Fundador de la fallida empresa de criptomoneda FTX es detenido en Bahamas

Sam Barkman-Fried es acusado de fraudar inversionistas de capital que destinaron más de US$ 2 billones a la empresa

Hubo un corto tiempo en el que Sam era el rey de las criptomonedas. Construyó un imperio con pies de barro que gestionaba con un programa de contabilidad para Pymes. El joven de apenas 29 años engañó a todo el mundo. Mintió a los inversores que entraron en el capital de FTX, a los prestamistas que le confiaron dinero y a los clientes que operaron en su plataforma de criptomonedas. Se necesitaba sangre fría para sacar dinero en beneficio propio.

El principal activo de la firma eran las criptomonedas que el mismo emitía. Se trata, de acuerdo a las investigaciones de uno de los mayores fraudes financieros en la historia moderna. Comparado con el gran timo piramidal de Bernie Madoff que estalló con la crisis financiera de 2008.

Te puede interesar:

¿Qué pasó con FTX? la empresa que imprimía dinero falso (Parte I: El ascenso)

El comienzo de la Edad de Hielo para las Criptomonedas (Parte II: la caída)

El agujero negro de FTX está calculado en 10.000 millones de dólares que suman de la estafa a los inversores por algo más de 1.500 millones y los 8.000 del desfalco a los clientes de la plataforma.

Pero, junto a la estafa hay responsabilidades de los reguladores de las que nadie ha dicho nada. Se calcula en total algo más de un millón de estafados y será poco probable que recuperen el dinero, Nadie sabe dónde están los activos de la empresa. Los encargados de la regulación del mercado tampoco.

Bankman se presentaba como un espectacular líder de la comunidad cripto, honrado y preocupado por los problemas de la humanidad. Como hábil timador se presentaba ante sus clientes por mantener excelentes relaciones y contactos en el mundo financiero, sobre todo entre los entes reguladores. Contaba con un grupo de importantes estrellas –los influencers- entre los que figuraba la estrella del fútbol americano Tom Brady y la supermodelo brasileña Gisele Bundchen.

Con los vientos a su favor Sam atrajo a miles de clientes que pensaron que su dinero en FTX estaba seguro. Con el dinero recaudado creo la empresa Alameda Research –un cliente más de la plataforma-. Según se desprende de las investigaciones Alameda no estaba sujeta a medidas de control de riesgo y poseía una línea de crédito ilimitada por parte de FTX que se financiaba con el dinero de los clientes. Utilizó los fondos para hacer inversiones de riesgo no declarados en mansiones y grandes donaciones políticas. Sam se había convertido en uno de los hombres más ricos del mundo.

Lo que llama la atención es que ninguno de los inversionistas hiciera un inventario de dónde estaba metiendo su dinero. Cuando en mayo de este año el mercado de las cripto se desplomó en los mercados, el castillo de naipes se empezó a derrumbar.

Sam Bankman-Fried siguió engañando a los inversores sobre la situación de su firma para intentar tapar el agujero. No lo consiguió. La espiral se desató cuando el medio especializado CoinDesk reveló que FTX tenía una fuerte exposición a su propia criptomoneda, FTT. De hecho, Alameda había estado dando token de FTT como garantía de los más de 8.000 millones de dólares contantes y sonantes que se había llevado de los clientes a través de la línea de crédito.

El regulador del mercado de futuros acusa a la firma de haber manipulado el precio de su criptmoneda en el mercado.