La conversación grabada entre Dilma y Lula que agrava la crisis política en Brasil

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Foto: AFP

La crisis política brasileña se agravó este miércoles cuando un juez divulgó el contenido de una conversación entre la presidenta Dilma Rousseff y su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.

La charla aumenta las sospechas de algunos sectores de que Lula fue nombrado ministro del gobierno de Rousseff para dificultar que se le detuviera por el caso de corrupción por el que está siendo investigado.

Su publicación hizo que miles de personas se reunieran frente al edificio de presidencia, el Palacio de Planalto, en Brasilia, al grito de: “¡Renuncia, renuncia!”.

En la conversación grabada por la policía y dada a conocer por el juez federal Sergio Moro, Rousseff avisa a Lula de que le había enviado el documento de su designación como ministro para usarlo “en caso de necesidad”.

El diálogo ocurrió este mismo miércoles, día en que el expresidente aceptó ser ministro de la Casa Civil, lo que en otros países se conoce como jefe de gabinete o ministro de la Presidencia.

Medios brasileños, analistas y críticos del gobierno interpretaron que Rousseff había enviado a Lula el acta de su investidura ministerial para que la exhibiera en caso de que fuera emitido un mandato de prisión en su contra y evitara así su arresto.

Lula es investigado por corrupción en la causa de sobornos en la petrolera estatal Petrobras que conduce el juez Moro y enfrenta un pedido de prisión de fiscales de Sao Paulo.

Como ministro sólo podrá ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal, la mayor corte de Brasil.

El exmandatario debe asumir su nuevo cargo este jueves, día en el que se han convocado protestas en las principales ciudades de Brasil.

La conversación entre Rousseff y Lula

-Rousseff: Hola.

-Lula: Hola.

-Rousseff: Lula, déjame decirte una cosa.

-Lula: Dime, querida.

-Rousseff: Lo siguiente, estoy mandando a “Bessias” (sic) junto con el papel para que lo tengamos y solo úsalo en caso de necesidad, que es el acta de investidura.

-Lula: Ah, está bien, está bien.

-Rousseff: Solo eso, espéralo ahí que está en camino.

-Lula: Está bien. Estoy aquí. Lo espero.

-Rousseff: ¿Vale? Chao.

-Lula: Chao querida.

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Contra la Constitución

La Presidencia brasileña reaccionó a la divulgación del diálogo interceptado, calificándola como una “flagrante violación de la ley y la Constitución de la República, cometida por el juez autor de la filtración”.

En un comunicado presidencial se indica que “todas las medidas judiciales y administrativas serán tomadas para la reparación” de esa medida.

En la nota se indica que Rousseff envió a Lula el documento con su nombramiento en caso de que el expresidente estuviera ausente de la ceremonia de su propia designación, prevista para este jueves.

En una conferencia de prensa previa, la presidenta Rousseff había rechazado las afirmaciones de que el nombramiento de Lula fuera para “esconderse” del juez Moro, sosteniendo que detrás de ellas “está la desconfianza sobre la Suprema Corte”.

Sin embargo, la grabación divulgada por Moro ha colocado más presión sobre la presidenta en momentos en que lucha por su propia permanencia en el cargo, enfrentando un pedido de juicio político en el Congreso.

Manifestaciones

Tras conocerse el audio, en la noche de este miércoles estallaron nuevas manifestaciones para pedir la renuncia de Rousseff en varias ciudades del país, incluyendo una en Brasilia frente al palacio presidencial de Brasilia y otra en Sao Paulo.

La policía de Sao Paulo llegó a usar la fuerza para dispersar una protesta frente al edificio donde vive Lula, que gobernó entre 2003 y 2010 tras ser fundador y líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

“Queremos a Lula en la cárcel y no como ministro”, rezaba una pancarta extendida por manifestantes frente al Congreso brasileño.

El expresidente ha rechazado las acusaciones en su contra y su abogado, Cristiano Zanin Martins, sostuvo que la divulgación del audio de la charla entre Lula y Rousseff es una “arbitrariedad” que incentiva la “convulsión social”.

El juez Moro, que ha enviado a prisión a políticos y ejecutivos de grandes empresas por los sobornos en Petrobras, sostuvo que el levantamiento del secreto de las escuchas a Lula propiciaría “el saludable escrutinio político sobre la actuación de la Administración Pública”.