“La recesión sería inevitable sin petróleo ruso” asegura la reserva federal de Dallas
Es probable que la economía mundial no pueda evitar una recesión si no se reanudan este año las exportaciones energéticas rusas, según un estudio realizado por economistas del Banco de la Reserva Federal de Dallas.
“Si la mayor parte de las exportaciones energéticas rusas están fuera del mercado durante el resto de 2022, parece inevitable una recesión económica mundial”, escribieron los economistas Lutz Kilian y Michael Plante en un artículo publicado el martes 22 por la Fed de Dallas. “Esta desaceleración podría ser más prolongada que la de 1991”.
Los autores trazaron un paralelo con la recesión mundial de 1991, desencadenada por la invasión de Kuwait por parte de Irak el año anterior, que provocó un choque en el suministro de petróleo. En ese entonces, Arabia Saudita mitigó parcialmente el impacto al comprometerse a aumentar la producción, lo que ayudó a garantizar lo que los investigadores llamaron “solo una breve recesión en Estados Unidos”, que duró menos de un año.
La negativa de las instituciones financieras a apoyar las exportaciones de energía rusa ha sido el principal hecho que pone en riesgo esos envíos, escribieron los economistas de la Fed de Dallas. “Este resultado fue en gran parte inesperado, ya que las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea originalmente excluyeron deliberadamente las exportaciones de energía rusa”.
Esquemas de pago del petróleo
Reemplazar ese suministro puede ser un desafío, dado que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos han señalado que no brindarán alivio, dijeron los investigadores. También destacaron que los productores de shale de los Estados Unidos están “limitados por los cuellos de botella de la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y la insistencia de los inversionistas en la disciplina de capital”.
“Hay indicios de que algunos países importadores de petróleo están explorando esquemas de pago alternativos que evitan el uso de créditos comerciales, eluden las sanciones financieras actuales o dependen de monedas alternativas”, lo que podría ayudar a aliviar el golpe causado por las dificultades financieras, escribieron Kilian y Plante.
Sin una respuesta de la oferta, la caída de las exportaciones rusas provocará un golpe inflacionario que comprimirá el gasto, según los autores.
“A menos que se pueda contener el déficit de suministro de petróleo ruso, parece necesario que el precio del petróleo aumente sustancialmente y permanezca elevado durante un largo período para eliminar el exceso de demanda de petróleo”, escribieron. “Es probable que esta destrucción de la demanda se vea favorecida por el efecto recesivo de los precios más altos del gas natural y de otros productos básicos, especialmente en Europa”.