Presidenciales 2019: El perfil de los candidatos

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Lo que se ha dicho hasta ahora es poco comparable con lo que se podría decir de los candidatos que pugnarán en octubre a un nuevo periodo presidencial nada menos hasta el 2025, cuando en el mundo ya se haya agotado la discusión por la tecnología 5G y esté entrando a una carrera desenfrenada por conquistar otros planetas. En Bolivia la situación es distinta. Aquí, estaremos buscando dejar de depender de la cadena de altas y bajas de los precios que se pagan en bolsa por los alimentos, los minerales y si se descubren nuevos reservorios de gas habrá que reconocer que Evo Morales es un predestinado.

Las elecciones de octubre van a ser por lo tanto un ejercicio no solo de sucesión, algo más que eso; de esquemas o programas bien definidos con cálculos extremos sobre tópicos que no se han discutido con verdadera relevancia en la meca del poder. Cómo llegar a 2025 sin depender de las fluctuaciones del dólar, de la guerra galáctica comercial que enfrentan a los gigantes: Estados Unidos y China. Cómo acomodar soja, carne y minerales en el mundo desarrollado que se encamina a periodos insostenibles de desequilibrios; cómo desarrollar las baterías de litio que moverán a los autos del futuro y cómo Bolivia sería, si apostamos a convertirnos en una potencia mundial de alimentos. Así dispuestas las cartas, este es el perfil de los señalados a ocupar puestos de mando en Bolivia para el periodo 2020 – 2025. Periodo al que se enfrentará el mundo civilizado tal como lo conocemos.

Cabe aclarar que el perfil de estos cinco candidatos de los ocho que terciarán en las elecciones fue elaborado durante la emergencia ambiental por los incendios en la Chiquitanía; tema que deberá incluirse en sus programas de Gobierno, que se presenta como una gran oportunidad para que Bolivia imponga una agenda menos maleable de la que se conoce hasta la fecha cuya discusión se encuentra en la agenda de los países industrializados, sin que nada cambie de orientación.

 

Evo Morales (Movimiento Al Socialismo (MAS))

Se trata de un caudillo inamovible. Ha jugado a la política con la rigurosidad de un reloj suizo; más aún, con la habilidad de un ajedrecista de salón desclasificado para las funciones de gala. Muy criticado por su extenuante rotación con todo y todos los que pasan a su alrededor. Ha enseñado el método de no llegar tarde; ha cambiado los relojes por la hora andina, ha ampliado su centro de poder efectivo; se ha movido en nomenclaturas impensadas. Capaz de trascribir los secretos de los fantasmas que cohabitan los pasillos del poder y hacerlos temblar a las 5 de la mañana, cuando se sienten invencibles. Poco a poco Evo ha derrotado a todos. Esta dispuesto a seguir la buena racha que lo ha acompañado otros cinco años, aunque no falten los agoreros, los que hacen de brujos anunciando que una crisis impiadosa lo agotará. Evo Morales, sabe interpretar con habilidad asombrosa un ritmo cardiaco capaz de demoler a cualquiera. Su política internacional tan criticada por el fracaso del fallo de la Corte de Justicia de La Haya no ha trampeado su imaginación para buscar otras salidas. Su imagen exterior es la más clara demostración de quién es quién en el concierto mundial. “Evo Pueblo” puede estar con las organizaciones sociales que lo reivindican y, minutos más tarde, puede abrazarse a los principales actores de la política de centro y de derecha sin cansancio ideológico. Una habilidad y la suerte lo persiguen en medio de su propio orden, el orden al que nos tiene acostumbrados.

Carlos Mesa (Comunidad Ciudadana (CC))

Ambivalente, no parecía capaz de enfrentar un nuevo periodo a la presidencia con la sonrisa desordenada cuando la dejaba en 2005. Entonces, con la renuncia en la mano, bajó las escaleras del Hall del Palacio Quemado tan feliz de dejar su puesto de mando que las cámaras que lo seguían no consintieron palabras. Todo estaba dicho de antemano. Claro, antes de eso, consecutivamente en dos anteriores oportunidades había renunciado a la presidencia y amenazó con irse. Parece una componenda del diablo añorar un puesto en el que Mesa no se siente feliz. No se le puede negar al historiador y periodista sus potencialidades en la comunicación, pero cuán lejos se encuentra de convertirse en un líder capaz de fijarse objetivos de largo plazo sin apelar al ego o la deshidratación que le provoca la presidencia. Cuan feliz sería cualquier jefe de Estado en contar con sus servicios de comunicación.

