Hay filas para comprar pollo, carne y embutidos en mercados

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En las madrugadas,   la gente  acude  a los mercados para comprar  carne, pollo o embutidos, productos que en las últimas dos semanas han empezado a escasear. En los centros de abasto se forman  filas y, en algunos casos, se comercializan en determinadas porciones y a un precio elevado.

“Me he levantado a las  6:00 para venir a comprar un poco de verduras y carne”, dijo  ayer  María, en el mercado   Rodríguez. “Las calles están vacías. Por lo general siempre hay caseritas que te ofrecen sus productos, ahora parece que hasta esconden los alimentos”, aseguró.

Ayer, cientos de personas realizaban filas en   los negocios de venta de pollos, en   la calle Max Paredes y en calles aledañas al Cementerio General.

Ahí se observó que la mayoría de las tiendas estaban cerradas. “No hay pollo, no está llegando por los conflictos y bloqueos. Por eso sólo estoy vendiendo lo último que me queda,  un poco de menudencia”, dijo ayer una de las comerciantes del sector. Aseguró que antes la libra de menudencia de pollo era cuatro bolivianos, pero ahora vale 10.

Al frente,  en otra agencia, la gente hacía fila para comprar pollo. Antes, un pollo pequeño costaba 28 bolivianos, ahora   50.

“A la cola, a la cola”, gritaba ayer la gente en  la fila para comprar pollo. En el lugar esperaban al menos 30 personas.

La vendedora explicó a sus caseras que más bien tienen unos cuantos pollos y  para ser justos sólo vendería uno por persona. Aunque muchos se quejaron, al final aceptaron. “Tiene que alcanzar para todos”, dijo.

En las carnicerías  se podía ver filas  e  incluso vitrinas vacías. “No ha llegado carne, no sabemos de dónde sacaremos  para vender. Hemos decidido cerrar las tiendas”, comentó.

Las pocas carnicerías que estaban abiertas vendían los productos a costos altos. Las caseras vendían  el kilo de la pulpa a 60 bolivianos, cuando normalmente vale 40. La molida a 30 el kilo, cuando por lo general  cuesta entre 22 y  24 bolivianos.

Algunas vendedoras escondían el producto y sólo  vendían carne a sus caseros.

En las tiendas de embutidos también se observaban  filas. Allí, el kilo de salchicha que comúnmente cuesta  30 bolivianos, tiene ahora un precio de     40 bolivianos.

En las calles no había venta de huevo. En el mercado El Tejar, sólo se vende por bafle de 30 unidades a 35 o 40 bolivianos, cuando esta misma cantidad se ofrecía a 24 o 25 bolivianos.

Las amas de casa reclamaron por el incremento de los costos. “De una vez que se arregle esta situación, ya no hay productos y las comerciantes  están subiendo sus precios como quieren. No quieren  vender y  esconden los productos”, reclamó Antonia.

De acuerdo con Mónica, una vecina de Huajchilla, en su zona, las tiendas venden un huevo por dos bolivianos. “Es mucho, de dónde  sacaremos dinero, los precios están por las nubes”, dijo.

En los mercados,  las verduras poco a poco desaparecen. Por ejemplo, la papa que antes costaba 30 bolivianos la arroba,  ahora cuesta 50 bolivianos. “Tan pequeñitos, por qué no me rebajas pues”, dijo una de las compradoras. En ese momento, la vendedora  respondió:  “No, mejor  si quieres me lo puedes dejar,  yo apenas he traído”. Ante esa respuesta, la mujer se quedó callada y  pagó sin hacer otro reclamo.

Otros productos como el tomate y  la cebolla también subieron de costo.

“Es mejor que nos compremos, quizá después no podremos conseguir alimentos”, dijo otra ama de casa quien  se apuraba en comprar algunas verduras.

Mónica  contó que los productos de primera necesidad,  como el pan, el huevo y la carne  están muy costosos. Aseguró además que el precio de la  garrafa de gas está por las nubes.

“En mi zona no todos tenemos gas domiciliario, la mayoría contamos con gas licuado y lamentablemente los carros  que venden gas no llegaron  a la zona. Por eso,  las tiendas están aprovechando y están vendiendo una garrafa a 200 bolivianos, es increíble”, denunció  admirada.

Crean el Comité de Abastecimiento

La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) anunció ayer a través de un  comunicado que busca los mecanismos “para que sus productos lleguen a todas las familias bolivianas”. Esta medida se realiza gracias a la creación del  Comité de Abastecimiento que funciona desde el inicio de los problemas sociales que vive el país y su principal labor es distribuir los productos agropecuarios.

“Como productores nuestra principal misión es abastecer de alimentos a las familias bolivianas y, por tanto, informamos a la población nacional que el Comité de Abastecimiento, conformado para viabilizar la circulación de productos en días pasados, continuará funcionando a nivel de la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro) con instituciones de todos los departamentos”,  se lee en la nota de prensa.

La institución aseguró que el trabajo de Confeagro será “buscar mecanismos para hacer llegar los productos a todas las familias bolivianas y que tengan acceso a los alimentos en cantidades suficientes y a precios accesibles”.

La Cámara Agropecuaria del Oriente también aprovechó el comunicado para saludar a la nueva presidenta transitoria Jeanine Áñez. “Que esta  nueva etapa lleve al inicio de un escenario diferente para nuestro país, mediante políticas que permitan mejorar el nivel de vida de la población nacional”, según la nota de prensa.

Ante los conflictos suscitados en el país, la Cainco propone la implementación de un puente aéreo que permita franquear los bloqueos de carreteras para garantizar la provisión de alimentos, medicamentos y productos a los bolivianos.

“Debido a los bloqueos y la inseguridad generada en las carreteras, en estos momentos no es posible la provisión de alimentos, medicamentos y productos que son imprescindibles para los hogares bolivianos”, dijo el presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz, Cainco, Fernando Hurtado.

Ante esa situación,  propone la implementación de un puente aéreo que, de manera inmediata, garantice la provisión de todos estos insumos a la población.