Andrónico, candidato oficialista u opositor

Por Carlos Rodriguez San Martín
0
239
andrónico rodriguez
Foto: Cuenta en Instagram Andrónico Rodriguez

(¿Qué oculta la candidatura de Andrónico?)

En el conversatorio del empresariado de La Paz con Samuel Doria Medina éste dijo algo así como que le habían informado que el Chapare se abstendría de participar en las elecciones. Referencia que no fue del todo confirmada ese día, pero que dio luz en las siguientes horas algo cierto (léase el revocatorio del apremio contra Evo dirimida por un juzgado en Santa Cruz). El Chapare se negaría a participar de un proceso electoral sin Evo. Aclarado el punto, le permitiría salir del Chapare -una suerte de republiqueta inexpugnable dentro del Estado dominada por el sindicalismo del terror que allí ejercen las seis federaciones de la hoja de coca ilegal- para finalmente hacer campaña electoral, en su deseo de volver a la presidencia.

Lo que debe preocupar hoy a Samuel y al resto de los candidatos de la oposición a la presidencia es que el principal alumno de Evo (una especie de delfín del líder cocalero) formado en la escuela del sindicalismo cocalero, uno de los más poderosos y violentos del país, que expulsó a la DEA y ejercía el bloqueo de carreteras, se convirtió en un polvorín sin ley por la policía sindical cocalera.

¿Le debe Andrónico pleitesías al gran “jefe”?

En 2006 Andrónico tendría 16 años, forjado en ese esquema sindical adecuado a la protesta antimperialista que sirvió de palanca para enardecer los ánimos de las juventudes cocaleros de las que con seguridad participó el fiel discípulo a Evo. Las cosas puestas de esa manera, discurren como un síntoma de las evidencias plenas, como que la candidatura de Andrónico obedece a la estrategia de unificación de las fuerzas dispares y en pugna del masismo. Una de las características del clima de época que atravesamos, es la manipulación que ejercen los liderazgos políticos a guisa de la pérdida de confianza en los prevalentes democráticos.

En este cuadro, queda claro que la postulación de Andrónico, como él mismo señala, alude a la conciliación de los opuestos como haciendo creer (como en su momento lo planteó el actual presidente) que de llegar a la presidencia dialogará con todos por la salvación de la patria. Los deméritos del sindicalismo empleados por el sector cocalero como la paridad en el que nadie desobedece la verticalidad de la cabeza; por oposición, desprenderse de la rama, si este fuera el caso, estamos al frente de un hecho inédito y contrapuesto entre sí.

¿Es Andrónico candidato del oficialismo o de la oposición?

El escritor inglés Anthony Burguess en su obra 1985, en respuesta a la distopia 1984 de George Orwell, describe con singular ironía y particularidad la desobediencia sindical, el autocastigo impuesto que deriva en la disolución de la familia, en aparente actitud contrapuesta que reivindica el trabajo y deplora la hegemonía o superioridad sindical (sí paran los avicultores, también paran las abejas, por así decir, o si paran los bomberos paran los servicios de emergencia dejando librada la suerte a quienes son devorados por el fuego (que ilustra explícitamente el libro la muerte de su esposa calcinada por la huelga de los bomberos). Y la frase en la que alude en referencia: “No deje que ellos queden sin castigo”. ¿Es de esta magnitud electoral la lectura que se debe hacer de la postulación de Rodríguez a la presidencia?

Los adherentes de Evo desplegaron los elementos argumentativos fijando términos y plazos para que Rodríguez y su familia abandonen el Chapare (su casa, sus pertenencias, su identidad; recuerdos, costumbres, quiénes son y en qué se convierten por un derecho ganado de fijar posición ante una advertencia). ¿La postulación de Andrónico está disfrazada de una pelea irreconciliable entre dos alas enfrentadas a muerte en los últimos años? ¿La figura permite la reconciliación, el candidato mejor posesionado en el sector popular ese que el mismo Evo y Arce se encargan de apuntarlo como traidor de las clases excluidas?

La descripción permite diferenciar la conversión del sindicalismo cocalero en un poder emergente de refugio de amigos por dónde circula con igual sentido la manipulación y la ilegalidad, el sindicalismo cocalero de privilegios, una especie de esclavitud oscilante a la corrupción piramidal. ¿Están dispuestos a perderlo?

"Debemos aprender a navegar océanos de incertidumbre a través de archipiélagos de certeza, islas de certeza"

Edgar Morin (sociólogo)
Si quieres apoyar nuestro periodismo aporta aquí
Qr dat0s