Oriente Medio quiere ser el nuevo Silicon Valley

Por Redacción dat0s con Agencias
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Foto: El Confidencial

Forjados en la riqueza petrolera, intentan transformarse en el centro de innovación digital y tecnológica del mundo.

Durante casi un siglo, Medio Oriente ha sido conocido por construir reinos y enriquecer dinastías basadas en la exploración petrolera. Ahora, la región busca otras formas de generar riqueza. En la nueva era digital, hay una manera de lograrlo: inversiones en tecnología. Países como los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita se han posicionado como centros de innovación: las contribuciones tecnológicas en la llamada Asia Occidental, que también incluye a Israel, han dado un salto notable en dos décadas, pasando de 4 mil millones de dólares en 2012 a los actuales. 48 mil millones de dólares. Esto, sin embargo, es sólo el comienzo. La cara más extraordinaria del movimiento se llama Neom, un proyecto de ciudad futurista que se construirá en Arabia Saudita por unos astronómicos 500 mil millones de dólares. La ambición es competir con Silicon Valley, Estados Unidos, y atraer a las grandes tecnológicas del mundo.

Para hacerse una idea el proyecto contará con aportaciones de Alphabet, propietaria de Google, y otros gigantes del ámbito tecnológico han manifestado su interés en participar. Oracle, Microsoft y Huawei ya han anunciado inversiones por 4.500 millones de dólares en centros de datos en la región.

El objetivo de los sauditas es aumentar la participación de las empresas fuera del sector petrolero en la economía del 19% al 50% para 2030, con inversiones de 2 billones de dólares en innovación. Además, se espera que la participación de las empresas privadas en el PIB crezca del 40% al 65%, y la inversión extranjera directa, del 4% al 6%.

Una de las representantes más relevantes de esta revolución, la ciudad de Dubai concentra casi el 90% de las startups de los Emiratos Árabes Unidos, resultado de programas de incentivos y aceleración de empresas. Para 2031, Dubái quiere albergar veinte unicornios, como se denomina a las empresas valoradas en hasta mil millones de dólares. La pregunta es cómo países como Bolivia puedan beneficiarse de esta traslación de capitales y recursos para no quedar postergados del desarrollo tecnológico en el nuevo Silicon Valley.