Gral. Alfredo Ovando Candia (1918 – 1982)

0
1160
Ovando Candia

Copresidencia de la República Bolivia (1965 – 1966)

Presidente de la República de Bolivia (1969 – 1970)

I Historia y Perfil

Uno de los periodos más dramáticos de la política boliviana se vivió en la década de los 60´, marcada por acontecimientos que derivaron el 26 de septiembre de 1969 en la presidencia del General de División, Alfredo Ovando Candia, tras el intempestivo fallecimiento en un accidente de aviación, en abril de ese mismo año, del entonces presidente constitucional de la República de Bolivia, el también General de Aviación, René Barrientos Ortuño. Ante tal situación, el Alto Mando de las FFAA decidió interrumpir la presidencia accidental de Luis Adolfo Siles Salinas, encomendando al general Ovando Candia asumir la presidencia de la República de Bolivia.

Fue un periodo de intensa efervescencia política que se remonta a la victoria de la revolución nacionalista del 9 de abril de 1952 encabezada por el MNR, en una sublevación popular. Para asumir con precisión en la época, es necesario acudir a la memoria individual de sus actores a modo de aproximar al lector; el fragor y la entrega de quienes escribieron parte de capítulos imborrables de los que poco se cuenta y nos aleja de la historia como arrancada del recuerdo.

El MNR fue en esencia el instrumento político gravitacional de cambios profundos. El germen de medidas inéditas en el continente (Reforma Agraria, Nacionalización de las Mina, Voto Universal), comenzaban a vislumbrar al paso del tiempo una reforma profunda en la construcción de la nación. Empero, el cambio del rumbo de la revolución del 52´, marcó disputas insalvables en el seno del MNR que acabaron hiriendo de muerte el proceso revolucionario.

La redacción del Código Davenport que el gobierno del MNR encomendó a especialistas norteamericanos en 1954, representó una artera puñalada a los intereses nacionales. El cuño de esa medida engendró la división; inquinas y traición que a la larga simbolizan hasta nuestros días una característica de la política nacional.

Lo dramático no fue el carácter de las disputas internas en el movimientismo que se volvieron en contra, sino el vacío que derivó la conducción del proceso revolucionario. No esta demás fijar con precisión nombres, situaciones y fechas. Es imprescindible, sin embargo, en este recuento, retroceder hasta la Guerra del Chaco (1932 – 1935) que marcó a sangre el temperamento de una generación de adolescentes que marchó a la contienda. El conflicto bélico peleaba el petróleo y quienes estuvieron allí tenían conciencia de lo que estaba en juego para los intereses del país.

Alfredo Ovando Candia nació un 6 de abril de 1918 en Cobija, Pando. Su padre Máximo Ovando, militar, General de Brigada, fue destinado a ese remoto confín patrio y último emplazamiento militar en la extenuante región amazónica que hace frontera con Brasil y Perú. Mientras cumplía su misión, su esposa Mercedes Candia dio vida al segundo hijo del matrimonio en el único hospital de la capital. La infancia de Alfredo transcurrió sin sobresaltos hasta el fallecimiento de su padre cuando apenas tenía 6 años a consecuencia del Paludismo, entonces una enfermedad mortal.

Alfredo Ovando Candia. Caballero Cadete a los 12 años de edad

Alfredo Ovando Candia. Caballero Cadete a los 12 años de edad.

A su retorno a La Paz, el pequeño Alfredo ingresó al colegio Ayacucho (1924) donde cursó el ciclo primario y parte del secundario. Las penosas circunstancias del deceso de su padre, habían marcado en él la determinación de contribuir desde la formación militar su futuro profesional. Siendo aún niño, a los 12 años (1930), ingresó al Colegio Militar de Ejército. Allí es conocido el episodio de la famosa promoción “Tres Pasos al Frente”, integrada por jóvenes cadetes que se ofrecieron voluntariamente a enlistarse al frente de batalla para acudir a la Guerra del Chaco. El llamado de la patria para acudir a la guerra lo encontró cuando había cumplido apenas 15 años de edad.

Su paso por los sangrientos arenales del Chaco, en el que perdieron la vida alrededor de 60.000 jóvenes bolivianos, terminó forjando su vocación progresista y revolucionaria. Cuando volvió de la guerra en 1936 había cumplido 18 años.

