Trump arremete al aceptar la candidatura republicana

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En un arranque de patriotismo, retórica antisocialista y mentiras, Donald Trump descalificó a su rival demócrata a la Casa Blanca para trazar un apocalipsis si una “marioneta” de la “izquierda radical”, llega al poder el 3 de noviembre.

 

Donald Trump, arremetió contra el “débil” Joe Biden, su rival demócrata en la carrera por la reelección, al aceptar la nominación republicana en un país en carne viva por la covid-19 y las tensiones raciales. El presidente de EEUU volvió a combinar patriotismo y retórica antisocialista para trazar un apocalipsis si es que el candidato por el Partido Demócrata Joe Biden, a quien calificó como una “marioneta” de la “izquierda radical”, llega al poder el 3 de noviembre. “Esta elección decidirá si salvamos el sueño americano, o si permitimos que una agenda socialista demuela nuestro precioso destino”, dijo el mandatario, flanqueado por banderas estadounidenses en un imponente estrado montado en los jardines de la Casa Blanca. “Biden es débil”, dijo sobre el exvicepresidente de Barack Obama. “No es el salvador del alma de Estados Unidos (…) y si se le da la oportunidad, será el destructor de la grandeza estadounidense”, afirmó.

La segunda nominación del republicano, de 74 años, llega en medio de muchas crisis como ha señalado el pensador estadounidense Noam Chomsky “crisis sanitaria, económica y social sin precedentes”, a la que el autor de Estados Fallidos le suma la crisis atómica “más cerca que en la época de la Guerra Fría” y la del medio ambiente. Con unos 180.000 muertos por convid-19, 10,2% de desempleo, y masivas manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial, las cifras se han extrapolado en las condiciones actuales en el que cualquier resultado es posible. Rezagado en las encuestas, Trump se presentó como el único líder capaz de velar por los estadounidenses. “Nadie estará a salvo en el Estados Unidos de Biden”, aseveró el republicano quien no dejó de emplear un tono arrogante; familiarizado en su administración. Las malas noticias de su administración sobrevinieron tras el primer brote del nuevo coronavirus al que tardó en aceptar como un enemigo letal. Trump perdió mucha empatía con el elector y, lo que pretende ahora es achicar las cifras mientras decrece la emergencia sanitaria para recuperar el terreno perdido rumbo a la Casa Blanca. El tiempo se acorta en todos los sentidos. “Produciremos una vacuna antes de que finalice el año, ¡o tal vez incluso antes!”, dijo buscando la remontada. “Derrotaremos el virus, acabaremos con la pandemia y saldremos más fuertes que nunca”.

Un 58,2% de los estadounidenses no aprueban el manejo que Trump hizo de la pandemia, según los medios norteamericanos más influyentes. La covid-19 estuvo casi totalmente ausente de la convención excepto por las palabras de compasión de la primera dama, Melania, quien reconoció el impacto del “enemigo invisible” y el dolor y angustia que ha generado. La otra voz que habló de la preocupación del presidente por la covid-19 fue su hija mayor y asesora, Ivanka, quien presentó a su padre en un apologético discurso en el que pidió “cuatro años más”. “Con un corazón lleno de gratitud y optimismo ilimitado” por su postulación, Trump cerró con fanfarria una Convención Nacional Republicana celebrada en gran parte en formato virtual, pero que nunca dejó de ser un espectáculo como en sus tiempos de conductor del programa de televisión The Apprentice. Fuegos artificiales y las estrofas del Ave María pusieron fin a la velada después de que, durante cuatro días, un desfile de acólitos elogió a Trump como un virtuoso económico, defensor de la vida y de Dios, y firme en la aplicación de la ley. Pero mientras Trump era aplaudido y vitoreado en un fastuoso ambiente de gala, sin distanciamiento social ni mascarillas, se podían escuchar las vuvuzelas de manifestantes del movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan), reunidos frente a la Casa Blanca para expresar su cólera y exigir la salida de Trump. En ese espado Joe Biden recordó a través de un twit que “todos los ejemplos de violencia que denuncia Donald Trump han sucedido durante su mandato. Bajo su liderazgo. Durante su presidencia”.

El candidato demócrata denunció que considera una explotación cínica de sucesos trágicos por parte del presidente. “En lugar de buscar calmar las aguas, agrega leña al fuego. La violencia no es un problema para él, es una estrategia política”, dijo en una declaración. “Y cuanto más, mejor para él”. Su compañera de fórmula, Kamala Harris, deploró que el presidente no haya cumplido con su deber de proteger a los estadounidenses. Aseguró que “siempre defenderá” a los manifestantes pacíficos, pero no a “los que saquean y cometen actos de violencia”. También advirtió contra hacer justicia por mano propia, una alusión velada al adolescente arrestado.