La OMS ha declarado emergencia sanitaria internacional. La viruela del Mono representa para la organización un grave problema de salud pública tal como se han disparado los casos en las últimas semanas. Una decisión dividida.
Tenía que ser un sábado, quizá para que la inferencia del hecho colara menos impactante, vaya uno a saber, pero igual alarmó al mundo que ya vive asustado por la pandemia del Covid-19. Una reunión del Consejo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó justamente el sábado por 6 votos a favor y 9 en contra “emergencia planetaria” por la viruela del mono. O sea, para evitar que se convierta en una nueva pandemia uno de los argumentos para la toma de decisión es que los casos se han cuadruplicado en los países con más contagiados. Una lista de emergencia que involucra en los primeros lugares al Reino Unidos, España y los Estados Unidos.
Tedros Adhanom no acató el resultado de mayoría, es decir haciendo uso de una de las cláusulas de la organización que cede prerrogativas al presidente de la organización en situaciones de emergencia. Previendo las consecuencias de no actuar con antelación -como se dijo ocurrió cuando el coronavirus se alastraba por el planeta-, Adhanom tuvo que intervenir y tomar la sorprendente decisión.
Las reacciones corrieron como reguero de pólvora y aunque en el mundo hay apenas 16 500 casos de viruela del mono en 75 países, la capacidad de decidir lo que es blanco o negro la tiene el organismo mundial de la salud. De hecho, los críticos han indicado que se trata de una nueva emergencia que vuelve a reducir la expectativa de una normalización mientras crecen los casos del coronavirus y se expande miedo para volver a usar mascarillas. Hay países que han comenzado a pensar seriamente que podrían volver a aplicar imposiciones sanitarias.
Sea como fuera, si la OMS está asustada qué se podrá decir de la población que vive desde finales de 2019 en una inusual interdependencia con los servicios de salud que se ha demostrado no estaban preparados para enfrentar la pandemia del Covid-19. Esta es una nueva lección que arrastra al mundo a la inseguridad sanitaria. Un médico con el que conversó dat0s el mismo sábado ha indicado que la viruela del mono es una enfermedad conocida desde hace décadas, pero que la emergencia decretada por la OMS hace foco en que más del 95% de los casos han sido diagnosticados en hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres en ambientes en los que es frecuente el contacto estrecho entre desconocidos o varias parejas en poco tiempo.
La OMS alega igual que con el coronavirus que sus conocimientos de contagios del nuevo virus son escasos y que, por tal motivo, “cumple los criterios para ser declarado una emergencia de salud pública”.
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