Putin advierte de que no parará su ofensiva en Ucrania hasta controlar Donbás

El País
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Foto: AFP

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha remarcado que su gran objetivo en Ucrania es “ayudar a la gente de Donbás”, la región del este del país donde concentra ahora Rusia sus ataques. El mandatario, que el 24 de febrero ordenó a sus tropas emprender un ataque contra Ucrania por tres frentes que incluían también Kiev desde el norte y Járkov desde el noreste, ha subrayado este martes que en su primer anuncio de la guerra fijó como meta ayudar a los separatistas prorrusos de la zona oriental de Ucrania, y ha advertido de que no parará hasta lograrlo.

“Así será, no hay duda”, se ha reafirmado Putin acompañado del presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, durante una visita al cosmódromo Vostochni, situado en el óblast (provincia) oriental de Amur, junto a la frontera china. El mandatario aseguró además que se trata de unos objetivos “muy claros y nobles”.

“Nuestros oficiales participan en una operación militar especial en Donbás, en Ucrania, donde ofrecen su ayuda a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Actúan con valentía, de manera competente, y utilizan eficazmente las armas más modernas”, agregó Putin.

El alto mando ruso rebajó sus objetivos el 25 de marzo. O al menos oficialmente. Tras un mes de combates estancados en todos los frentes, desde la batalla por la capital al asedio de la ciudad costera de Mariupol, el ministerio de Defensa ruso anunció que se centraría en la región de Donbás y ordenó la reorganización de sus tropas mientras continuaban las negociaciones con Kiev. Tras este repliegue, se conocieron matanzas como las de Bucha e Irpin, y los últimos ataques se han centrado en la ciudad de Dnipró, un nodo de comunicaciones clave para aislar del resto del país a las tropas ucranias que defienden Donbás.

El presidente ruso ha insistido este martes en la retórica del Kremlin de que Ucrania está controlada por extremistas, un discurso que ha tenido más calado en la población rusa que otros de los muchos pretextos ofrecidos por Moscú durante estos meses, como la supuesta amenaza de la OTAN.

“Ucrania, por desgracia, ha comenzado a convertirse en un punto de apoyo antirruso. Los brotes de nacionalismo que había allí desde hace mucho tiempo han comenzado a crecer (…) y el neonazismo, por desgracia, se ha convertido en un aspecto relevante de un país bastante grande cercano a nosotros”, aseguró Putin, que justificó su ofensiva con que “un choque con estas fuerzas era inevitable para Rusia”.

“Lo que hacemos, por un lado, es ayudar a la población, salvar a la gente; y por otro, estamos tomando medidas para garantizar la propia seguridad de Rusia”, añadió el presidente ruso.

Contradicciones

Sin embargo, su propio ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, afirmó un día antes que la campaña militar tenía unos objetivos diferentes. “Nuestra operación militar especial está destinada a poner fin a la expansión temeraria y al curso imprudente de la dominación total de EE UU y, bajo ella, del resto de los países occidentales en el ámbito internacional”, apuntó el diplomático.

Respecto a las sanciones, Putin advirtió de que su país no quedará separado del resto del planeta. “No nos vamos a aislar y es imposible apartar a alguien en el mundo moderno. Con un país tan grande como Rusia es imposible”, añadió.

Putin y Lukashenko viajaron hasta la región de Amur con motivo del Día de la Cosmonáutica. En su visita a las instalaciones de la agencia espacial Roskosmos, el mandatario ruso prometió que el país retomará su programa Luna-25 pese a las sanciones. El objetivo de esta misión es enviar una sonda al polo sur del satélite para investigar la posible presencia de compuestos orgánicos, y tiene un gran carácter simbólico por continuar casi medio siglo después el programa Luna-24 soviético.

“Cumplimos el deseo de nuestros antepasados de seguir adelante pese a las dificultades y los intentos externos de pararnos. Seremos persistentes para cumplir todos nuestros planes, y continuaremos trabajando en la creación de una nave de nueva generación y otras tecnologías para la propulsión espacial y nuclear, donde tenemos un buen punto de partida”, dijo el presidente ruso a los trabajadores de Roskosmos.