El mejor lugar del mundo para mantenerse informado, internet, es también uno de los peores. Los timelines son estos días un caos de desinformación, hablando de la guerra en Palestina a propósito de la bomba que alcanzó un hospital dejando centenas de muertos y miles de heridos; propaganda de guerra, vídeos y cuentas falsas y contenidos violentos monetizados por un algoritmo enloquecido. “No soy un radical”, ha dicho el comisario europeo Thierry Breton a X, Facebook, TikTok y YouTube para que tomen en serio el control de sus contenidos. Pero eso va contra la esencia del negocio: el secuestro de nuestra atención a través del creciente volumen y la sensacionalización de esos mismos contenidos.
Te puede interesar: Spotify se come el negocio de la música
Existen algunas soluciones, y una depende de nuestra voluntad: hay que tomar la decisión de estar informados y salir cada día a conseguirlo. Eso, a pesar de una industria tecnológica que adoptó patrones oscuros para engancharnos en una navegación inconsciente, adictiva e insatisfactoria, y que boicoteó buenas ideas para mantener el control de nuestro apetito informativo.
Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a la Revista dat0s digital para continuar disfrutando del contenido exclusivo que tenemos para ofrecer.