Los caminos hacía la reelección

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Muy al contrario de las especulaciones que corrieron en los últimos días el presidente Morales apenas cambió dos ministros de Estado, el de Defensa Nacional y la Presidencia que ahora estarán bajo la conducción de Javier Zavaleta y Alfredo Rada. El primero viene de una larga gestión parlamentaria. Se inició políticamente en las filas del Movimiento sin Miedo de Juan del Granado y más tarde ya de asambleísta decidió pasar a filas del MAS. Poco después de esa decisión se encendieron las alarmas sobre la figura del transfugio político. Zavaleta fue uno de los pocos dirigentes masistas que no opinó por un cambio de ministros y un eventual golpe de timón de la administración central, cuando los periodistas le consultaron su criterio se limitó a señalar que ese no era el asunto central y si en fijarse metas para cumplir la agenda en la que probablemente estarán enfocados todos los colaboradores del presidente: la agenda 2020 – 2025 que alienta desde las bases la reelección del primer mandatario. “El tema de la reelección no está en discusión, ahora la oposición no tiene pretextos para exigir nada”, dijo en un programa de televisión el domingo luego de que el presidente decidiera abrogar el Código del Sistema Penal.
El cambio en Defensa estaba cantado luego de que una prolongada enfermedad afectó al extitular de esa cartera al cruceño Reymi Ferreira.
En el caso del Ministerio de la Presidencia, el cambio de René Martínez por Rada sonaba desde todas las esquinas, luego de que el exministro había adelantado su disposición de alejarse del cargo por cuestiones de salud. El Ministerio de la Presidencia es considerado clave en la agenda que a diario cumple el presidente Morales. Una labor titánica al lado de un mandatario que pasa alrededor de 18 horas de pie, sometiendo a presión a sus más cercanos de la mesa chica. Alfredo Rada es un viejo conocido; ya fue ministro en la cartera de Gobierno y en su pasó por el ministerio de la seguridad no destacó por sus luces pero tampoco tránsito por sombras. No se deberá esperar más de lo que él mismo pueda ofrecer en un ministerio que es los ojos y los oídos del jefe de Estado. Se ha dicho que es conocido por ser una persona de confrontación, lo que hace temer que el Gobierno tras la abrogación del Código Penal pueda mostrar su cara dura con los que se opongan abiertamente a la reelección.

Las sorpresas han sido las ratificaciones de las ministras de Salud y Cultura que durante los últimos meses fueron albo de duras críticas, la primera por el deficiente manejo que derivo en uno de los conflictos más largos de la administración Morales y la segunda por errores en momentos críticos para el Gobierno. Este año el Dakar no lució sus mejores galas pasando por Bolivia.
Los nuevos dignatarios de Estado, más el de la Presidencia que el de Defensa tendrán la difícil misión de alentar un ambiente de acompañamiento politizado en el último tramo de la actual administración y asegurar que en las elecciones programadas para diciembre de 2019 el presidente Morales corra entre los candidatos ganadores.