reducción de las actividades de racionalización y erradicación debido a las tensiones sociopolíticas en el país en 2019. En paralelo, el control ejercido por los cocaleros, que limita el área de cultivo de arbusto de coca a un cato (1.600 m2) por familia, también parece haber disminuido en 2019”, señala, en cambio, el informe internacional.
Ahora, la Unodc prevé actualizar a mediados de este mes los datos de esos cultivos de coca con el informe de monitoreo de 2020. Mamani reveló que ya existe un dato preliminar. De hecho, ese reporte refleja un incremento significativo y que supera en más del 40% al límite legal de las 22.000 hectáreas, que fue establecido en la Ley General de la Coca.
“En su informe preliminar, la Unodc ha indicado que estaríamos en un promedio de las 29.400 hectáreas de plantación de coca”, afirmó el viceministro Mamani.
A inicios del mes de abril, el presidente Luis Arce, durante una visita al Trópico de Cochabamba, anticipó que en el país había 30.000 hectáreas de coca, un incremento que se dio, afirmó, porque la expresidenta Jeanine Áñez “abandonó la política de lucha contra el narcotráfico” basada en la concertación y el respeto a los derechos humanos.