Los nuevos socios de la OTAN y la seguridad de Europa

Finlandia y Suiza están a paso de convertirse en los nuevos socios del Tratado Norte. Rusia ha advertido que se trata de una provocación que tendría consecuencias para la seguridad de Europa

Las advertencias del líder ruso no fueron oídas. El pasado martes, 30 países representados por sus embajadores han decidido que Finlandia y Suecia sellen oficialmente su filiación en la OTAN. No se han conocido reacciones inmediatas del Kremlin pero se considera que la adhesión de nuevos socios al Tratado, es una abierta afrenta en plena guerra, cuando Moscú considera que atomizar el bloque occidental se torna una amenaza para Rusia y para la paz mundial.

La respuesta de la adhesión de los nuevos socios se da meses después del inicio de la guerra contra Ucrania y luego de que se establecieran sanciones económicas y pirotecnias en el plano militar. La ayuda militar a Ucrania es una de las más altas que se hubieran registrado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Rusia les había advertido a los alados de que no lo hagan y les amenazó con “una respuesta técnica militar”. Es así que varios líderes europeos se preguntan en términos generales, si Europa sería un lugar más seguro o más peligroso en caso de que uno o ambos países se unieran al Tratado.

A Vladimir Putin le gusta recordar en público un momento de su juventud en el que acorraló a una rata en una habitación y esta se volvió hacia él para atacarlo. Si deciden, en este caso sin motivo, que la repentina expansión en su flanco norte presenta una amenaza existencial para la seguridad de Rusia, no se sabe exactamente cómo podría responder Moscú.

Pero el paso ha sido dado y no hay vuelta atrás. Llegados a este punto, ya solo queda un último eslabón para que concluya la novena ampliación de la OTAN, que ha transitado por el carril ultrarrápido, alentada por la invasión rusa de Ucrania. El último hito requiere de la ratificación de los protocolos en cada uno de los 30 países aliados, algo que podría aún llevar meses, pero que no debería suponer, en principio, ningún problema.

Uno de los más entusiasmados tras los acuerdos preliminares es Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza que ha manifestado que “es un día histórico para Finlandia, para Suecia, para la OTAN y para la seguridad euroatlántica”. También ha recordado que es la respuesta a la brutal invasión de Ucrania por parte de Rusia. Falta saber si el hilo no se acabará rompiendo por la parte más débil: la paz europea.