Las fricciones cercan al MAS y a los seguidores solo los unen las elecciones

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Foto: EFE

La dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB) marginada; resoluciones de federaciones prohibiendo el ingreso a operadores del exvicepresidente, Álvaro García Linera; reclamos por congresos sectoriales pospuestos; observaciones al binomio presidencial y la voz decisiva que viene desde Argentina muestran que el interir del Movimiento Al Socialismo (MAS) no es una taza de leche en este momento.

No obstante, los dirigentes campesinos y partidarios aseguran que, pese a todos esos problemas, apoyarán a los dos candidatos elegidos para terciar por la Presidencia en los comicios del 18 de octubre.

La dirigencia del MAS admitió que existen fricciones, pero asegura que pese a todas las observaciones, en el momento del voto todos respaldarán a Luis Arce y David Choquehuanca, “primero macanaku después munanaku” (primero nos peleamos y después nos queremos), así graficó el jefe de bancada del MAS en el Senado, Omar Aguilar, los problemas internos y dijo que en el MAS se reúnen las organizaciones para solucionar sus problemas.

En el frente campesino del Pacto de Unidad, los dirigentes acusan a “algunas personas interesadas”, en crear el malestar interno y apuntan a los operadores del ex vicepresidente, Álvaro García Linera que trabajan en esferas del Legislativo.

Y el dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos (Csutcb), Teodoro Mamani, no tiene temor en señalar a uno de ellos, Diego Pary, que estaba trabajando en la Vicepresidencia. Después de la denuncia pública que se hizo renunció a ese cargo.

“Con el hermano Diego Pary no, porque él ha sido quien ha invitado a la OEA para que haga la auditoría y por su culpa ha sido el golpe de Estado en Bolivia“, acusó el secretario general de la Csutcb.

El ex ‘vice’

“Traidor”, “oportunista” fueron los calificativos que usaron los dirigentes del Pacto de Unidad cuando se refirieron al ex vicepresidente, Álvaro García Linera a quien consideran responsable de la caída de Evo Morales y advirtieron que no permitirán el resurgimiento de sus operadores. Por otro lado, consideran también traidores a los dirigentes de la COB.

“Nosotros estamos molestos (…) con (Álvaro) García Linera, quizás a través de sus ministros viceministros, que él ha manejado, ha hecho caer a nuestro Gobierno. Por eso, las organizaciones han sacado resoluciones a través de sus federaciones y no permitiremos a los exministros o exviceministros de antes que vuelvan a ser candidatos o quieran ser ministros”, dijo Mamani.

Su colega, Teófilo Mamani, afirmó que la gente del exvicepresidente aprovechó todos los espacios y el apoyo que daban los sectores campesinos a Evo Morales.”En el caso de Álvaro García tenemos que ser sinceros, en cualquier línea política, en agrupación siempre hay gente oportunista, eso tenemos que ser sinceros y no tenemos por qué ocultar”, acusó.

Según la dirigencia, García Linera no reconoce la estructura y organicidad del MAS, tiene su propio bloque dentro del masismo y coloca a su gente en puestos clave. El ex viceministro de Comunicación, Sebastián Michel, es uno de los delegados ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE); mientras que el ex ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez es el apoderado de Evo Morales en los procesos que enfrenta.

Los dirigentes mencionaron que a los únicos abogados que conocieron desde un principio eran Carlos Soruco y Héctor Arce, que siempre trabajaron con Morales. Soruco fue durante muchos años el delegado titular ante el TSE por el MAS y en este tiempo fue desplazado por Michel y Chávez.

El binomio

A las pugnas y acusaciones los dirigentes sumaron las críticas al binomio masista, además de la razón de su composición. De acuerdo con la explicación de los dirigentes, la militancia del área rural eligió a Choquehuanca como candidato presidencial y exigieron que esa nominación sea respetada.

Pero les dijeron que el voto duro del MAS está precisamente en el área rural y que el único modo de llegar al voto citadino y al de clase media era designando a un candidato tecnócrata como Arce.

“Sí, las decisiones han venido por otro lado eso, tenemos que ser sinceros, pero este no es el momento de pelearnos por esas cosas, por eso hay un apoyo contundente a nuestro binomio”, admitió Froilán Mamani, dirigente campesino.

Pero no solo es el voto ciudadano lo que relegó a Choquehuanca. En el MAS recordaron que Evo Morales tiene presente que el actual candidato a vicepresidente “tiene su pecado”. Este “pecado” se remonta hasta las elecciones de 2014 cuando el entonces canciller dirigió la campaña en La Paz.

