Elon Musk

Por Redacción dat0s
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elon musk de Walter Isaacson

El libro muestra el lado impulsivo y arrogante de un personaje que de héroe comenzó a ser tratado como villano.

Tres hechos confirman el epígrafe. En septiembre de 2020 ordenó cortar la cobertura de Starlink en un radio de 100 kilómetros para evitar un ataque ucraniano a la flota rusa; le ha negado al gobierno de Brasil eliminar los mensajes conspirativos publicados en Twitter (hoy X), que promovía el golpismo. En 2018 lanzó al espacio un Tesla Roadster que lo acercaría a Marte. ¿Quién en el mundo de hoy haría semejantes cosas? Elon Musk, el empresario sudafricano es el nuevo protagonista de una completa biografía de más de 600 páginas escrita por Walter Isaacson, el biógrafo de innovadores, desde Benjamin Franklin hasta Albert Einstein, desde Leonardo da Vinci hasta Steve Jobs.

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Elon Musk, el libro, estará en los escaparates de Solo Libros – El Pasillo pasada la primera quincena de octubre. Hay quienes ya lo han pedido de regalo. Se trata del retrato más completo de un personaje con rostro de nuestro tiempo, elogiado como un héroe, al inicio de su trayectoria innovadora, y más tarde criticado como villano, dadas sus posturas arrogantes y su mirada prejuiciosa, incluida su hija transgénero, Jenna, de 19 años – “pasó de ser socialista a comunista y también pensar que todo el que es rico es malo”, dice – y el apoyo para líderes políticos autocráticos, como Donald Trump. El hecho de que haya llamado a su hijo menor Techno Mechanicus, apodado Tau, como si fuera un reloj o un automóvil, cualquier engranaje, una cosa y no una persona, tal vez sea solo la nota extraña de una figura extraña: un genio indomable.

“Musk ha desarrollado un fervor que disfraza la tontería y una tontería que disfraza el fervor”, escribe Isaacson. “Incómodo en su propio cuerpo, como un hombre grande y fuerte que nunca fue atleta, camina con las largas zancadas de un oso obstinado y baila con movimientos que parecen enseñados por un robot”.

El libro recoge conversaciones y horas intensas de diálogo o en silencio. Musk insiste en que trabaja para resolver problemas globales a través de una serie de empresas que lo han convertido en el ser humano más rico del mundo, con un valor estimado de US$ 270.000 millones. Además de Tesla (que aceleró la transición global hacia los vehículos eléctricos), Starlink (que llevó Internet a lugares remotos) y el antiguo Twitter (el “parque de diversiones”), también posee Neuralink (una de sus obsesiones es controlar el cerebro humano) y SpaceX (que facilitó llevar cosas y personas al espacio).

Para hacer todo lo que hace, Musk ha dejado tras de sí un rastro de insatisfacción, enemistad y estupor. Son famosos los acercamientos y peleas posteriores con Jeff Bezos, de Amazon y Blue Origin, Bill Gates, de Microsoft, y Sam Altman, de OpenAI, empresa que se incorporó al portafolio de empresas de Musk. Se acerca por interés y pelea porque cree que está perdiendo dinero con contratos corruptos. El biógrafo explica esta postura mediante un análisis psicológico superficial. “En su infancia en Sudáfrica, Elon Musk conoció el dolor y aprendió a resistirlo”, escribe Isaacson en las primeras líneas del libro (recordemos que Musk, un hombre blanco, pasó su infancia en medio de un apartheid segregacionista). A principios de la década de 1980, cuando era niño, lo enviaron a un campamento de verano que parecía más bien un curso de supervivencia en la jungla. Acosado por niños mayores, sufrió amenazas y golpizas, de ahí el supuesto trauma que lo convertiría en un adulto agresivo, fuerte y poderoso. Es una explicación demasiado simple para un personaje tan rico.