Humala: La labor de Felipe González en Venezuela es muy importante

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Foto: Luis Sevillano / El País

Cuando en 2011 el exmilitar Ollanta Humala fue elegido presidente del Perú, hubo dudas acerca de qué rumbo político y económico tomaría el país sudamericano, en especial por la amistad del entonces candidato con el presidente de Venezuela en aquel momento, Hugo Chávez, “de la que siempre me he preciado”, según sus propias palabras. “Pero el Perú y Venezuela son países distintos”, ha explicado en una conversación con el presidente de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, durante la apertura del foro El Perú, en futuro, celebrado este miércoles en Madrid y organizado por EL PAÍS con el patrocinio de Telefónica, Enagás, Repsol, Banco Santander y Ferrovial. “Y creo que hemos tomado el camino correcto”.Para Humala, Venezuela “es un país muy importante para América Latina y nos interesa su futuro. Si no le va bien, puede crear problemas en la región. Hay que ayudar al pueblo venezolano para que resuelva sus problemas, que no se deteriore más el marco institucional democrático, siempre respetando sus decisiones internas”. Al presidente peruano le preocupa la detención de opositores como Leopoldo López o el alcalde de Caracas, Ramiro Ledezma. “Es importante que haya más información y claridad sobre los detenidos”, ha afirmado. “Para eso es muy importante la labor de personalidades como Felipe González”, que acudió al país para ejercer la defensa de ambos acusados, sin éxito.

“Creo que mucho se va a definir con las elecciones legislativas de finales de este año”, ha afirmado el presidente al ser preguntado por Cebrián acerca de sus perspectivas sobre el futuro del país. “Veremos qué es lo que el pueblo venezolano quiere hacer”. Ante el estado de la economía venezolana, Humala ha aportado su propia experiencia y la de los peruanos. “En los años ochenta vivimos una hiperinflación, y eso licua una economía. Hemos vivido la existencia de distintos tipos de cambio, que son una fuente de corrupción. Durante esos años, dos millones de peruanos iniciaron una diáspora por el mundo; y eso no se lo recomendamos a ningún país del mundo”.

La convicción de Humala de que Perú ha tomado el buen camino está refrendada por las cifras: es uno de los países que más crece de la región -un 3,1% para este año, según BBVA Research- el paro es inferior al 5% y la extrema pobreza ha disminuido del 18% a menos del 5% en los últimos 20 años. Esto se ha logrado gracias a una política económica consistente en su responsabilidad fiscal. “En determinadas cosas no hay que tener ideología”, ha explicado Humala. “El manejo responsable y pragmático de la macroeconomía es clave”.

“Donde sí entra la ideología es ver qué hacemos con la renta y el crecimiento, y nosotros apostamos por una política social que nos permite decir que el Perú ha cambiado y que está mejorando”. Ahora, con vistas a una elección presidencial el próximo año en la que la oposición va por delante en las encuestas, la preocupación de Humala es convertir esa política social en una política de Estado. “Sería un gran paso que esas políticas fueran respetadas por todos los peruanos, al igual que lo es la política macroeconómica”, ha hecho votos en las jornadas, que han contado con el apoyo de Albavisión y La República.

Los logros del Gobierno de Humala cobran importancia si se tiene en cuenta la historia del país. “¿En qué momento se jodió el Perú?”, se preguntaba el periodista Zavalita en la novela Conversación en la Catedral, del premio Nobel Mario Vargas Llosa. Durante las últimas décadas del siglo pasado, Perú estuvo inmerso en una espiral de crisis políticas, económicas, sociales y de seguridad que no parecían tener fin. “¿En qué momento se arregló?”, ha preguntado Cebrián a Humala. “Se está arreglando”, ha matizado el presidente. “De la crisis los peruanos sacaron una convicción de cuáles son las cosas que no quiere. No quiere hiperinflación, no quiere dictaduras, y quiere políticas de Estado, como las económicas”.

Hoy en día, Perú presume de su modelo de crecimiento, y hasta asesora a países centroamericanos sobre como ponerlo en marcha. “Nuestra prioridad es la educación. Hemos sido el primer Gobierno en la historia republicana del Perú que ha invertido más de un 3% del PIB en educación”, ha enumerado el presidente. “Hemos desarrollado un programa nacional de becas que ha pasado de cero a 72.000 alumnos en cuatro años. Hemos creado un ministerio del Desarrollo y la Inclusión Social, y hemos llevado la alimentación escolar y un seguro de salud para todos los niños”.

Pero el camino aún no está concluido. “Mi obsesión es la diversificación productiva”, ha explicado Humala. “Tenemos que pasar de una economía de las materias primas a la industrialización. Somos un país bendecido por la naturaleza, pero nos hemos malacostumbrado a vivir de la herencia de la abuelita. Por ejemplo: el 97% de nuestro sector pesquero [uno de los pilares históricos de la economía] es extractivo. Solo el 3% sale de la acuicultura”. Y, además, hay que llevar ese desarrollo a todo el país. “El Estado peruano sufría de soroche [mal de altura]”, ha afirmado el presidente. “Aún tenemos esa mentalidad colonial de centrar el desarrollo en la costa. Estamos cambiando eso. Estamos llevando el Estado a la sierra y a la Amazonia con carreteras, electrificación, saneamiento y cobertura de teléfonos, y para eso contamos con la ayuda de las empresas, entre ellas muchas españolas”.