Las acciones alemanas y chinas ignoran la guerra comercial de Trump

Por Veja
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aranceles EEUU

Las bolsas abren este miércoles sin olvidar la posibilidad de tener que adaptarse a la liquidación de acciones registrada en todo el mundo el martes. Esta es otra cortesía más de Donald Trump.

Después de semanas de idas y venidas con la escalada de la guerra comercial, el presidente estadounidense afirmó públicamente que entrarían en vigor aranceles a los productos importados de México y Canadá, sin olvidar el nuevo impuesto adicional del 10% a las importaciones procedentes de China. Los tres países tomaron inmediatamente represalias, provocando la caída de las acciones.

Sumando las dos sesiones de Carnaval, el S&P 500 cayó un 2,96%, mientras que el índice Nasdaq cayó un 2,98%. Mientras la guerra comercial continúa, Wall Street ya ha devuelto todas las ganancias registradas tras la elección de Donald Trump para su segundo mandato en la Casa Blanca. Y, según un informe de Bloomberg, los inversores se preguntan cuánto más necesitan hundirse los mercados financieros para que Trump reaccione, y esperan que el republicano se gestione de forma conservadora.

La Casa Blanca ha sido todo menos ritualista en lo que respecta a política. El martes, Trump acudió al Congreso de Estados Unidos para dar su primer discurso ante los parlamentarios, y habló como si estuviera en un mitin. Advirtió a la población que su guerra comercial traería “malestar”, en clara referencia al esperado aumento de la inflación.

Pero, después de todo el ruido, alguien apareció una vez más para decir que tal vez la guerra comercial aún no se intensifique al ritmo prometido. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo en una entrevista que Trump podría ofrecer alternativas a los aranceles impuestos a México y Canadá. Por lo tanto, las bolsas americanas ensayan una recuperación este miércoles, con una apertura positiva de los futuros.

Europa y Asia deciden despegarse del caos americano y avanzan con paso firme

En China, el gobierno de Xi Jinping renovó el objetivo de crecimiento del PIB al 5% anual en 2025. Para los inversores, esto significa abrir las arcas para impulsar la actividad, lo que actúa como impulsor de las acciones.

En Europa, Alemania avanza en las negociaciones para formar un nuevo gobierno entre la CDU y el SPD, la coalición que gobernó el país durante los años de Merkel. Contrariamente a las prescripciones conservadoras, el probable futuro canciller Friedrich Merz puso sobre la mesa la propuesta de reducir el techo de la deuda alemana para aumentar el gasto en defensa y preparar un paquete de inversiones. Irónicamente, el gobierno actual, gobernado por el SPD, colapsó precisamente cuando Olaf Scholz intentó aprobar el fin de la restricción al crecimiento de la deuda. Tenía en su coalición a los liberales del partido FDP, que no estarán en el próximo parlamento porque no obtuvieron el mínimo del 5% de los votos.

La expectativa de un impulso a la tambaleante economía alemana hace que el índice DAX de Frankfurt gane más de un 3% este miércoles, provocando un efecto contagio a otras bolsas europeas.

 

 


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