Elon Musk y las metáforas gorila

Por Nuria Labari (los paréntesis son de dat0s)
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Elon Musk, Twitter
Foto: cuenta Twitter Elon Musk

La periodista y escritora Nuria Labari que escribe regularmente para El País de España es un genio (no creo en el lenguaje inclusivo ese de todos/todas, ellos/ellas, y así. Me parece la involución de la calidad idiomática, una fragmentación deliberada, una manipulación de la comprensión del lenguaje. En fin, apéate, pero no lo permitas).

Pero volviendo a Nuria es un genio porque escribe como los dioses. Cuando Elon Musk finalmente compró Twitter por 44.000 millones de dólares (nadie se pregunta de dónde sale semejante dinero ¿por la venta de 40 autos eléctricos de su compañía Tesla? ¿Será que el importador de Toyota cuenta tanto dinero, vende al menos 20 veces más autos que Musk? Entiendo por qué David DePape le rajó la cabeza a Paul con un martillo. Es la mochila qye lleva cargada de piedras, odios y frustraciones por tanta acumulación de dinero en pocas manos, además como describe Nuria “en las manos de un gorila”).

Nuria dice que “Musk tuiteó una ilustración en la que aparecía un dibujo de sí mismo abriendo la puerta de una jaula al pájaro azul de Twitter para explicar su futura compra de la compañía. Cinco meses después, tuitearía una sola frase para cerrar la operación: ´El pájaro ha sido liberado´”. Nuria sigue: “Cuando leí aquello me eché a temblar. No solo porque un individuo pueda controlar el espacio de comunicación política más importante del mundo sino también por el hecho de que ese hombre sea Elon Musk, un sujeto incapaz de construir (y manejar) una buena metáfora. En eso, en lo de no poder construir metáforas, Musk me recordó a la gorila Koko. Ya saben, aquella que llegó a comprender hasta 2000 palabras en inglés hablado. (Era una genia Koko, no cambio, Nuria escribe así, genio para ella es femenino, bueno sutiles diferencias). Sin embargo, igual que Musk, ella tampoco podía crear metáforas porque ella era, en realidad, un animal”.

“La razón por la que una gorila (Nuria usa femenino no es censurable) no puede crear metáforas se debe no solo a una cuestión de inteligencia práctica sino a esa chispa de complejidad y ambivalencia que los humanos podemos aportar a nuestro pensamiento. En este sentido, si un gorila llegara a componer una metáfora sobre la compra de Twitter, sería extremadamente simple. Una metáfora gorila sería decir, por ejemplo, que abrir la jaula al pajarito es liberar a la humanidad”.

“Una imagen así sería una simplificación muy bestia (en su sentido animal) de la realidad dada la complejidad de intereses económicos y políticos que confluyen en esta red social. Aunque, en mi opinión, lo que realmente distinguiría una auténtica metáfora gorila no sería tanto su mediocridad como la capacidad de su creador para creer que la realidad es tan simple y reducida como su imagen mental. Es en este sentido en el que me permito afirmar que el pensamiento de Elon Musk es un pensamiento gorila pues él se ha creído exactamente eso. Que para hacer del mundo un lugar más libre lo único que hay que hacer es tener el dinero suficiente y repartir después la libertad al inmejorable criterio del antropoide que paga las facturas”.

“De ser así, lo grave no sería que Elon Musk haya comprado la libertad de expresión de la humanidad. Lo realmente peligroso es que Musk no se ve a sí mismo como un tirano, un oportunista o un manipulador. Ni siquiera se imagina como un empresario eficaz o sin escrúpulos. Lo que Elon Musk piensa de sí mismo es que es un libertador. Él es el hombre que abre la puerta al pajarito. Y aquí es donde entramos en el terreno de la tragedia: porque Musk se cree la libertad cuando es, en realidad, la barbarie. Lo que decía: no sabe hacer metáforas”.

“Prueba de ello es la perla gorila que compartió horas antes de comprar Twitter. Esta vez un vídeo de sí mismo entrando en la sede con un lavabo en brazos. “Entering Twitter HQ – let that sink in!”, tuiteó. Que se puede traducir por: “Entrando en la sede de Twitter – ¡Asimílenlo!”, pero también algo como “Deja que se hunda” o, literalmente, “Deja que entre el lavabo”. Entonces me recordó aquella expresión que compara a un individuo peligroso con “un mono con dos pistolas”, aunque personalmente me hubiera dado menos miedo ver a la gorila Koko disfrazada de pistolera que a Elon Musk con su “lavabo lírico”. Seguro que Koko no hubiera despedido a todo el consejo de administración, empezando por Vijaya Gadde, la directiva que vetó a Donald Trump. Claro que Koko juega con ventaja: su especie aún conserva el instinto de supervivencia”.