A partir de entonces su carrera militar fue meteórica, ganó la escala de graduaciones con una rapidez asombrosa. En 1944 alcanzó el grado de capitán; en 1946 se graduó mayor y como teniente coronel en 1952. Sus ideas progresistas alentaron una constante superación y su interés por los acontecimientos políticos forjaron su temple indomable, hasta alcanzar en 1956 el rango de coronel, tiempo en el que ejerció como profesor de la escuela de Estado Mayor del Ejército. Ya en la cúspide de su carrera militar en 1960, alcanzó el grado de General de División a los 42 años.

No era raro entonces que jóvenes de gran probidad intelectual, tanto civiles y militares, mostraran interés de consustanciarse por los desafíos a los que se enfrentaba la patria. Eran generaciones de un enorme potencial intelectual y su visión de impulsar el desarrollo de Bolivia excedía más allá de anécdotas voluntariosas o arranques impetuosos de la juventud; el poder innato en muchos de ellos de participar activamente en la construcción nacional. Ovando Candia, entre ellos, formaba parte de este cuadro de honor de bolivianos dispuestos a buscar un destino promisor para Bolivia.

foto: La esposa del Gral. Ovando Candia, Elsa Omiste, rodeada de sus hijos Teresa, Marcelo (de pie) y Alfredo (sentado)

La esposa del Gral. Ovando Candia, Elsa Omiste, rodeada de sus hijos Teresa, Marcelo (de pie) y Alfredo (sentado).

Los extenuantes 60´

Después de un largo periodo de gobiernos movimientistas (1952 – 1964); en las elecciones de 1964 resulta victoriosa la formula encabezada por el binomio Paz Estenssoro – Barrientos Ortuño por la fórmula del MNR, que meses después de ejercer su mandato constitucional, tuvo que resignarse a ceder el Gobierno a una Junta Militar que tomó el control del Estado ante el clima de agitación y desencuentros que padecía Bolivia.

Vale la pena recordar algunos detalles de la incierta hora que vivió Bolivia en este periodo. La madrugada del 3 de noviembre de 1964, el Comando de las FFAA, organizó una operación de inteligencia altamente riesgosa en la que acabó detenido el general Ovando Candia cuya misión era devolverle institucionalidad al país, sumido en un profundo caos desde la posesión del nuevo gobierno. Por todos era conocido que el Ejército y los diferentes grupos políticos se encontraban penetrados por el “control político” impuesto por el movimientismo en los años del sexenio.

Esa madrugada del 3 de noviembre, con el cuidado que demandaba la operación, el Alto Mando de las FFAA dio la consigna de tomar el gobierno, llamamiento al que se sumaron los regimientos y guarniciones militares en todo el país. El esfuerzo de los milicianos movimientistas resultaron vanos para contrarrestar la ofensiva e hicieron imposible la permanencia del gobierno de Víctor Paz Estenssoro que en desesperanza se vio forzado a escapar a Lima, Perú.

Por órdenes del Alto Mando de las FFAA, el general Ovando Candia asumió por algunas horas la responsabilidad del Gobierno de transición. Entonces, en su calidad de Comandante el Jefe de las Fuerzas Amadas de la Nación, fue el encargado de leer un pronunciamiento que decía a grandes trazos más o menos así: “Invoco al patriotismo de la ciudadanía que nos ayude a restablecer el orden, la tranquilidad y la moralidad funcionaria; a los campesinos les aseguro que sus tierras serán garantizadas, la nacionalización de las minas hacía la metalurgia (…)”.

El gobierno de transición que tomó la figura de una Junta Militar (1964-1965) reafirmó el compromiso para normalizar la situación cuánto antes. Durante ese corto periodo Ovando Candia fue una de las figuras más destacadas en las FFAA, velando por la normalidad y la estabilidad que requería Bolivia para volver a su cauce constitucional. Entre el 26 de mayo de 1965 al 2 de enero de 1966, siempre bajo instrucciones del Alto Mando Militar, Ovando Candia ocupó junto a Barrientos Ortuño la copresidencia de la República de Bolivia. Concluido ese periodo el general Ovando Candia ocupó la presidencia con el compromiso de convocar a elecciones generales; ejerció el puesto de mando de la nación hasta el 6 de agosto de 1966 día en el que entregó el gobierno al binomio ganador de las elecciones, conformado por René Barrientos Ortuño y Luis Adolfo Siles Salinas.

