Lula insta a Maduro a reconocer los resultados de las elecciones, sean los que sean

France 24
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Maduro y Lula. foto gustavo Moreno AP
Foto: Gustavo Moreno | AP

“Asustado”, este fue el calificativo que Lula utilizó para describir su reacción ante unas declaraciones de Maduro, en las que mencionaba que, si pierde las elecciones del 28 de julio, Venezuela podría entrar en una “guerra civil” manchada por un “baño de sangre”. Uno de los últimos aliados regionales del presidente chavista muestra sus diferencias y exige respeto a la democracia.

“Me asusté con la declaración de Maduro de que si pierde las elecciones habrá un baño de sangre; quien pierde las elecciones toma un baño de votos, no de sangre. Maduro tiene que aprender, cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vas”, afirmó el jefe de Estado brasileño en una comparecencia con medios internacionales este 22 de julio.

Lula, usualmente más conciliador en sus opiniones públicas en torno a Venezuela y su política interna, reveló que ya había hablado telefónicamente dos veces con Maduro, mencionándole que, si quiere aportar al “crecimiento económico en Venezuela, el regreso de las personas que salieron de Venezuela y establecer un Estado de crecimiento económico”, el mandatario venezolano “tiene que respetar el proceso democrático”.

El presidente brasileño, que en su primer mandato fue uno de los aliados más férreos de Hugo Chávez, se une a las dudas y preocupaciones internacionales por los comicios presidenciales en territorio venezolano de los próximos días, confirmando que enviará dos observadores electorales, además de al excanciller brasileño y uno de sus asesores más cercanos, Celso Amorim.

Hace días, Amorim mostró su decepción ante la ausencia de observadores electorales de la Unión Europea, después de que la Comisión Electoral venezolana anunciara el pasado 28 de mayo que retiraba la invitación a los observadores europeos, encendiendo las alarmas en la comunidad internacional sobre posibles irregularidades electorales en las presidenciales de julio.

Tras la inhabilitación de la favorita de la oposición, María Corina Machado, y su designada para continuar la carrera, Corina Yoris, el Gobierno brasileño no se ha quedado callado, con el presidente carioca calificando de “grave” la inhabilitación política de Yoris.

Lula se distancia de Maduro

Desde su tercera llegada a la presidencia en enero de 2023, Lula ha sido uno de los mandatarios latinoamericanos más activos en la arena internacional, siguiendo con la tradición impuesta por él mismo de querer aminorar las brechas entre los países desarrollados y menos desarrollados, buscando posicionar a Brasil como una potencia media que pueda alcanzar la conciliación entre los distintos polos de poder actuales.

Mientras su administración estaba concentrada en buscar configurar soluciones para los conflictos internacionales más importantes de la actualidad, Lula también impulsaba canales de diálogo regionales con el Gobierno de Nicolás Maduro, casi aislado de toda la región latinoamericana antes de las presidencias de Lula y el colombiano Gustavo Petro, que han sido los pilares en el intento por reintegrar a Caracas en los mecanismos y foros internacionales.

Sin embargo, parece que el apoyo de Lula a Maduro tiene sus límites. En la entrevista del 22 de julio, el presidente brasileño advirtió que, en la actualidad latinoamericana, surgen muchos políticos, de izquierda o derecha, que tienen distintos intereses y proyectos nacionales, pero lo que tienen que tener en común siempre debe de ser el respeto irrestricto a la democracia.

Además, Lula, sin nombrar a nadie en específico, criticó las tendencias autoritarias en algunos gobiernos.

“Cuando a un dirigente se le pone en la cabeza que él es imprescindible o insustituible, ahí es que comienza a nacer el espíritu del dictador”, expresó el mandatario carioca, abogando por la defensa de las instituciones democráticas.

“¿Cómo no vamos a respetar los resultados si vamos a ganar?”

Las expresiones públicas de uno de los pilares regionales latinoamericanos sobre las próximas elecciones venezolanas fueron recibidas ambiguamente por el Gobierno de Caracas. El jefe de campaña de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, afirmó desconocer las declaraciones del presidente brasileño, aunque sostuvo que el chavismo respetaría los resultados del 28 de julio.

“No he leído lo que ha dicho Lula, pero ¿cómo no vamos a respetar los resultados si vamos a ganar? Maduro va a celebrar los resultados junto a su pueblo”, sentenció Rodríguez en una rueda de prensa.

Por su parte, la oposición venezolana, aunque posicionada en el otro lado del espectro ideológico, reconoció las palabras del mandatario brasileño a través del candidato Edmundo González, quién agradeció las palabras de Lula “en respaldo a un proceso electoral pacífico y ampliamente respetado en Venezuela”, según señaló en una publicación a través de su perfil de X.

A pocos días de sostener las elecciones más importantes de la última década en Venezuela, el Gobierno de Nicolás Maduro tiene los ojos del mundo encima, una vez más, con sus antagonistas tradicionales vigilando muy de cerca la transparencia en las urnas, pero también con viejos aliados que comienzan a expresar sus preocupaciones en torno a su permanencia en el poder.

 

Con Reuters y medios locales