Fue bajo su mando que perdieron la Gobernación y los dos municipios más importantes de La Paz, con Felipa Huanca, Guillermo Mendoza y Édgar Patana como candidatos. Dicen que Morales jamás le perdonó a su “hermano” que no tuvieran una victoria en regiones consideradas estratégicas por el Gobierno. De ese modo, ven a Choquehuanca como un “candidato perdedor”.

El binomio

En el caso de los congresos pospuestos, el dirigente Teófilo Mamani cuestionó la continuidad de dirigentes regionales que permanecen en sus cargos desde hace más de dos años, cuando sus reglamentos indican que no pueden permanecer ese tiempo.

El 2 de septiembre, los campesinos de las 20 provincias paceñas emitieron una resolución en la que desconocen al presidente del MAS en La Paz, Guido Varela y piden a la dirección nacional del partido se releve a esta persona con otro dirigente: Froilán Chura. Advierten que de no ser escuchados iniciarán sus medidas de presión.

La diputada Clery Vargas, considerada como “disidente” del masismo, acusó a Varela de irregularidades en la nominación de candidatos.

Dijo que fue el propio Varela quien se puso en tercer lugar como senador por La Paz. De acuerdo con las listas entregadas por los delegados del MAS, este dirigente figura como tercer senador por el departamento sede de gobierno.

Pero los problemas no solo son en la departamental, sino también en El Alto, donde hay dos dirigentes regionales que no pueden convocar a las bases y menos movilizar a la gente para la campaña. “Si usted viene a la ciudad de El Alto verá que no hay campaña y están seguros que ganarán”, precisaron.

El Alto

La mayoría de las reuniones de la dirigencia del MAS, por no decir todas, con los candidatos, se realizaron en la ciudad de El Alto, que se convirtió en el bastión del binomio. Un mercado campesino ubicado en la zona Santa Rosa, al este de esa ciudad, alberga los encuentros masivos que organizan.

En esa ciudad tienen dos apoyos muy fuertes, los presidentes de las dos cámaras legislativas, quienes ya trabajan en el proyecto subnacional, afirmaron los dirigentes. Ambos pugnarán por la Alcaldía de El Alto.

El pacto de unidad margina a la COB y éstos dicen que nunca fueron masistas

“Coordinamos en lo orgánico, no en lo político”, así resumió el dirigente campesino, Teodoro Mamani, la relación que existe entre el Pacto de Unidad y la Central Obrera Boliviana (COB, que en el último conflicto social aparecieron juntos en todas las conferencias de prensa.

Hay un problema de origen, el 10 de noviembre de 2019, cuando el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi le pidió la renuncia a Evo Morales. Dos semanas después Huarachi acudiría en compañía de los dirigentes del MAS a las mesas de pacificación en Palacio de Gobierno.

Nueve meses después de pedir la renuncia, convocaría a un bloqueo de caminos junto con los dirigentes masistas del Pacto de Unidad.

“Lo único que hay es un acuerdo de afiliados, del Pacto de Unidad como son los campesinos, los interculturales que son nuestros afiliados, con ellos evidentemente en el bloqueo hubo un acercamiento para que de una vez haya elecciones y tengamos autoridades legítimas.

Eso ha sido, pero en el tema de lo que se dice apoyar a alguien no hay ninguna nota que haya salido de la COB“, aseguró el dirigente cobista Nicanor Baltazar.

Los campesinos le exigieron a Huarachi la convocatoria urgente a un congreso para elegir a un nuevo comité ejecutivo porque el mandato fue prorrogado porque el MAS estaba en el Gobierno y declararon un “silencio dirigencial“, que significó paralizar los ampliados y los congresos hasta después de las elecciones de 2019, luego vinieron los problemas y ahora la pandemia del coronavirus.

Para el exministro de Aguas, Abel Mamani, es obvio que no exista ningún respaldo de la COB al MAS porque los dirigentes nunca declararon que eran masistas, aunque se integraron sin pudor al Consejo Nacional por el Cambio (Conalcam) que fue la primera instancia en desintegrarse tras la renuncia de Evo Morales.

“No existe pugna alguna, no existe la más mínima pugna, toda vez que las movilizaciones, cómo es de conocimiento público, las lanzó la COB y el Pacto de Unidad acató la medida. El Pacto de Unidad es afiliada a la COB, como son los mineros o los fabriles“, argumentó Mamani.

Los dirigentes del MAS sonríen cuando se habla de Huarachi y su participación en los últimos tiempos y aseguran que Evo Morales no quiere saber del ejecutivo cobista y esperan que pronto se convoque a Congreso donde elegirán a un nuevo comité ejecutivo.