El Gobierno argentino donó un millón de vacunas contra el coronavirus a Bolivia en un encuentro bilateral histórico que no escapó a la grieta política. La misma tomó dimensión internacional ante las críticas a Mauricio Macri, apuntado por haber usado el mismo avión para el envío de material bélico durante el estallido social en Bolivia en 2019.
“Material bélico” versus “esperanza y vida”
Ese fue el significado que le dieron las autoridades argentinas y bolivianas presentes en el acto en el que se oficializó la donación de un millón de vacunas de AstraZeneca al país vecino, el equivalente al 10% de su población, el pasado lunes 20 de diciembre. “En el mismo avión que se trasladó armamento para reprimir al pueblo boliviano ahora se trasladan vacunas, esperanza y vida, y esa es una marcada diferencia”, señaló el ministro de Salud de Bolivia, Jeyson Marcos Auza Pinto, en medio de una jornada histórica a la que asistió PERFIL.
La lluvia y los efectos de la altura de La Paz acompañaron a la comitiva argentina en la travesía emprendida para llevar las vacunas al país vecino, en una fecha particular, considerando que hacía exactamente dos años y un mes se producía el estallido social en Bolivia, a raíz del cual acusan de cómplice al expresidente Mauricio Macri de haber enviado un cargamento con material bélico para reprimir y sostener el golpe de Estado que precipitó la salida de Evo Morales del poder.
En esa línea, Auza Pinto no fue ajeno a la casualidad de la fecha, marcada por varios símbolos además del detalle del avión, entre ellos la reivindicación de la Patria grande, un concepto asociado a los gobiernos “amigos” de la izquierda latinoamericana, en lo que hoy coinciden Alberto Fernández y su par boliviano, Luis Arce Catacora. “Ningún pueblo se salva solo”, subrayó el ministro.
“Es importante resaltar el cambio que ha existido ya que exactamente el mismo avión que hace dos años traía armamentos, municiones y gases lacrimógenos, hoy trajo jeringas, expertos en salud, esperanza y vida”, puntualizó.
Contrabando ilegal e irresponsable
En esa línea se expresó el embajador argentino ante Bolivia, Ariel Basteiro, otro de los oradores del encuentro. En su breve discurso, el diplomático apuntó contra el gobierno de Cambiemos y lo acusó de haber realizado “contrabando ilegal e irresponsable” de material represivo, con el fin de llevar “dolor y muerte” al país vecino en medio de la crisis política que derivó en un conflicto por el que se investigan violaciones a los derechos humanos.
“Es simbólico y a la vez antagónico”, agregó Basteiro en la conferencia de prensa en la ciudad de El Alto y diferenció, por un lado, “un gobierno que apostaba a la muerte, a la desunión entre pueblos hermanos”, y por el otro, “un gobierno como el de Alberto Fernández”, que envió “ayuda humanitaria que servirá para paliar una necesidad que todos tenemos”.
El avión que protagoniza la paradoja histórica es el Hércules C-130 de la Fuerza Aérea, que transportó no solo el millón de vacunas sino a la numerosa comitiva argentina que incluyó a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, a la titular de Cascos Blancos, Sabina Frederic, el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Juan Manuel Castelli, personal del Ministerio de Salud y de Cancillería, y periodistas, en un extenuante viaje que duró poco mas de 24 horas de corrido.
Carla Vizzotti instó a “seguir trabajando por más salud, esperanza y vida” en la región
Por su parte, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien encabezó la comitiva argentina, se limitó a destacar la importancia del intercambio científico entre ambos países y de la histórica donación, “la más grande que se hizo en Sudamérica y la mayor que hizo Argentina hasta el momento”.
“Esta donación es muy especial porque es la primera vez que una delegación argentina acompaña a las vacunas para el intercambio de experiencias y de los avances de la campaña de vacunación”, puntualizó Vizzotti al inicio de la maratónica jornada que duró más de un día e incluyó una reunión con el presidente de Bolivia, Luis Arce, en el Palacio Quemado de la ciudad de La Paz.
“América Latina fue el continente más afectado por el coronavirus. Cuando todos accedan a la vacuna recién ahí podremos pensar en dar vuelta la página a la pandemia”, añadió la titular de la cartera de Salud.
En el marco de las políticas de solidaridad y reciprocidad para enfrentar la pandemia de manera global, cabe destacar que el Estado argentino lleva donadas 3.270.000 dosis del inoculante contra el SARS-Cov-2 y continúa evaluando pedidos. Los beneficiarios fueron países de regiones que “más dificultades han tenido para acceder a las vacunas”, entre ellos Angola, Kenia, Mozambique, Vietnam, Barbados y a la Organización de Estados del Caribe Oriental.
Según Vizzotti, la iniciativa del Gobierno argentino, pionera en la región en materia de donación de inoculantes, se justifica a partir de que la población argentina supera el 82% de vacunados con una dosis y el 69% con esquema completo, y cuenta con stock para “iniciar y completar los esquemas pendientes y vacunar con dosis adicionales y de refuerzo a la totalidad de los habitantes del territorio nacional”
“Habiendo superado el promedio de población vacunada en el continente, nuestro país se encuentra en condiciones de contribuir a la campaña de vacunación de Bolivia para continuar acelerando el acceso de sus habitantes”, destacó.
Asimismo, la ministra de Salud de la Nación se comprometió a “seguir trabajando por más salud, esperanza y vida en nuestra Patria grande”, y celebró el avance de la vacunación de los chicos bolivianos menores de 12 años en el marco del alerta sanitaria por la cepa Ómicron del coronavirus.