Fue un periodo turbulento que vivió Bolivia entre 1978 y 1982 hasta la recuperación de la democracia con cuatro golpes de Estado de por medio y un centenar de víctimas fatales.
Una delegación del Movimiento de la Izquierda Revolucionario (MIR) se trasladó a Venezuela, donde vivía en el exilio Hernán Siles Zuazo, jefe de una fracción del MNR –dividido- este del MNR-I (Izquierda). Los jóvenes miristas se reunieron en el departamento del viejo líder de la revolución del 52 en Caracas. Al poco habían conformado la Unidad Democrática Popular (UDP). La genialidad consistió en lo que los miristas denominaron el “entronque histórico”, recoger las experiencias de la revolución nacionalista del 52´ para aplicarlas ante un nuevo escenario.
Propaganda de Banzer en La Paz
En Bolivia, el Gobierno de la dictadura de ocho años del general Banzer –convertido luego en un consumado demócrata- comenzó un declive sostenido ante el despertar de sectores populares y universitarios que alentaban una recomposición de la vida política plena; amalgamando intereses de sectores políticos y sindicales, una huelga de hambre encabezada por Domitila Chungara junto a un grupo de mujeres palliris sentenció la suerte del régimen militar forzado a convocar elecciones generales. Pero quién diría que este fue un periodo lento como el parto de los montes.
El 9 julio de 1978 el Gobierno de Banzer convocó a elecciones generales, las primeras que se realizaban desde 1966. Ganó la UDP, pero el descomunal fraude les privó a los partidos de la alianza de izquierda asumir el poder. El 20 del mismo mes, 11 días después, la Corte Nacional Electoral (CNE) decidió anular las elecciones, pero al día siguiente el general Pereda que había disputado la presidencia como candidato de Banzer por la Unión Nacionalista del Pueblo (UNP) se proclamó presidente mediante un Golpe de Estado.
A los tres meses y algo, Pereda fue depuesto por un nuevo Golpe de Estado promovido esta vez por el general David Torrelio, apoyado por sectores institucionalistas de las FFAA, cuya misión era recomponer el tejido electoral convocando a un nuevo proceso para julio de 1979. La UDP de Siles Zuazo ganó esas elecciones, pero sin los votos suficientes para asumir el cargo. Es así que el Congreso decide nombrar de manera interina a Walter Guevara Arze –ex MNR- para que sea el, quien convoque a nuevas elecciones.
A menos de tres meses de instalado en la presidencia, en noviembre de 1979, Guevara es derrotado por el coronel Alberto Natush Busch que usa la fuerza militar provocando un aparatoso Golpe de Estado con el uso de tanquetas y carros de asalto que provocan una matanza en La Paz y en otras ciudades para controlar el poder.
El Gobierno de Natush Busch duró apenas 16 días y pasó a la historia como uno de los más sangrientos tomando en cuenta el tiempo de su mandato inconstitucional. Al cabo de esos 16 días con Natush en huida, el Congreso resuelve elegir interinamente a Lidia Gueiler Tejada cuya misión es convocar a un nuevo proceso electoral marcado para el 29 de junio de 1980.
Semanas antes de la realización de esas elecciones suceden varios atentados fatales. El 21 de marzo de 1980 es secuestrado, torturado y asesinado el sacerdote jesuita Luis Espinal, director del semanario Aquí. En junio una avioneta con los líderes de la UDP cae a tierra en circunstancias poco claras. Todos los ocupantes mueren, a excepción de Jaime Paz Zamora quien sufre graves quemaduras. La avioneta pertenecía a una compañía de taxis aéreos de propiedad de Luis Arce Gómez.
AFP
En las elecciones de junio ganó la UDP, pero antes de que se ratifique su triunfo en el Congreso, Lidia Gueiler es derrocada el 17 de julio de 1980 por el general Luis García Mesa en un cruento Golpe de Estado en el que participan paramilitares extranjeros encabezados por el nazi Klaus Barbie.
El Gobierno de García Meza es en esencia represor. Se calcula unas 500 víctimas entre desapariciones forzadas, torturas y persecuciones y alrededor de 4000 detenidos según los registros de la ASOFAMB. Notable entre los muertos es el asesinato del líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, diputado nacional promotor del juicio de responsabilidades a Hugo Banzer. En enero de 1981 se produjo el asesinato de ocho líderes la dirigencia clandestina del MIR en la Masacre de la calle Harrington en La Paz. La única sobreviviente es Gloria Ardaya, posteriormente apresada y exilada.
Las luchas internas entre diferentes facciones militares sumadas a la presión de las organizaciones sindicales a la cabeza de la Central Obrera Bolivia (COB) y sectores de la izquierda nacional llevaron a que el 4 de agosto de 1981 García Meza renunciara para acceder al poder el general Celso Torrelio. En julio de 1982, el sector militar que respondía a García Meza volvió a intentar un golpe de Estado fallido en su ausencia, que provocó la caída de Torrelio Villa y su reemplazo por el general Guido Vildoso, con el mandato de comenzar a organizar la transición hacia un régimen democrático.
Tras este periodo político turbulento, el Congreso restituido reconoció la victoria electoral de la UDP de 1980 y Hernán Siles Zuazo es proclamado presidente constitucional de la República de Bolivia en 10 de octubre de 1982. Siguiendo el clima de inestabilidad que marcaría este periodo turbulento, el 6 de agosto de 1985 Siles Zuazo dejó prematuramente el cargo en medio de una crisis económica galopante.
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