Mariana Behoteguy Chávez, nació en La Paz. Dejó Bolivia hace más de 15 años para estudiar danza. Radica en Barcelona. Trabajó para Cirque du Soleil y Dragone con el coreógrafo Jean Emille y bailarines de prestigio internacional. Asume que su arte es un grito esencial. Con ella conversamos vía zoom.
¿Cuán fácil ha sido para ti conquistar tu felicidad en una profesión que demanda constancia y mucho esfuerzo?
Seguir mi intuición, crear mi propio lenguaje me ha ayudado a construirme, no basarme solo en el tecnicismo de la danza, sino seguir mi propio camino, crear mi lenguaje de danza política, creer en mis ideales libertarios, transmitir con la danza el respeto de la tierra, antirracismo, ecofeminismo, antiespecismo, la filosofía.
Eres de las personas que se queja o no piensas en eso y sigues avanzando en tus objetivos.
Si me quejo y mucho de la injusticia, del fascismo, de la explotación de los recursos a través del monopolio del poder fáctico de las guerras, tenemos que avanzar hacia una energía renovable, volver a repensar la sabiduría de los pueblos originarios y su relación con la naturaleza, volver a la ciencia natural y el equilibrio con el cosmos. Quienes contaminan más son los ricos, debemos repensar un decrecimiento con lucha de clases.
Alguien decía que hay que alimentar el alma y transportar esa energía a una nueva vida, ¿crees que es así?
Me gusta la pregunta siento que si sanamos evolucionamos, llevamos esa energía al otro mundo. Somos energía que se mueve, y debemos cuidarnos, alimentarnos de amor, de paz sabiduría, respeto y justicia para equilibrar el daño capitalista que se alimenta de nuestros ego y miedos.
¿Cuáles son tus próximos pasos?
Estoy creando una pieza de danza que se llama “Abolición a la Guerra”, ver cómo transmitir con la danza la influencia contra la OTAN y los poderes hegemónicos y su nuevo papel global. Transmitir la necesidad de una lucha pacífica, es un reto.
¿Perteneces a alguna corporación de artistas?
Estoy con Arte sin Fronteras una colectiva internacionalista, a veces somos muchas personas y a veces más independientes, ahora trabajo con el Bailarín Ada Salio de Senegal con la obra “Sabia Tierra, respeta a la Migración”. También estoy en la compañía Enso Danza, con la dirección artística de Stephan Boko tenemos una residencia en el Casinet Hostalfrac dónde desarrollamos nuestros proyectos, ahí nació El Cascanueces Migrante que retomaremos para la nueva temporada 2022, 2023 que habla del otro lado de este ballet reconocido, habla de pueblo y no de la monarquía. Contando la historia de la migración. Con el apoyo escénico de la artista boliviana Heidi Valda, especialista en video maping.
¿El lugar dónde vives y el medio influyen tu ritmo de trabajo?
Ahora vivo en Barcelona después de la pandemia, me instalé aquí y el tejido social y la trayectoria anarquista y artística me dieron buen nido dónde poder seguir desarrollando mi arte.
¿Cómo ves el mundo desde esa perspectiva?
Veo al mundo con la necesidad de organizarnos, de volver a la tierra, con amor y respeto porque la tierra piensa, siente y crea.
¿Crees en el apoyo para alcanzar logros?
Creo que necesitamos ayuda, somos animales sociales, el apoyo mutuo es vital para conseguir tus sueños, todos necesitamos ayuda. Somos parte del mundo, la energía y el tejido social. Encontré en Barcelona una ciudad donde el apoyo mutuo existe, el primero que me apoyo es David Campos, bailarín y magnífico coreógrafo, Tiene una de las escuelas más prestigiosas de Barcelona, con Irene Sabas profesional de la danza y pedagoga, me abrieron sus puertas, y enseñan valores humanos y el arte de la danza.
¿Con quienes has trabajado de cerca?
Recientemente estuve trabajando con Jean Emille un bailarín y coreógrafo con una trayectoria internacional increíble. Se formó en la ciudad de Nueva York trabajo con Alvin Ailey School of American Ballet, Netherlands Dance Theatre 2+1, Compañía Nacional de Danza (Madrid, España). He presentado muchos espectáculos para Cirque du Soleil y Dragone. Toda esta experiencia me hace crecer como bailarina y persona, me inspira a ser una coreógrafa como la gente que admiro y creyó en mi arte. Por ello creo que necesitamos ayuda, que alguien crea en ti y te de la mano, para crecer y lograr tus metas.
¿A quién o a quiénes admiras?
Admiro a la naturaleza que sigue aguantando y resistiendo la explotación, con ello admiro a toda persona consciente de la lucha de clases y el respeto de la naturaleza y la justicia. Cómo Juana Azurduy de Padilla o Bartolina Sisa, Fran Fanon, Sankara, Lance Behoteguy Leyton. Al ser blanca mestiza me ayudaron e inspiraron a tener pensamiento crítico, todavía queda mucho por aprender.
¿Piensas volver a Bolivia?
Me encantaría volver a Bolivia y bailar mi danza política, espero se me abran las puertas y poder ir para compartir mi experiencia. Me encantaría hacer un intercambio con Bolivia y Barcelona, hablando sobre el uso y abuso de la naturaleza, la visión de la hoja sagrada de la coca y el consumo inconsciente de la cocaína en Europa y EEUU, enseñar el poder medicinal que tiene cuando se respeta la naturaleza.
Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a la Revista dat0s digital para continuar disfrutando del contenido exclusivo que tenemos para ofrecer.