Caos en Brasil: Grupos afines a Jair Bolsonaro piden golpe contra Lula

Miles de seguidores del expresidente invadieron el Congreso, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial en Brasilia.

Los seguidores del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro vivieron a su estilo la toma de los tres poderes del Estado en Brasilia, lo que fue interpretado como una copia de la acometida de los simpatizantes de su aliado el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump que en enero de 2021 trataron de impedir la nominación en el cargo del actual presidente Joe Biden, invadiendo violentamente el Capitolio lo que ha determinado que varios de los seguidores del jopo amarillo –los del grupo ultraderechista Qnon sean condenados por la justicia a purgar el delito.

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La investigación abierta en un Comité de la Cámara de Representantes también está pendiente de emitir un informe que determine el grado de participación intelectual de Trump en la toma violenta del Capitolio.

Lo que pasó ayer domingo en Brasilia es que miles de seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro que defienden un golpe de Estado para derrocar la recientemente posesionado Luis Inacio Lula da Silva, invadieron el Congreso Nacional, el palacio presidencial y la sede de la Corte Suprema en Brasilia, sin resistencia de la policía de la capital federal donde están los órganos de los tres poderes del Estado.

Desde la victoria electoral de Lula da Silva, los seguidores de Bolsonaro acamparon frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para “salvar Brasil” y deponer al nuevo mandatario, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.

Las fuerzas de seguridad no disolvieron estas concentraciones tampoco frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, en el centro administrativo de Brasilia, y desde donde este domingo marcharon hasta la Explanada de los Ministerios.

El grupo, que defiende tesis golpistas, superó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado, y algunos entraron dentro de la sede legislativa, informó la prensa brasileña.

Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso, y destruyeron barreras de protección y armados con palos enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los manifestantes.

Los partidarios del expresidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, atravesaron las barricadas policiales e irrumpieron en el edificio del Congreso nacional en una protesta dramática contra la toma de posesión de Lula da Silva la semana pasada.

Los medios de comunicación siguieron minuto a minuto los dramáticos acontecimientos y el presidente Lula en un mensaje difundido desde Sao Paulo condenó la arremetida de estos grupos de derecha y decretó intervención federal en la seguridad pública del Distrito Federal hasta el 31 de enero tras los disturbios que terminaron con la invasión del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y al Palacio del Planalto.

Se ha informado de la detención de 30 personas que serán procesadas por el Artículo 359-M del Código Penal, que prevé entre 4 y 12 años de prisión por “tentativa de destitución de un gobierno legítimamente electo”. Las impactantes imágenes, que recuerdan al asalto del Capitolio en Estados Unidos, muestran una marea humana ingresando en el edificio de arquitectura moderna, sede de la Cámara de Diputados y del Senado.