Todos contra todos o nadie contra Evo

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Los forcejeos entre quienes tienen responsabilidad de Gobierno ha llegado a un extremo inusitado a pocos días del 22 de enero día en el que se recuerdan varias cosas o al menos dos al mismo tiempo, a saber, de acuerdo al calendario plurinacional ese día se celebra la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado, hecho que ocurrió en el año 2009.

Otra razón para festejar este día se atribuye a la posesión de Evo Morales Ayma como presidente de Bolivia en 2006. Es decir, el nombre del Estado Plurinacional está asociado a Evo y viceversa. Quizá es por eso que en enero se encienden las pasiones turbo entre los fundadores del Estado Plurinacional que sustituyó a la República de Bolivia.

Movimientos sociales

Sellada la relación entre día y persona las disputas por ganar cuotas de poder, a dos años del Gobierno de Luis Arce, no se presentan exclusivamente entre evistas, movimientos sociales y forjadores de las nuevas corrientes en el MAS.

Los forcejeos comenzaron alentados por el jefe del Movimiento al Socialismo (MAS); el quién es quién en este enjambre avispado. Evo se antepuso a la fragmentación apuntalando al “hermano Lucho” (por el presidente). Él cree que en el Gobierno solo pueden defenderlo quienes son acérrimos masistas. “Hay compañeros que dicen que están como técnicos”, dice Evo. Un pecado en estos tiempos en el que miles de funcionarios han sido anotados en listas negras que los priva del derecho al trabajo por haber permanecido en funciones durante el Gobierno transitorio.

Morales evita el vivo. Habla en sus organizaciones, recorre el país de ida y vuelta preparando su aterrizaje forzoso para las elecciones de 2025. Quiere barrer cualquier posibilidad de disputa. Los fantasmas del caudillo cohabitan en la Casa del Pueblo, están cerca o lejos, tienen nombres y apellidos. Cada gesto en sentido ofensivo de David y Evo es interpretado como un llamado a la lucha que empodera a los más estrechos colaboradores de cada uno de ellos.

En el protagonismo nacional y en la energía de Morales, se encuentra el mayor síntoma del acaloramiento de la disputa interna. Morales tiene un carácter especialmente decidido. Se opondrá a cualquier fragmento de cambio.

Más allá de que no fuera plausible la sola especulación es un síntoma de que el “todos contra todos” también es un “nadie contra Evo” porque, dependiendo los vientos de la fortuna, los que ayer eran muy fuertes, Quintana, Romero, como ya sucedió con Achacollo podrían volver o no a repetir el 2006 o 2009, pero detrás de estos fórceps está 2025.