Rusia y China promueven cooperación “sin precedentes” pese a sanciones de Occidente

France 24
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Zelenski Ucrania, Xi Jinping China
Foto: AFP / Daniel Leal / Dmitry Astakhov

Mientras se prolonga la guerra que lanzó contra Ucrania, el Kremlin fortalece sus relaciones con China. El primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, arribó este 24 de mayo a Beijing donde sostuvo un encuentro con el presidente Xi Jinping y firmó una serie de acuerdos comerciales con los que Moscú apunta a fortalecer sus finanzas. Ambas potencias remarcan un frente unido contra lo que consideran el “dominio” occidental y una avalancha de medidas que tildan de“injustas”

Moscú y Beijing estrechan sus lazos, pese a la insistencia de China de mostrarse como un actor neutral en el conflicto ordenado por Vladimir Putin.

“Hoy, las relaciones entre Rusia y China se encuentran en un alto nivel, sin precedentes”, afirmó el primer ministro ruso Mikhail Mishustin tras firmar una serie de pactos económicos este 24 de mayo en Beijing, donde fue recibido con honores y sostuvo encuentros con su homólogo Li Qiang y el presidente chino Xi Jinping.

Más allá de mantener un aliado diplomático en medio del aislamiento internacional en el que se encuentra sumergido, Moscú se apoya en el gigante asiático en un intento por salir a flote de las sanciones financieras impuestas desde Occidente por la invasión a su vecino país.

Entre los acuerdos firmados este miércoles se encuentra un pacto para profundizar la cooperación de inversión en servicios comerciales y la exportación de productos agrícolas a China.

Además, se prevé un aumento del 40% de las exportaciones de energía rusa al territorio chino, según señaló el viceprimer ministro ruso Alexander Novak.

Li agregó que su Gobierno está dispuesto a trabajar con Rusia para promover su cooperación pragmática en varios campos y llevarla a un “nuevo nivel”.

Moscú busca desafiar a Occidente ante la “presión de sanciones ilegítimas”

Con la guerra en Ucrania que se prolonga y Rusia sintiendo cada vez más el peso de las sanciones occidentales, Moscú se apoya en Beijing, mucho más que su aliado, alimentándose de la demanda china de petróleo y gas. La influencia china crece a medida que se profundiza el aislamiento internacional de Moscú.

Luego de que las exportaciones de gas ruso se desplomaran por la avalancha de sanciones de Europa y Estados Unidos, China se convirtió el año pasado en el principal cliente de energía de Rusia. Una fuerte dependencia de Moscú hacia su nuevo aliado, tras décadas de desconfianza entre ambos gobiernos.

“Dado que las sanciones contra Rusia brindan nuevas oportunidades para China, no sorprende que China esté feliz de participar activa y proactivamente en términos económicos con Rusia, siempre que las relaciones que forjen no desencadenen sanciones secundarias contra China”, subrayó SteveTsang, director del Instituto de China de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) en Londres.

Y es que Beijing es el mayor socio comercial de Moscú con un comercio bilateral que alcanzó un récord de 190.000 millones de dólares en 2022, según datos de aduanas chinos.

En lo que va de 2023, el comercio entre ambas potencias ya ha alcanzado los 70.000 millones de dólares, aseguró Li, pero apunta a superar la cifra del año pasado.

“Estoy seguro de que este año lograremos la meta establecida por los jefes de nuestros estados, Vladimir Putin y Xi Jinping, de obtener una facturación mutua de 200.000  millones” de dólares, agregó Mishustin, en referencia a una meta establecida entre los dos gobiernos el pasado marzo.

El conflicto en curso se habría convertido en una oportunidad económica entre las dos partes, pero en la que Beijing, sin sanciones pese a las acusaciones de respaldar al Kremlin, tiene mayor margen de maniobra.

Mishustin destacó que la firma de los nuevos acuerdos se produjo pese a la “presión de sanciones ilegítimas” de Occidente.

Pero la presión de los aliados occidentales no muestra signos de disminuir, especialmente tras la reciente cumbre del G7 en la que las mayores potencias del mundo acordaron endurecer las sanciones contra Moscú, mientras instaron a China a presionar a Rusia para que retire sus fuerzas de Ucrania.

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Los líderes de ambos países están “unidos más por agravios e inseguridades compartidas que por objetivos compartidos (…) Ambos están resentidos y se sienten amenazados por el liderazgo occidental en el sistema internacional y creen que sus países deberían recibir mayor deferencia en asuntos que implican sus propios intereses”, señaló Ryan Hass, analista y exfuncionario de la Casa Blanca.

China y su empeño por impulsar un rol diplomático que causa desconfianza

Beijing ha rechazado los intentos de Washington y miembros de la Unión Europea de vincular su asociación con Moscú a su respaldo frente a las acciones del Kremlin en Ucrania.

Aunque Beijing insiste en que la relación no viola las normas internacionales y que tiene derecho a colaborar con cualquier país que elija, desde Occidente su posición es vista con desconfianza, dado el abierto respaldo al Kremlin que para muchos resulta contradictorio.

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“La política de China hacia la guerra en Ucrania es de ‘declarar neutralidad, apoyar a Putin y no pagar ningún precio’, y la visita lo reafirma, particularmente el elemento de apoyo a Putin”, resaltó Tsang.

Pese a la incredulidad latente frente al rol diplomático del gigante asiático, la semana pasada el representante especial de China para asuntos euroasiáticos, Li Hui, visitó Ucrania, donde se reunió con el presidente Volodímir Zelenski, en medio de una gira europea que Beijing calificó como un esfuerzo para promover conversaciones de paz y un acuerdo político.

Li Hui también tiene previsto visitar Rusia el próximo viernes.

Pero Beijing se ha abstenido de denunciar abiertamente la invasión rusa de Ucrania y desde el pasado febrero la Administración de Xi ha promovido un plan de paz de 12 puntos, recibido con escepticismo por parte de Washington y Bruselas y recibido con cautela por Kiev.

Sus críticos señalan que la propuesta podría permitir que Rusia controle gran parte del territorio del que ya se ha apoderado en su vecino país.

 

Con Reuters, AFP y AP