Los hidrocarburos, un mal necesario para la transición a las energías verdes

France 24
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Hidrocarburos. Plataforma petrolera. Escocia
Foto: REUTERS - POOL New

En Aberdeen, conocida como la capital petrolera de Europa, localizada en una punta del mar del norte en Escocia, se puede ver la transición que ha empezado la industria de hidrocarburos.

Aquí conviven el presente y lo que puede ser el futuro: la enorme infraestructura petrolera y las imponentes turbinas de aire instaladas en mar abierto que producen energía eólica.

Para proteger el planeta se requieren urgentemente fuentes más verdes de energía que reemplacen a las actuales, pero los expertos con los que habló France 24 aseguraron que la dependencia de un sin número de industrias y de los ciudadanos de los hidrocarburos haría que incluso en el futuro se requiera un grado de estos.

Recuerdan que el petróleo y el gas no solo se usan para producir energía, gasolina para todo tipo de aviones y vehículos o para calentar las casas en los inviernos, sino para un sinfín de productos y bienes de la industria petroquímica.

“Siempre necesitaremos un cierto grado de hidrocarburos para hacer pasta de dientes, para nuestros medicamentos, para fabricar nuestros iPhones, para fabricar nuestros televisores, para los plásticos de nuestros automóviles. Necesitaremos hidrocarburos”, afirma el director del Energy Transition Institute de la Robert Gordon University, Paul de Leeuw.

Resaltan los expertos que el Reino Unido, aunque produce hidrocarburos, no es autosostenible. Actualmente, importa más del 50% del gas que necesita.

“No podemos apagar la industria petrolera de la noche a la mañana”

El gran objetivo de la cumbre COP26, que se celebrará en Glasgow, Reino Unido, entre finales de octubre y principios de noviembre, será pasar de los anuncios a los resultados, lo que significa adoptar medidas que reduzcan las emisiones de carbono y el uso de combustibles fósiles.

Eso pasa, necesariamente, por convencer a todos los países, especialmente a China y a la India, de asumir compromisos concretos para reducir sus emisiones, generadas en gran medida por la industria, a pesar de que China, por su parte, ya ha establecido objetivos ambiciosos en esa dirección.

Pero los expertos advierten que una transición entre fósiles y energías renovables será más que necesaria.

“La realidad es que vamos a necesitar petróleo y gas durante décadas porque no hay alternativa que llene ese vacío”, asegura Maggie McGinlay, directora ejecutiva de Energy Transition Zone (ETZ) en Escocia.

McGinlay agrega que “esa transición debe gestionarse, debemos continuar la producción de petróleo y gas mientras enfocamos y aceleramos los esfuerzos para desplegar las turbinas en el mar para desarrollar el hidrógeno verde y azul y desarrollar la capacidad de captura de carbono”.

Reino Unido sigue dependiendo altamente del petróleo

Las organizaciones protectoras del medio ambiente, científicos y ambientalistas le han pedido al Gobierno británico que no siga entregando licencias para la extracción de los hidrocarburos que han sido descubiertos recientemente en territorios vírgenes en aguas escocesas.

Actualmente, más del 70% de la energía primaria que se necesita para que el país pueda funcionar, como actualmente lo hace, proviene del petróleo y el gas.

“Lo que ha estado sucediendo en los últimos días es que bastantes industrias, así como los hogares, dependen del gas en particular y están muy ansiosos por obtener más gas, por lo que, si tenemos campos de gas sin desarrollar, ¿no deberíamos desarrollarlos?”, se pregunta el reconocido profesor de economía del petróleo de la Universidad de Aberdeen Alexander Kemp.

Por lo que para los expertos consultados en Aberdeen no hay duda, se debe seguir permitiendo la exploración del petróleo y gas, pero de una manera responsable, utilizando toda la tecnología disponible para que sea lo más amigable con el medio ambiente.

“Si no lo producimos nosotros mismos, tendremos que importarlo”, insiste de Leeuw.

Por su parte, la directora de ETZ afirma que importar hidrocarburos de otros países puede ser contraproducente porque su transporte en sí generaría “una mayor huella de carbono en general y eso no es bueno para el medio ambiente”, resalta McGinlay.

El paso a las energías verdes, una meta que se está quedando corta

Ahora que la transición entre combustibles fósiles a más limpias y verdes ha empezado en el mundo, y Aberdeen, en Escocia, es ejemplo de ello, los expertos exigen que esta industria desarrolle fuentes alternativas rápidamente.

Aquí en Aberdeen, la industria que empezó a transitar el camino más verde, le ha pedido al primer ministro, Boris Johnson, que apruebe el proyecto de captura y almacenamiento de carbono para retirarlo de la atmósfera o antes de que llegue a ella y almacenarlo en el subsuelo.

La directora de Uplift, la abogada especializada en medio ambiente Tessa Khan, en entrevista con France 24, propone una mayor inversión de Gobiernos y de empresas privadas para financiar fuentes de energía verde.

“Todos los compromisos que el gobierno (británico) ha asumido hasta ahora están muy por debajo de sus propios objetivos de aumentar, por ejemplo, la generación de energía eólica, invirtiendo en tecnología de almacenamiento”, afirma Khan.

Quien agrega que “si la industria de los combustibles fósiles se toma realmente en serio la transición a convertirse en una industria de energía renovable, entonces necesitan reducir sus activos de combustibles fósiles existentes y orientar toda su inversión y sus gastos hacia industrias renovables y simplemente no lo están haciendo en este momento”, indica.

Los expertos coinciden en que mientras la transición se concreta, en el futuro una mezcla de energías verdes con fósiles sería necesaria.

El consumo ciudadano, entre los principales factores a transformar

A juicio de Alexander Kemp, la reducción de emisiones está directamente relacionada con el comportamiento individual de la sociedad.

“La contribución de emisiones de los productores es de alrededor del 3 o 4% de las emisiones totales en el Reino Unido. El resto proviene de nosotros, los consumidores, con nuestros automóviles, calefacción y electricidad en nuestras casas. Ahí es donde viene la gran contaminación. Por lo tanto, el foco de atención debería estar en tratar de reducir ese consumo porque eso tendrá un efecto mayor en la reducción de emisiones”.

Las conversaciones de los líderes mundiales y de los expertos durante las dos semanas de la cumbre COP26, en Glasgow, a menos de tres horas de Aberdeen, serán también exitosas si logran adoptar políticas públicas que promuevan el involucramiento individual en el cuidado del planeta.