El gobierno del general Barrientos tuvo que enfrentar varias amenazas desde afuera, mientras nuevamente se generaban condiciones políticas delicadas que ponían en riesgo la estabilidad nacional. En esas circunstancias, un 27 de abril de 1969, el helicóptero en el que viajaba el presidente Barrientos Ortuño sufrió un accidente cuando ganaba altura después de haber participado de una concentración campesina. Su muerte tuvo consecuencias nuevamente dramáticas para el país. El alto mando de las FFAA decidió interrumpir la presidencia accidental de Luis Adolfo Siles Salinas, encomendando al general Ovando Candia la presidencia de la República de Bolivia el 26 de septiembre de 1969.

ovando Candia

Excmo. Gral. Alfredo Ovando Candia
Presidente del “Gobierno Revolucionario” de Bolivia.

De acuerdo a quienes conocían el carácter de Barrientos y Ovando, afirman que los rasgos entre ellos hacían una enorme diferencia: “Ovando era ´cerebral´ y omnímodo en su modo de pensar, mientras Barrientos era de personalidad ´emocional´ que tentado por los círculos políticos había sido invitado a ocupar la vicepresidencia en la fórmula del MNR junto a Paz Estenssoro en las elecciones de 1964”.

Un pronunciamiento de las FFAA dio cuenta de la situación: “Fiel en su misión fundamental de ´defender y conservar la independencia nacional, la seguridad y estabilidad de la República y el honor y la soberanía nacional´ resuelve asumir la responsabilidad de constituir un poder nacional y revolucionario amenazada la patria por la reacción y la anarquía que intentan insensatamente un retroceso histórico o una aventura disolvente”.

Apenas posesionado en el palacio de gobierno, el General Ovando adoptó medidas con la misión de recuperar los recursos naturales que habían sido entregados a la voracidad extranjera. Inspirado en la lectura de la realidad nacional y de ideas progresistas y revolucionarias, nombró a destacados ciudadanos en su gabinete de ministros. Entre ellos a Marcelo Quiroga Santa Cruz, Carlos Antonio Carrasco, José Ortiz Mercado, José Roca, Mariano Baptista, Oscar Bonifaz y a una decena de personalidades jóvenes civiles y militares que aportaron el plan del “gobierno revolucionario”.

Ovando Candia al asumir la presidencia señaló que “las FFAA han otorgado un mandato al gobierno cívico militar que presido, no para que ejerza el poder a la manera tradicional, sino para que realice una revolución profunda que dé al pueblo participación efectiva en la realización de las metas de liberación nacional, desarrollo económico y justicia social”.

II Nacionalización de la Gulf Oil Co.

Para que sus palabras no quedaran huecas -como nos han acostumbrado quienes ejercen actualmente en política- al cumplirse 21 días del “gobierno revolucionario”, un 17 de octubre de 1969, el presidente Ovando Candia decretó una de las medidas trascendentales en los anales de la historia nacional: La Nacionalización de la Bolivian Gulf Oil. En esa ocasión se dirigió en un mensaje a la nación destacando lo siguiente:

Ovando Candia

El jefe del “Gobierno Revolucionario” de Bolivia, Gral. Alfredo Ovando Candia estampa su firma en el decreto que determina la Nacionalización de la Bolivian Gulf Oil Co.

“En esta hora decisiva para el destino de Bolivia, me dirijo a todos los bolivianos, sin diferencias regionales ni distinciones de partidos, porque sé que al llamado de la patria acudirán todos, haciendo un frente común en defensa de Bolivia, mi ´gobierno revolucionario´ ha dictado un decreto por el que el Estado recupera al fin las concesiones que tan ominosamente se otorgaron a la Bolivia Gulf Oil Company y por el cual, además, se nacionalizan todos sus bienes. Esta determinación formada después de un profundo análisis de la situación planteada por esa empresa, cuyas actividades estaban normadas, en desmedro del país, por un Código del Petróleo, redactado en su integridad por abogados extranjeros a   quienes solamente movía el interés privado, rescata para nuestro país el ejercicio de su plena soberanía y de su dignidad.

“Durante medio siglo el pueblo boliviano se vio sometido al yugo secante de las grandes empresas del estaño, esa trilogía a la que se puso fin en 1952 después de prolongados sacrificios y cruentas batallas, fue sustituida paradójicamente por otra empresa que alcanzó un predominio económico y político semejante al de los barones del estaño. Por las condiciones en que operaba y los enormes beneficios que tenía, se convirtió en un nuevo superestado capaz de distorsionar nuestro desarrollo económico e influir incluso en nuestra vida política.