Víctor Hugo Cárdenas

No es suficiente plantear la legalización de la marihuana en una población adormecida y fraguada por los desequilibrios culturales; ni parece haber llegado la hora de la tenencia legal de armas en defensa propia. Innovador, acaba Víctor Hugo Cárdenas despertando sus propios temores ante un virtual fracaso electoral. Las metas sin objetivos certeros apuntan a una simple casualidad, a una hora en la que todos reclaman citas puntuales con la nueva historia que se pretende escribir de Bolivia. Una invocación alucinada no está mal cuando se hace vista a las excentricidades de una candidatura ingeniosa e ingenua a la vez.

Oscar Ortiz (Bolivia Dijo No (BDN))

Ha cambiado de matriz; el pelo en retro, las gafas en intención de aporte intelectual, afirman un gran defecto. Quién es Oscar Ortiz, es la primera pregunta que se hacen los seguidores oficiosos de las campañas políticas. Santa Cruz se vuelve a enfrentar sin padrones de liderazgo con el caudillo de las tierras altas. Ortiz es una combinación de muchos factores en los que se mezcla el desarrollismo cruceño que ya parece imparable e inobjetable, que concede la última oportunidad de perdón a quienes se han convertido en el motor de su desarrollo. Condenado por los próximos 10 años a ser parte todavía aislada de la cabeza donde se define el poder, el candidato de Bolivia Dice No BSN, deberá esperar su turno. Una nueva generación de estudiosos de Harvard, deberán esperar que se abra el horizonte para desembarcar en la política de alto vuelo.

Virginio Lema (Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR))

Quién podría creer hace 15 años que el MNR constituido como uno de los partidos más notables desde la revolución del 52 acabara pulverizado, seriamente herido de muerte y a punto de desaparecer en estas elecciones, quedando apenas el recuerdo de una generación de intelectuales surgidos de las arenas del Chaco. Uno de los apuntados por su desmoronamiento anticipado, es quien fuera su candidato en las elecciones de 2002, el elegido para acompañar a Gonzalo Sánchez de Lozada que arteramente se volcó al ataque contra el candidato de sus amores.  A Lema poco le queda. Es el candidato de una era no demarcada para él.

Félix Patzi (Movimiento Tercer Sistema (MTS))

A mucha honra -dirán quienes lo conocen- se desprendió del MAS cuando el partido se había convertido en un bastión inimaginable de purgas extrañas. Fue como tocar el infierno. Entonces se precipitó a un liderazgo a la deriva que dejó marcas. Con aire de intelectual aimara trató de contaminar un ambiente reservado a las nuevas élites políticas. Justificó sus desilusiones fomentando el sectarismo que combatía, arrimándose a los viejos conocidos en la franja del troglodismo político. Se ha convertido de a poco en un rehén de sus propias dosis de orgullo, sin renunciar sus aspiraciones. Patzi es una copia deformada de lo que quiso ser algún día con pocas chances de lograr sus ambiciosas metas.

 

A qué se juegan y cómo responden las encuestas

  • El candidato por el MAS podría alcanzar su cuarta reelección, aunque en esta ocasión las cartas no parecen sonreírle con en los anteriores procesos en los que llegó a obtener     inéditos 64% de los votos. En las más optimistas encuestas Evo lleva la suficiente diferencia para ser erguido a un nuevo periodo. 37%.
  • El candidato por CC tiene un panorama difícil en el último mes de campaña. La guerra sucia instalada desde varios flancos parece apuntar con todo al periodista. Si a principios de año se sentía posesionado en los primeros lugares cerca de Evo, las últimas cifras han disminuido considerablemente su apoyo. 26%.
  • El candidato por Bolivia Dijo No ha debido sortear varios escollos, el principal no ser una figura pública conocida del elector, sobre todo el que está en el occidente del país. Sus equipos de campaña dicen que ha revertido esta incómoda situación y que hoy está más cerca de la gente. 12%.
  • Con Víctor Hugo Cárdenas han pasado cosas imposibles. Sus fuerzas se han rentilizado por algunos desaciertos en sus osadas propuestas. Sus vehículos de comunicación son inciertos y a pesar de que se trata de una persona conocida, no ha conseguido sumar apoyos conexos. Está muy lejos de eso. 2%
  • Con el actual gobernador del departamento de La Paz pasan varias cosas extrañas. Ha alcanzado puestos de mando que no lo han posesionado como el factor de un cambio generacional. Su gestión no ha sido lo suficientemente útil para definir el modo de una sucesión probable de crecimiento que parece lejana. 2%.
  • Con el candidato por el MNR pasan factores diversos. Debe ser muy difícil asumir de repente la conducción de uno de los partidos más vigorosos del espectro nacional hoy con fuerzas disminuidas y a punto de pasar a la historia por su triste papel durante el último Gobierno de Sánchez de Lozada. Muchas explicaciones con escasos recursos. 1%