Una agencia de la OMS declarará al edulcorante aspartamo como posible carcinógeno
Por Cristina Fernández Esteban | Business Insider
Foto: UNSPLASH / Qasim Malick
- El aspartamo será catalogado como “posiblemente cancerígeno para el ser humano” por la agencia de la OMS que investiga el cáncer, según ha anticipado en exclusiva Reuters.
- Se trata de uno de los edulcorantes artificiales más comunes, presente en productos alimenticios como bebidas, postres, dulces, lácteos, chicles, productos para reducir la energía y controlar el peso. En la UE, puede identificarse en la etiqueta como E 951.
El aspartamo será catalogado el mes que viene como “posiblemente cancerígeno para el ser humano” por primera vez por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), la agencia de investigación sobre el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así lo han revelado 2 fuentes en exclusiva a Reuters.
Bajo en calorías y 200 veces más dulce que el de la sacarosa, se trata de uno de los edulcorantes artificiales más comunes, utilizado como aditivo alimentario en numerosos productos como bebidas, postres, lácteos, chicles. Es el edulcorante usado en los refrescos dietéticos de Coca-Cola o chicles Extra de Mars.
Finalizado a principios de este mes tras una reunión de los expertos externos del grupo, pretende evaluar si algo es un peligro potencial o no, basándose en todas las pruebas publicadas. Para este caso el organismo sanitario afirma haber examinado 1.300 estudios.
Su resolución no tiene en cuenta la cantidad de un producto que una persona puede consumir sin peligro. Este asesoramiento procede de otro comité de expertos en aditivos alimentarios de la OMS, conocido como JECFA (Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), junto con las determinaciones de los organismos reguladores de cada país.
Según la agencia de noticias, el JECFA, comité de la OMS sobre aditivos, también está revisando el uso del aspartamo este año. Su reunión comenzó a finales de junio y está previsto que sus conclusiones sean dadas a conocer el mismo día que el CIIC haga pública su decisión, el 14 de julio.
El asparatamo, aditivo E-951
Desde 1981, el JECFA afirma que el consumo de aspartamo es seguro dentro de los límites diarios aceptados. Por ejemplo, un adulto de 60 kg de peso tendría que beber entre 12 y 36 latas de refresco dietético al día para estar en riesgo.
En Europa está autorizado para su uso como aditivo alimentario en productos alimenticios como bebidas, postres, dulces, lácteos, chicles, productos para reducir la energía y controlar el peso y como edulcorante de mesa. En la UE, en la etiqueta de los productos alimenticios que contienen aspartamo debe declararse su presencia, indicando su nombre o su número E (E 951).
En la Unión Europea, el uso del aspartamo se autorizó por primera vez en varios estados miembros durante los años ochenta. Su uso alimentario se aromonizó para todo el territorio de la UE en 1994, después de evaluaciones sobre la seguridad llevadas a cabo por el Comité científico de la Alimentación (SCF, por sus siglas inglesa-antiguo comité científico de la Unión Europea antes de que se creara la EFSA en 2002).
La SCF estableció en 1984 una Ingesta diaria admisible (IDA) de aspartamo de 40 mg/kg de peso corporal. Una revisión posterior de 2002 que incluyo información sobre genotoxicidad y carcinogenicidad en animales y personas volvió a confirmar la ingesta diaria admisible establecida previamente para el aspartamo.
El año 2013, el Grupo de EFSA sobre aditivos alimentarios y fuentes de nutrientes añadidos a los alimentos realizó una reevaluación de la seguridad del aspartamo y concluyó que no supone un problema de seguridad en los niveles actuales de exposición.
De cara a la declaración de la agencia de la OMS, un portavoz del CIIC declaró a Reuters que las conclusiones de ambos comités eran confidenciales hasta julio, pero añadió que eran “complementarias”, y que la conclusión del CIIC representaba “el primer paso fundamental para comprender la carcinogenicidad”.
El comité de aditivos “lleva a cabo la evaluación de riesgos, que determina la probabilidad de que se produzca un tipo específico de daño (por ejemplo, cáncer) en determinadas condiciones y niveles de exposición”.
Repercusión en la industria alimentaria
La inclusión del aspartamo en la lista de posibles carcinógenos pretende motivar más investigación, según lo declarado por fuentes cercanas al CIIC, lo que ayudará a agencias, consumidores y fabricantes a sacar conclusiones más firmes.
Sin embargo el debate está servido debido a las grandes repercusiones que los dictámenes del organismo pueden tener. En 2015, su comité concluyó que el glifosato es “probablemente cancerígeno”. Años después, incluso cuando otros organismos como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) impugnaron esta evaluación, las empresas seguían sintiendo los efectos de la decisión.
“La IARC no es un organismo de seguridad alimentaria y su revisión del aspartamo no es científicamente exhaustiva y se basa en gran medida en investigaciones ampliamente desacreditadas”, declara a la agencia británica Frances Hunt-Wood, secretaria general de la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA).
Este organismo, entre cuyos miembros se encuentran Mars Wrigley, una unidad de Coca-Cola, manifestó su “profunda preocupación por la revisión del CIIC, que puede inducir a error a los consumidores”.
Los recientes ajustes en las recetas del gigante de los refrescos Pepsico son un ejemplo de ello. La compañía retiró el aspartamo de los refrescos en 2015, lo volvió a introducir un año después y lo volverá a retirar en 2020. Ejemplo del complejo equilibrio entre sabor y posibles aspectos de salud.
El pasado año una investigación de del Instituto Nacional Francés para la Salud y la Investigación Médica (Inserm) y la Universidad Sorbonne Paris vinculó al aspartamo, junto con el edulcorante acesulfamo-K, con el cáncer.
Tras analizar datos de 102.865 adultos franceses concluyeron que aquellos con mayor consumo de estos edulcorantes tenían un riesgo de cáncer ligeramente menor. No obstante la EFSA planteó dudas de su metodologías tras evaluarlo.
En mayo, la OMS publicó nuevas directrices en las que desaconsejó el uso de los edulcorantes para controlar el peso pues podrían tener consecuencias en tu salud.