Tras encarcelar a Ghislaine Maxwell el FBI va detrás del príncipe Andrés

Por Perfil
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Maxwell Ghislaine
Foto: AFP

Los abogados de las víctimas pidieron que el hijo de la reina Isabel II y otros poderosos “sean el próximo objetivo” de las investigaciones.

La amiga de Andrés, Ghislaine, fue condenada a 20 años de prisión por la denuncia de una mujer que también demandó al príncipe. Los abogados que representan a las víctimas de abuso sexual de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell pidieron al FBI que no detenga sus investigaciones y que investigue a otras personas asociadas con la pareja, incluido el príncipe Andrés de Inglaterra.

“Esperemos que sean el próximo objetivo”, dijo el abogado Brad Edwards, quien representó a la víctima de Epstein, Virginia Roberts Giuffre, en su demanda civil por abuso sexual extrajudicial ahora resuelta contra el hijo de la reina Isabel II..

Estos comentarios fueron repetidos por otro abogado, Spencer Kuvin, quien representa a varias de las otras víctimas de Epstein que lograron llevar a juicio a Maxwell.

“Obviamente, Andrés es uno de los objetivos que estarán investigando. Definitivamente debería estar preocupado, pero… si no hizo nada malo, entonces que se presente y cuente la historia completa al FBI, no a los medios”, dijo, citado por el diario The Mirror. “Hacemos un llamado al FBI para que investigue a fondo al príncipe Andrés. El caso civil de Virginia Giuffre debería ser solo el comienzo. Todos los asociados con Epstein y Maxwell deben ser investigados cuidadosamente”, agregó la abogada Lisa Bloom, quien representa a varias otras víctimas de Epstein.

Maxwell, amiga de muchos poderosos de la política y las finanzas, fue condenada a 20 años de cárcel por participar en una red de explotación sexual y abuso de menores para Epstein a lo largo de una década. Muchos aseguran que era más que una excelente amiga del príncipe.

“Nadie está por encima de la ley”

La hija del magnate de la prensa británico Robert Maxwell, que también tiene nacionalidad estadounidense y francesa, no reaccionó cuando la jueza Alison Nathan anunció la sentencia en el tribunal del distrito sur de Manhattan, que había generado una enorme expectación.

La jueza calificó los delitos de Maxwell de “abominables y depredadores” y dejó claro que aunque “Epstein fue central en este esquema criminal, Maxwell no está siendo castigada en su lugar ni en su representación, sino que lo está siendo por su conducta”.

Según la juez federal de distrito Alison J Nathan, el fallo tenía la intención de enviar un “mensaje inequívoco” de que tales delitos serían considerados responsables ante la ley.

“El estado de derecho exige, y este tribunal está de acuerdo, que ya seas rico o poderoso o completamente desconocido, nadie está por encima de la ley”, dijo Nathan en una velada alusión al príncipe británico y otros allegados a Epstein (entre ellos Bill Clinton, Bill Gates o Kevin Spacey).

La juez recordó ante los presentes al cierre del juicio que Maxwell “no estaba siendo castigado en lugar de Epstein”, sino por sus propios crímenes, que definió como “atroces”.

“Creo que Jeffrey Epstein fue un hombre manipulador, astuto y controlador que tuvo una vida profundamente compartimentalizada y engañó a todos los que estaban en su órbita”, lamentó Maxwell, sin poder mirar a las víctimas a los ojos.

El príncipe Andrés debería “estar temblando”, dicen desde EEUU

En diciembre pasado, cuando Maxwell, de 60 años, fue declarada culpable de cinco de los seis cargos de tráfico sexual de menores para Epstein, se citó a Bloom diciendo al periódico The Daily Mail que el príncipe Andrés “debería estar temblando”.

En enero de 2020, el entonces Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York, Geoffrey Berman, dijo que el hijo de la reina Isabel II ofreció “cero cooperación” a los investigadores estadounidenses que buscan entrevistarlo como parte de su investigación de tráfico sexual sobre Epstein.

Posteriormente, los investigadores estadounidenses solicitaron al gobierno británico que entregara al príncipe Andrés para que prestara testimonio a través de una solicitud de “asistencia legal mutua” (MLA) al Ministerio del Interior, sin pasar por el Palacio de Buckingham. Si tal solicitud recibiera la aprobación, el FBI podría pedir que se obligue al duque, de 62 años, a ir a un tribunal británico para declarar bajo juramento como testigo.

La caída del príncipe Andrés en el entramado Epstein

Epstein, un multimillonario amigo de Andrés, había sido arrestado en 2019 en EEUU a su regreso de Francia, inculpado de explotación sexual de menores y de conspiración para explotar sexualmente a mujeres menores de edad. Un mes después fue hallado ahorcado en su celda de la prisión de alta seguridad de Manhattan.

Interrogado por la BBC sobre el caso de Epstein, de quien era un amigo muy cercano, el príncipe Andrés rechazó “categóricamente” las acusaciones de Virginia Giuffre, que declaró a la televisión británica haber sido obligada a tener relaciones sexuales con él cuando era menor de edad.

Tres días después, el príncipe anunció que “pone fin a sus compromisos públicos” y desde entonces fue ignorado de la agenda de la familia real. Bajo presión de su hermano Carlos y su sobrino, el príncipe Guillermo, fue desterrado de los grandes eventos de la realeza hasta el día de hoy.

En agosto de 2021, Giuffre presentó una denuncia contra el príncipe Andrés en Nueva York, diciendo que fue obligada a mantener relaciones sexuales con él cuando tenía 17 años. La policía británica vuelve a examinar las acusaciones, pero en octubre dice que no tomará más medidas.

El 12 de enero de 2022, los fiscales estadounidenses se negaron a desestimar una demanda por agresión sexual presentada por Giuffre contra Andrés y al día siguiente se le despojó de sus cargos militares bajo presión del Ministerio de Defensa británico.

En febrero, el príncipe resolvió la demanda por una suma no especificada, según un expediente judicial. La prensa británica estimó la suma en más de 14,6 millones de dólares. Como parte del acuerdo, el príncipe haría una “donación sustancial” a una organización benéfica creada por Giuffre que apoya a las víctimas del tráfico sexual.

El tercer hijo de la reina Isabel II se mantiene alejado de la vida pública como miembro de la realeza, despojado de sus roles militares honorarios y su tratamiento de “Alteza Real” desde que sus vínculos con Epstein lo implicaron en la red de tráfico de abuso sexual del pedófilo.