La pelea por el control de la red

El “combate a jaula” entre los dos gigantes de la era digital, acaba en K.O. Threads de Mark suma 100 millones de usuarios en pocos días, sepultando sencillamente a la del pajarito rampante, Twitter de Elon

El lanzamiento de Threads, de Meta la “plataforma de conversación” similar a Twitter, no podría haber ido mejor. Llegó a 100 millones de usuarios en una semana, lo que la coloca en la aplicación de más rápido crecimiento de todos los tiempos. Esto hace que la pelea entre los dos gigantes tecnológicos (Musk y Zuckerberg) por la conquista del ciberespacio haya llegado a la cúspide.

Apenas Mark Zuckerberg había anunciado la creación de una plataforma de divulgación similar a la del pajarito azul, de Musk -el inefable aspirante a la corona- que había expuesto a Twitter entre idas y venidas de una compra que finalmente se concretó por US$ 44.000 millones, no fue suficiente.

En tanto se producía esta demorada compra la más millonarias de la industria de la tecnología, el dueño de Meta vio una gran oportunidad en la contienda y se puso al frente de un diseño equiparable que destronó al rey Midas de los negocios en la era digital.

Musk no se ha recuperado fácilmente del golpe, embalado en la construcción de motores a batería eléctrica en Tesla y decolar naves al espacio, pareció abrir un duro combate, llamando a Zuckerberg “cuck” y proponiendo obscenidades de por medio, algo tarde, ya cuando los registros de Threads, batía récords. Linda Yaccarino, tuvo problemas para articular una respuesta oficial, mientras la pulseta entre los dos monstruos contaba muchos varios puntos a favor de Zuckerberg.

La reacción de Meta fue inteligente y rápida. Lanzó un producto funcional, ganando tiempo, para capitalizar la incertidumbre de los usuarios de Twitter sobre el futuro de la plataforma. Y si bien sería una exageración decir que las semanas previas al lanzamiento de Threads, Musk y Zuckerberg se encontraban en un “combate de jaula” el CEO de Meta, en términos puramente relativos, jugó con calma y acertó un golpe del que difícilmente podrá salir ileso el Superman de los negocios digitales.

El caso sigue dando que hablar sobre los rangos en los que avanza la tecnología, no precisamente un duelo de relaciones públicas. Más allá, del control de datos y la simulación de que vivimos en un mundo libre, no es precisamente una conclusión alentadora.

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