Derrotado por poco menos de dos puntos en las elecciones de 2022, se fue de Brasil a Miami. A su retorno, en poco menos de seis meses tiene abiertas 16 imputaciones, unas más graves que otras.
Jair Bolsonaro, el polémico exmandatario brasileño, ha sido descubierto en infraganti tras una investigación que podría imputarlo y retirarle la condición de exmandatario en situación de disputar nuevamente la presidencia del país por los próximos ocho años, es decir, dos mandatos completos.
La investigación ha causado revuelo entre sus seguidores que en la última elección estuvieron a dos escasos puntos de mantenerlo en el cargo. Una disputa electoral tan reñida ha comenzado a diluir las amplias probabilidades que tenía de volver a disputar la presidencia del gigante latinoamericano.
Es que día que pasa suman más denuncias contra el mandato, primero fueron las joyas no declaradas valoradas en algo más de US$ 2 millones a su retorno de un viaje oficial a Arabia Saudita, luego el descubrimiento de la Policía Federal (PF) de una trama golpista encontrada en el celular de uno de sus más cercanos colaboradores; para variar, un militar de alta graduación, en el que se encontraron comprometedores chats sobre el golpe militar que propiciaba.
A esa línea narrativa a la que la prensa del país le ha dedicado cientos de kilómetros de papel, se suma otra que, sin embargo, podría ser menos consistente, pero tan alucinante como las otras dos. Requiere de testigos, todos ellos del cuerpo diplomático que cumple misión en Brasilia. A ellos se los habría invitado a una conferencia en privado para hacerles saber en junio de 2022, tres meses antes de la disputa electoral, serios cuestionamientos al sistema electoral.
Siete jueces del impugnable Tribunal Supremo Electoral (TSE) brasileño han iniciado una investigación por abuso de poder contra el expresidente. Semejante locura parece un fierro sobre la cabeza de cualquier autoridad. Además, el proceso tiene otra línea que confluye con el uso indebido de los medios de comunicación. Solo en la cabeza afiebrada del exmandatario podría caber la idea de retransmitir el acto (la reunión con 12 embajadores acreditados en Brasilia) en vivo y directo a través de la televisión pública.
Hay quienes afirman que lo que está en juego no parece verdad. Otros en cambio afirman que en estos locos tiempos los políticos del mundo entero nos regalan roles tan inverosímiles como el jugado por en inverosímil Jair Bolsonaro.