Leer te aclara la mente de inteligencia artificial

Por Ricardo Mikio Obuchi Ugarte
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leer, pensamiento binario
Foto: iStock

Hay autores que uno lee con mucho gusto, ya sea por su estilo, por sus ideas o simplemente porque nos ayudan a lidiar con las disonancias cognitivas, quizás por moda (ya sea temática o autoral o premio). Pero muchas veces, “leemos” sus libros, la “pasamos bien”, estos autores se quedan como “el escritor que en su libro A toca el tema F,K,H,C… o el escritor que es gracioso al leer o el que te deja una importante enseñanza para aplicar o para la vida, pero olvidamos que en muchos casos que ese autor viene de un proyecto y ese proyecto es más amplio que un solo libro.

Uno de esos autores cuya lectura disfruto mucho es el filósofo alemán Peter Sloterdijk; al tratar de entender mejor sus ideas descubrí lo poco y lo superficial que lo leí. Al percatarme del error sigo mi programa habitual; comencé a buscar libros e información sobre su pensamiento.

Me topé con varios elementos que me dejaron pensando aún más. Su obra está llena de temas muy interesantes y actuales, como el post humanismo, una propuesta para una Ontología del espacio, el cinismo, etc., temas que merecen ser leídos en su momento.

Mirando un video sobre el filósofo, me enteré que ve como es necesaria una nueva forma de “pensamiento”. Actualmente, hay una lucha entre el pensamiento binario y quizás una forma triple; antes todo era una suerte de binarismo -“bueno o malo”- , “lindo o feo”, “pobre o rico”, “hombre o mujer”; siempre insistíamos en dos lugares, y con el avanzar de la ciencia nos vamos dando cuenta de que surge un tercer sitio: “La técnica” a la que podemos entender como en un diccionario: Conjunto de procedimientos o recursos que se emplean en un arte, en una ciencia o en una actividad, en especial cuando se logran gracias a la práctica y requieren habilidad. O, también, la podemos entender como el espacio de la posibilidad, pues ha puesto en crisis los binarismos clásicos y nos deja una especie de cicatriz generacional e ideológica. Es ese tercer elemento que se alza generando eventos posibles, la tierra del “puede ser”.

Hay muchas cosas que se deben repensar, muchas categorías a reevaluar, pensemos solo en la irrupción de las IA y todo el jugoso “chenko” que está provocando: ¿Quiénes se quedan sin empleo? ¿El arte de las IA es arte?; es en sí un universo nuevo de pequeñas crisis que debe convivir con las otras crisis en este mundo: el cambio climático, el futuro de la Argentina, las generaciones distintas (boomers, millenials, centenials, X), que si la realidad va más allá de la ficción y otras cosas parecidas.

Pero pensando en IA y retomando la dinámica de preguntas del filósofo, me cuestiono: ¿cómo debemos plantear el mundo? ¿Cómo debemos plantear la sociedad? ¿Cómo debemos plantear nuestros binarismos o es oportuno mantenerlos? ¿La IA tiene género a pesar del articulo femenino que la acompaña?