La Corte Suprema de Brasil bloqueó el jueves 29 de agosto las cuentas bancarias de la empresa de internet Starlink, propiedad del magnate Elon Musk, mientras un caso paralelo deja a su plataforma de redes sociales X al borde de ser cerrada en el país a medida que se acerca una fecha límite.
La compañía de internet satelital informó este jueves que “a principios de semana” recibió la orden del magistrado Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), que “congela” sus finanzas y le impide “realizar transacciones financieras” en la mayor nación latinoamericana.
Según la firma, que dijo querer “abordar el asunto legalmente”, “esta orden se basa en la premisa infundada de que Starlink debe ser responsable (del pago) de las multas impuestas, de manera inconstitucional, a X”.
El mensaje de Starlink, con más de 250.000 clientes en Brasil, en particular en la región amazónica, tiene lugar un día después de que Moraes amenazara con suspender a la red social, propiedad de Musk.
El magistrado instó al magnate a indicar “en 24 horas el nombre y calificación del nuevo representante legal de X en Brasil”.
Su incumplimiento llevaría a la “inmediata suspensión de las actividades de la red social” en Brasil, precisó el alto tribunal la víspera en su cuenta en la propia red social, antiguo Twitter.
“Twitter murió”
Tras la orden de Moraes, la etiqueta “O TWITTER MORREU” (“Twitter murió”) se viralizó en X y el presidente izquierdista, Luiz Inácio Lula da Silva, fijó un mensaje en su perfil en esa plataforma con las direcciones de sus cuentas en otras redes sociales.
Musk respondió al dictamen judicial señalando en X al magistrado brasileño de haber “violado repetidamente las leyes que juró defender”. También publicó un montaje fotográfico con un mensaje sarcástico en el que describe a Moraes como “el hijo de Voldemort y un caballero Sith”, en alusión a los villanos de las sagas Harry Potter y Star Wars.
En abril, el juez abrió una investigación contra Musk acusándolo de reactivar cuentas cuyas suspensiones habían sido ordenadas por los tribunales brasileños.
El magnate ha señalado a Moraes de coartar la libertad de expresión y lo ha llamado “dictador”, y el 17 de agosto, al anunciar el cierre inmediato de las operaciones de X en Brasil, lo acusó de amenazar con prisión a sus empleados.
La empresa dijo entonces que cerraba sus actividades en el gigante sudamericano debido a las acciones del juez, pero mantenía el servicio disponible para los brasileños. Según el sitio web especializado DataReportal, X tiene más de 22 millones de usuarios en Brasil.
En los últimos años, en nombre de la lucha contra la desinformación, Moraes ha ordenado bloquear las cuentas de figuras influyentes de los movimientos ultraconservadores brasileños.
Lo ha hecho fundamentalmente desde los intentos de los partidarios del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, admirador de Musk, de desacreditar el sistema de votación electrónica durante las elecciones presidenciales ganadas por Lula.
En abril, X admitió que los usuarios de varias cuentas bloqueadas habían logrado eludir las restricciones.
Musk también es objeto de una investigación de la Justicia brasileña contra “milicias digitales” que apunta al presunto uso ilegal de recursos públicos por Bolsonaro y su círculo íntimo para orquestar campañas de desinformación en internet durante su presidencia (2019-2022).
La posible suspensión de X no sería la primera contra una red social en Brasil: el servicio de mensajería cifrada Telegram fue bloqueado temporalmente dos veces, en 2022 y 2023, por negarse a cumplir órdenes judiciales.
Con AFP, Reuters y EFE