Hacia dónde se dirige Milei

Vergüenza ajena por la falta de un debate que refresque el conocimiento (económico en este caso).

Escucho el debate que suscita el diario Perfil (Buenos Aires, Argentina), en el programa Periodismo Puro que conduce Jorge Fontevecchia, con dos invitados de lujo (economistas) para hablar sobre la economía argentina que ha generado debate mundial. Por un lado, el historiador y profesor de Economía, formado en la Universidad de Chicago, Jerry Della Paolera y, por otro, el economista Carlos Melconian, expresidente del Banco Nación.

Vemos por primera vez o nos enteramos de la existencia de Della Paolera y Melconian, que reflexionan sobre los primeros ocho meses del gobierno de Milei, el plan financiero, el levantamiento del cepo (no el instrumento de tortura usado en la Edad Media, sino el que se usa para señalar las restricciones para la compra de monedas que no sean de curso legal) y las herramientas financieras disponibles. Se trata de un debate amplio que no debería interesarnos a los bolivianos (que se jodan los argentinos), pero la charla es de tan alto nivel, debería importarnos (nos jodemos sin figuras del calibre); debates algo difíciles de comprender, en desuso, claro, en Bolivia deshabituados a conceptos como valor a perpetuidad, tasa de descuento presente, incrementales crecientes o decrecientes que pueden derivar en curvas convexas y no cóncavas, o qué se quiere decir con dolarización endógena y no exógena. Todo eso de lo que tan usualmente delibera Milei.

El que no entienda que se joda, aun sabiéndolo o sospechando que algo no cierra, no se atreve a preguntar (el periodista) porque Milei responde a todo aquello que sienta que lo interpela con agresión y “brutalismo comunicativo, blindándose de esta forma en su esfera de confortabilidad y retroalimentando su fantasía de infalibilidad hasta que un día la realidad tome por acecho su Torre de marfil”.

Esos términos difíciles son el común denominador del debate al cuadrado, hipotenusas y el mundo que dibuja el presidente argentino; “degeneración matemática a la que apela el presidente argentino torturando los números para que su resultado coincida con sus ideas “fue decir que el déficit fiscal era 15% de producto bruto porque 10% de déficit generaban los pasivos remunerados, cuando con solo corregir el balance del Banco Central por inflación como está obligada cualquier empresa, ese déficit sería una mínima parte”.

“Sus curiosos cálculos y fórmulas dejarán de impresionar, como al mago que repite el truco, si en la realidad la economía no logra un nivel de crecimiento que justifique los costos y sacrificios que impuso a la sociedad. De la misma forma que dejarán de tener efecto los trucos de Santiago Caputo (asesor del Libertario), a quien lo han llamado ´el mago del Kremlin´ citando el título del último libro de Giuliano da Empoli. En la ficción el mago del Kremlin es Vadim Baranov, quien antes de convertirse en el asesor más cercano a Putin fue productor de reality shows y director de teatro de vanguardia, encargado de armar la puesta en escena (no hay poder sin pompa) del gobierno ruso y su comunicación.

“En algún momento, los pases de teatro con los que nuestro mago del Kremlin logra entretener a la sociedad y provocar a los medios encandilándonos con lo trivial, que va de Fátima Florez (la modelo ex de Milei) y Yuyito González (la vedette actual de Milei); ese día el mago del Kremlin se convertirá en Rasputín, otra bestia sacrificial para una hoguera que purifique y disculpe a los antiguos creyentes que serán lo más duros con la furia de los conversos.

“Santiago Caputo (vocero de la presidencia) es la persona más nombrada del gabinete, porque Milei tiene mayor preocupación en la gestión de la comunicación que en la gestión del gobierno, los dos meses que llevó reglamentar la ley Bases II contrastan con los reclamos para su pronta aprobación.

“El reconocido economista Ricardo Arriazu, uno de los pocos que siguen mereciendo elogios de Milei, en una conferencia la semana pasada llamó la atención diciendo: “Si el Gobierno devalúa, se acabó el programa, se acabó Milei, se acabó todo”, evidenciando la fragilidad del gobierno sin apoyo parlamentario y sin gobiernos territoriales. Arriazu reclamó más reformas estructurales: ´Ahora se aprobó un pedacito (en referencia a la ley Bases), pero falta mucho; si no se hace esto, no dura, porque van a aparecer los problemas de nuevo´, lo que resulta mucho más difícil con un Congreso que le generó tres derrotas en tres días: jubilaciones, Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con fondos reservados para la SIDE (Secretaria de Inteligencia de Estado) y la Comisión Bicameral de Inteligencia presidida por un opositor; en los primeros dos casos cumpliendo con exceso la cantidad de dos tercios de los votos con los que el Congreso puede hacer caer cualquier veto presidencial y hasta iniciar un proceso de juicio político.

“´Gritas demasiado para tener razón´, escribió Shakespeare. Quizás porque gritaba tanto Javier Milei fue electo presidente por esa misma sociedad que confundió jerga económica con saber y brutalismo comunicativo junto a violencia oral con la seguridad de la razón y la determinación para ejecutarlo. Mientras tanto, el Congreso construyó su propio ´cordón sanitario´ anti extrema derecha similar al que en Francia hicieron los demás partidos con Marine Le Pen”.