Los planes de Kennedy como Secretario de Salud de Trump

El de la dinastía Kennedy (Robert Jr.) tiene un plan para frenar a las poderosas farmacéuticas y sus campañas de vacunación.

Robert Kennedy Jr., hijo del malogrado candidato a la presidencia de los Estados Unidos, asesinado cuando ocupaba el puesto de Fiscal General, poco antes de la ronda por la nominación demócrata (1968), tiene ideas fijas de varios temas centrales de la política norteamericana que lo han puesto en primer plano dentro de las figuras que defienden las teorías conspirativas. Su apoyo a Trump fue resueltamente decidido en la recta final de la campaña; y el del jopo amarillo lo ha nominado como Secretario de Salud y Servicios Humanos desde donde plantea poner en ejecución algunas de sus ideas.

Kennedy, que ha prometido “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable”, es un defensor a ultranza de varias opiniones alternativas sobre la salud pública y la seguridad alimentaria y de los medicamentos, un conocido escéptico de las vacunas contra la Covid-19 y un crítico hostil de larga data de las agencias que supervisaría si es confirmado por el Senado, entre ellas la OMS, con la que Trump ya disputo algunas diferencias.

Ni Kennedy ni Trump tienen el poder de prohibir por completo las vacunas aprobadas por la FDA, ninguno ha dicho que lo haría, y es probable que cualquier esfuerzo para hacerlo enfrente importantes desafíos legales, y que la Corte Suprema se muestre escéptica ante cualquier esfuerzo motivado políticamente para revocar una aprobación de vacunas de la FDA basada en la ciencia. RFK Jr. ha dicho repetidamente que no planea prohibir las vacunas (repitiendo el día después de la elección que “no voy a quitarle las vacunas a nadie”), pero hay muchas otras formas en que le ex líder del movimiento antivacunas puede, como secretario poner en duda las vacunas y reducir su uso.

Además, hay activistas antivacunas que asisten a Kennedy como asesores informales en sus esfuerzos de transición. El nuevo elegido de Trump para comisionado de la FDA, Martin Makary, es un aliado de Kennedy y colaborador de Fox News que se opuso a los mandatos de vacunación contra la Covid. También es un crítico de la FDA desde hace mucho tiempo. Otro elegido de Trump para director de los CDC, Dave Weldon, es, como Kennedy, un veterano del movimiento antivacunas que ha promovido la teoría desacreditada que vincula las vacunas infantiles con el autismo. En el Congreso, Weldon intentó y fracasó en transferir la supervisión de la seguridad de las vacunas de los CDC a una nueva agencia independiente. E, Washington Post afirma que ambos fueron recomendados por Kennedy.

Circula como rumor por estos días antes de la pose a la presidencia que RFK Jr. también tendría el poder, junto con el comisionado de la FDA, de ralentizar o dificultar el proceso de evaluación, aprobación y recomendación de nuevas vacunas. Eso podría disuadir a las compañías farmacéuticas de desarrollar vacunas nuevas o reformuladas. Lo que no deja de ser una sana y recomendada noticia para algunos fanáticos de MAGA.