
Las noticias que alimentan el mercado financiero global siguen viniendo de Estados Unidos y de la retórica bélica alentada por Donald Trump, que incluso ha producido su propio vocabulario. Wall Street empieza a llamar al 2 de abril “Día de la Liberación”. Es irónico, dado que la fecha representa el día en el que se espera que entren en vigor la mayoría de los aranceles sobre productos importados. La expresión se referiría a excepciones a segmentos o países que pueden librarse de aranceles.
Básicamente, comprar el “Día de la Liberación” significa un esfuerzo por ver el lado medio lleno del vaso en esta guerra comercial (y de comunicación) que alcanza proporciones globales. Con cada declaración del presidente estadounidense, el esquema tributario y sus objetivos se vuelven más confusos. Y fue más allá.
El lunes, Trump publicó un decreto que pretende castigar con aranceles del 25% a cualquiera que sea socio comercial de Venezuela en la compra de petróleo y gas del país. El objetivo, dicen los expertos, es China, que compra productos venezolanos en el mercado negro.
Este martes, los futuros de los principales índices ceden tras una jornada de sólido optimismo. La agenda vuelve a ser débil en el mercado internacional.