El supuesto globo espía chino que sobrevoló Estados Unidos la semana pasada ha vuelto a tensionar las relaciones diplomáticas entre las potencias.
El supuesto globo chino que sobrevoló la semana pasada formaba parte de un programa de vigilancia más amplio de varios años de duración, del cual EEUU está obteniendo más información gracias a nuevos datos recopilados sobre el aparato, según un portavoz.
La decisión de permitir que el globo sobrevolara EEUU antes de ser derribado frente a Carolina del Sur el sábado pasado dio a las agencias de inteligencia una oportunidad única para conocer el programa chino y contrarrestar amenazas de actividades de vigilancia similares en el futuro, según el portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder.
“Estamos seguros de que lo que hemos aprendido sobre este programa nos permite vigilar y estar atentos” a estas actividades, dijo Ryder. Señaló que los datos recopilados “se incorporan a una biblioteca de información más amplia”.
Las declaraciones de Ryder se suman a los esfuerzos de la Administración Biden por explicar la verdadera naturaleza de lo que, según ellos, es una operación de espionaje mucho más importante de lo que se dio a conocer a la opinión pública cuando EEUU anunció el pasado jueves que estaba rastreando el globo. Los legisladores republicanos han criticado a la Administración por no haber derribado el globo hasta mucho más tarde, y los funcionarios han tratado repetidamente de explicar su decisión en medio del alboroto.
China ha afirmado que el globo era un dispositivo de vigilancia meteorológica que se desvió de su trayectoria y que EEUU no tenía derecho a destruirlo. Se ha pedido a las embajadas de EEUU en todo el mundo que reiteren la certeza de EEUU sobre las capacidades de recopilación de información del globo durante las reuniones con sus homólogos extranjeros, según una persona con conocimiento de las instrucciones. Esta comunicación forma parte de un esfuerzo por rebatir la explicación de China.