Récord de refugiados: 100 millones de personas huyen de las guerras y el cambio climático

France 24
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Foto: EPA

El 20 de junio es la fecha internacional que conmemora a los refugiados. Tras la invasión de Rusia a Ucrania, más de cinco millones de ucranianos han abandonado su país y cerca de siete millones son desplazados internos. Asimismo, el calentamiento global y el hambre son otras de las causas del aumento del número de refugiados en la última década.

Este siglo ha estado marcado por el desplazamiento forzado. Tan solo del 2011 al 2021, la cifra de refugiados se duplicó de 43 millones a 89 millones debido a múltiples conflictos armados como las cruentas guerras en Siria y Yemen, o conflictos étnicos en el continente africano y el sudeste asiático; pasando por la inestabilidad política y económica en países como Venezuela.

La guerra en Ucrania tras la invasión rusa llevó a que en 2022 el mundo batiera récord, registrando un total de 100 millones de refugiados.

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El alto comisionado de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, viajó en esta jornada a Costa de Marfil, país ejemplar en la lucha por el retorno de refugiados, gracias al regreso del 96 % de ellos.

Desde allí, Grandi llamó la atención a los líderes mundiales y afirmó que “el mundo tiene que elegir entre sumar esfuerzos para revertir la tendencia de persecuciones, violencia y guerras, o bien, aceptar que el legado del siglo XXI será el incesante desplazamiento forzado”.

A pesar del conflicto en Ucrania, el país del que más personas han huido al extranjero sigue siendo Siria con 6,8 millones, seguida de Venezuela y Afganistán. Esta salida forzada implica una recepción, y los países que encabezan la lista de acogida son Turquía con casi cuatro millones, la mayoría provenientes de la vecina Siria; Colombia, con cerca de dos millones de venezolanos; Uganda, con 1,5 millones de congoleños, y Pakistán con más de un millón de afganos.

Un incremento que no da abasto

Aunque las demandas de asilo se dirigen en su mayoría a Estados Unidos y Alemania, uno de cada 10 refugiados se instala en países en vías de desarrollo, que tienden a ser los más cercanos a sus países de origen. La recepción de refugiados requiere del esfuerzo conjunto de los Estados, los organismos internacionales y las organizaciones no gubernamentales (ONG) en la protección de los derechos humanos, y también en el despliegue económico que permita una acogida digna.

Sin embargo, la inversión no ha sido suficiente frente a las demandas actuales y el dinero no alcanza, según David Beasly, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA): “Nos vemos obligados a tomar la desgarradora decisión de reducir las raciones de alimentos para los refugiados, que dependen de ellas para sobrevivir”.

La población más afectada por estos recortes es la infancia. ACNUR estima que el 30% de los refugiados son niños y niñas. A su vez, el continente más golpeado es África donde las raciones de comida ya se han reducido en países atendidos por el PMA como Kenia, Sudán del Sur, Uganda y Etiopía.

Justamente es el hambre una de las mayores causas de desplazamiento forzado en el mundo, debido a que las naciones que viven guerras generalmente se ven afectadas en sus fuentes de suministro de agua y comida. En el 2021 el 67 % de los refugiados provenían de países con crisis alimentaria.

Guerra en Ucrania, más allá del 24 de febrero

En el mes de febrero Vladimir Putin, presidente de Rusia, anunció la invasión a Ucrania, que desató una profunda crisis migratoria en Europa como nunca antes desde la Segunda Guerra Mundial. Pero antes del estallido de este conflicto, los ucranianos venían sufriendo las consecuencias de una guerra civil en el Donbass, región oriental del país, desde el 2014.

A finales del año pasado ya eran 850 mil las personas que tuvieron que desplazarse a otras partes de Ucrania para escapar de los intensos combates entre las fuerzas separatistas pro rusas y el ejército ucraniano. Asimismo, los ucranianos necesitados de ayuda humanitaria casi alcanzaban la cifra de tres millones. La invasión rusa fue la gota que rebosó la copa, produciendo que el desplazamiento ya no solo fuera interno, sino también hacia países vecinos.

Los principales destinos de los refugiados ucranianos han sido el propio país agresor, Rusia, y Polonia, ambos con más de un millón. Les sigue Alemania con 780.000 y República Checa con más de 300.000. Dentro de Ucrania, el 26% de los desplazados se registra en el oeste del país, la región menos afectada por la guerra, y en el este, porque al ser la zona más sumergida en el conflicto hay un gran desplazamiento de pobladores locales que huyen de una ciudad a otra.

A diferencia de otros procesos migratorios, la Unión Europea ha reaccionado rápidamente y países como Hungría y Polonia, que históricamente habían cerrado sus puertas a los refugiados provenientes de Oriente Medio, hoy acogen a la población ucraniana.

Las víctimas del cambio climático: los “nuevos” refugiados…

“El cambio climático es la crisis que define nuestra época”, así califica la ACNUR el desplazamiento forzado que se está generando por desastres naturales. Cada año, 20 millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares por causa de fenómenos como inundaciones o sequías prolongadas. Los países más afectados se encuentran en el hemisferio sur del planeta, muchos de los cuales ya son víctimas de conflictos políticos y económicos.

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Rachmat Witoelar, exministro de Ambiente de Indonesia, asegura que en el 2050 las condiciones climáticas serán extremas y que producto de ello “las 17 mil islas del país con sus costas inmensas serán tragadas por el mar”. Estas declaraciones se suman al informe elaborado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, según el cual, si no se combate el calentamiento global, habrá más de mil millones de refugiados climáticos de aquí a tres décadas.

Aun así ACNUR no reconoce a las personas desplazadas por razones climáticas como refugiados, si no hay un vínculo con razones políticas, sociales o económicas.