La volatilidad en el precio internacional de las materias primas de alimentos fue elevada durante las últimas semanas. Por caso, el precio de la soja pasó de 584 dólares la tonelada el 16 de febrero a un pico de 620 dólares el 8 de marzo. Desde ese momento comenzó a bajar gradualmente hasta los 608 dólares de este miércoles, cuando retrocedió 0,5 por ciento en la jornada.

La tendencia se replicó en algunos cereales clave para la canasta de consumo de la población. En las series de precios internacionales de las materias primas se destaca que el trigo cotizaba 288 dólares la tonelada a mediados de febrero, llegó a tocar un máximo de 475 dólares la primera semana de marzo. Luego fue retrocediendo hasta los 392 dólares, con una caída en la última rueda de casi 8 por ciento.

Por el lado del maíz, los precios que eran de 253 dólares la tonelada el 16 de febrero pasaron a 300 dólares el 11 de marzo y luego bajaron hasta los 287 dólares este miércoles. Un año atrás cotizaba 220 dólares.

Estos movimientos importantes explican en parte los avances de precios en los alimentos en la economía local pero también a nivel internacional. Por ejemplo, las autoridades de la Reserva Federal (banca central de Estados Unidos) decidieron subir la tasa de interés ante la aceleración de la inflación hasta casi 8 por ciento anual.

Petróleo

Por el lado de los precios de la energía también hubo una importante volatilidad. El barril de petróleo, que había llegado a valores de 140 dólares a principios de marzo, bajó fuerte durante las últimas jornadas.

Este miércoles el WTI bajó 1,5 por ciento y cerró en 95 dólares, al tiempo que el Brent retrocedió 1,8 por ciento y se pactó en 98,1 dólares. Pero cuando se lo compara contra los valores de hace un año el precio del petróleo era de 60 dólares. Es decir que aumentó más de 50 por ciento, lo que pone presión a todos los costos de la economía como la logística y el suministro de combustibles.