ETANOL la clave para escribir el nuevo futuro de energía verde

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Una de las tendencias de desarrollo en el mundo moderno son las alianzas entre los sectores público y privado. Los datos tienen cifras y suman inversiones millonarias apuntando revertir una tendencia de agotamiento de los altos precios que se han pagado por las materias primas en los últimos 10 años, dejando a Bolivia en una línea de fuego a la zaga de nuestros vecinos. Paraguay, sin ir lejos se ha convertido en el tercer exportador mundial de soja; disrupción que define el comercio en el mundo. Perú es el primer productor de paltas en el mundo.

 

Las políticas en el orden de la Alianza Privados y Públicos APP han permitido en estos dos países alimentar esperanzas de que las materias primas no renovables pueden ser sustituidas avizorando nuevas tendencias para consolidar negocios millonarios.

RÁPIDOS Y AUDACES

La producción de etanol requiere ensanchar la frontera agrícola de caña de azúcar, materia prima para el energético. Están comprometidos los ingenios azucareros de Santa Cruz y es probable que se sume al pacto el Ingenio de San Buenaventura ubicada al Norte del Departamento de La Paz. Los empresarios agroindustriales son un pilar fundamental en la visión de cualquier Gobierno para ampliar sus metas de desarrollo.

“El principal factor son las sintonías y se puede avanzar mucho en grandes proyectos de desarrollo”, aseguran los empresarios del Oriente. “Queremos convertirnos en la locomotora del desarrollo nacional. Desde aquí nos encargamos en generar el 80% de la demanda de alimentos de Bolivia. Si se nos da la oportunidad, vamos a convertirnos en un factor clave para cambiar la matriz del aparato productivo nacional”, aseguran.

ARTICULACIÓN DE ACUERDOS

Hay nombres como articuladores para gestar acuerdos APP, por un lado Luis Barbery, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia CEPB, y de la Corporación UNAGRO y, por otro, en ministro de Planificación para el Desarrollo Branko Marinkovic, a pesar de haber vivido estos últimos años en Brasil, no ha dejado de tener una mira puesta en los negocios sustentables. Otro joven empresario impulsor de las economías limpias es Erick Saavedra que en la actualidad tiene a su cargo la gerencia de la firma automovilística TOYOSA S.A. El joven empresario ha señalado que el Gobierno debe impulsar cuanto antes proyectos energéticos alternativos a los carburantes. “La gente vivirá más sana y sin enfermedades modernas comunes por la falta de oxígeno puro”, apunta.

LA REVOLUCIÓN DEL ETANOL

Mucho se ha dicho pero muy poco se conoce respecto al etanol, otro de los grandes proyectos en los que se está poniendo a andar una estrategia que va por varios frentes por su alcance. Cuando el anterior Gobierno anunció el lanzamiento de la Gasolina Super Etanol 92 se escucharon protestas que reclamaban que la mezcla reduciría la vida útil del motor de sus vehículos. Apuntaron la crisis de los hidrocarburos y se apuraron en señalar que el Gobierno estaba desesperado en generar mayor cobertura disminuyendo la importación de gasolina.

El gerente de TOYOSA S.A. dice que la mezcla es muy beneficiosa porque aumenta el octanaje del motor. “Es donde Bolivia debería apuntar para depender menos de la importación de gasolina. El Estado ahorraría mucho si impulsaría la producción de alcohol anhidro (ETANOL)”, refiere. Se hablan de inversiones en el orden de los US$ 1.600 millones. En marzo del año pasado el sector cañero, empresarios privados de Santa Cruz y el Ministerio de Energía habían firmado acuerdos para asegurar la producción de 80 millones de litros del “combustible verde”.

Los agroindustriales cruceños anunciaron casi al finalizar el pasado año millonarias inversiones para potenciar una solución a los derivados del petróleo que han fomentado una sangría en la economía nacional. Bolivia subvenciona el carburante a razón de 6 litros por 10 que se consumen en el mercado interno. Le cuesta al Estado alrededor de US$ 550 millones al año. Esa cifra podría reducirse a la mitad en caso se generan las condiciones para ampliar la frontera agrícola de caña de azúcar. Los ingenios comprometidos han realizado inversiones en el orden de los US$ 135 millones en plantas y en la construcción de obras civiles.

“Los minerales y los energéticos fósiles han entrado en un proceso de agotamiento, es hora de trazarnos nuevos objetivos y desarrollar nuestra propia matriz productiva de pendiendo menos de las muchas crisis que vivimos”. Crisis del petróleo, crisis del gas, crisis de la minería, deberían ser palabras que vayamos olvidando en nuestro vocabulario”, insisten.

Con datos aportados del sector agroindustrial el área de influencia de plantaciones de caña disparó en el último ciclo de siembra de 137.000 hectáreas a más de 150.000. Luis Barbery precisó que hay la Ley de Aditivos de Origen Vegetal promulgada por la pasada administración de Gobierno establece la producción, almacenaje, transporte, comercialización y mezcla de aditivos de origen vegetal para reemplazar gradualmente la importación de insumos y diésel oil, que permitirá un ahorro de US$ 250 millones de insumos hasta 2025. Además de los efectos favorables de esta nueva economía en el incremento del PIB nacional e industrial.

INVERSIONES DE LOS INGENIOS AZUCAREROS

UNAGRO, ha invertido más de US$ 15 millones para poner a andar una moderna planta deshidratadora de etanol con una capacidad de producción de 300.000 litros por día y la cogeneración de energía eléctrica capaz de generar electricidad a partir del vapor con una amplitud de 40 megavatios por hora. Los otros ingenios han sido tan audaces como UNAGRO. El ingenio sucroalcoholero AGUAÍ ha apostado con una inversión de US$ 10 millones en una planta deshidratadora y un tanque de almacenamiento. Los conocidos ingenios GUABIRA y LA BÉLGICA recorren similar camino. El primero ha desplegado en años anteriores esfuerzos para generar una inversión cercana a los US$ 32 millones para ampliar tierras de cultivo y la instalación de una planta deshidratadora. Entretanto, La Bélgica se encuentra en una fase de consolidar sus proyectos con una inversión por encima de los US$ 40 millones en los mismos objetivos.

Estas cuatro plantas con instalaciones de última generación se han puesto en la vanguardia y son consideradas las precursoras de escribir una nueva historia del ciclo productivo de energía limpia y renovable que suman un decidido aporte al desarrollo nacional.