“Ha concluido para los bolivianos el tiempo del desprecio. Al tomar esta actitud, el ´gobierno revolucionario´ ha medido con la mayor responsabilidad y serenidad los riesgos que ella involucra, así como ha previsto las campañas de difamación que de seguro levantarán dentro y fuera de Bolivia, aquellos intereses que se acuerdan de nuestra prosperidad y del progreso solamente a la hora en la que el pueblo boliviano resuelve reclamar sus derechos, cansado ya de ser esquilmado y burlado.

Ovando Candia

El presidente Ovando Candia en uno de sus permanentes encuentros con sectores populares en los salones del Palacio Quemado.

“Toda medida de nacionalización implica la imposibilidad de un acuerdo con el sector afectado por este recurso. El ´gobierno revolucionario´ no podía admitir por más tiempo una situación de dependencia, ni aceptar el chantaje en el plano internacional con el que buscaban amedrentarnos con la amenaza de sanciones económicas, cuando proclamamos sin dobleces ni cálculos subalternos el interés del pueblo boliviano al que nos debemos por encima de todo.

“Bolivia llegará con sus gasoductos y oleoductos a las fronteras de los países vecinos, continuará una vigorosa política de prospecciones e interesará a empresas extranjeras para que se asocien en términos honorables y justos al progreso del país y al desarrollo de su riqueza petrolífera y energética. Al tomar esta decisión histórica, no estamos procediendo en forma dogmática y excluyente, sino rectificando una política que subalternizaba al Estado boliviano y lo ponía en la misma condición de aquellos territorios de colonias donde la ley es dictada desde una lejana metrópoli.

“El caso de esta empresa era único por las características de su operación y el monto de sus beneficios frente a la modesta participación fiscal. Por ello, debo declarar sin ambages y con el crédito de seriedad y firmeza que tiene el ´gobierno revolucionario´, que el sector privado de nuestra economía tiene plenas garantías para seguir operando sin temores ni recelos y que, por el contrario, es deseo firme del régimen que presido vitalizar y ayudar al desarrollo de la minería privada, de la industria en todas sus ramas, de la agricultura orientada a satisfacer los requerimientos alimenticios y de productos básicos de nuestra población.

“Debo también invocar en esta hora decisiva el patriotismo de los bolivianos nacidos en aquellos departamentos, tan caros a nuestros sentimientos, en los que se origina la explotación del gas y del petróleo y que son beneficiados con porcentajes del valor de su producción, precautelaremos estos derechos ya adquiridos y comprometeremos los recursos del Estado en asegurar el creciente progreso de estas regiones que por tantos títulos tienen ya ganado el reconocimiento y la admiración del resto del país.

“El gas boliviano que en un 90% se hallaba bajo el dominio de la Bolivian Gulf Oil, servirá ahora para adelantar vigorosamente el desarrollo de nuestras refinerías y de la siderurgia que pondrá en marcha con carácter prioritario el ´gobierno revolucionario´. Al propio tiempo, estamos tomando las previsiones necesarias para el contrato de gas a la República argentina y la previa construcción del gasoducto a Yacuiba no sufran interferencias ni dilaciones.

“Vigorizaremos a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, empresa tan querida por el pueblo boliviano, que vio en ella desde el momento de su creación, tres décadas la voluntad de afirmación del país y el instrumento para la defensa de esta fuente de energía. En el curso de los últimos años se había producido una paulatina descapitalización de YPFB dejando a la empresa del Estado en una posición subalterna y mediatizada frente a la Bolivian Gulf Oil.

“Para bien del país, esta situación cambiará fundamentalmente a partir de este momento, impulsaremos a la empresa del Estado no solamente para que avance en todos los campos de la prospección y explotación del petróleo y el gas, sino también para que asegure a favor de Bolivia los beneficios de la industria petroquímica en sus múltiples campos. Bolivia tiene fe en sus obreros calificados, en sus técnicos, en sus funcionarios que tomarán en sus manos el manejo de los intereses nacionalizados y contribuirán al desarrollo de la empresa nacional del petróleo.

“Las FFAA de la Nación que entregaron un mandato revolucionario en mi Gobierno, mandato que hoy cumplimos con orgullo, ha ocupado las instalaciones de la Bolivian Gulf Oil y han de colaborar con la serenidad y el tesón que le son característicos para que continúe operándose normalmente el complejo de la explotación y exploración de nuestros hidrocarburos.

Ovando Candia

El Gral. Ovando Candia es levantado en hombros por la ciudadanía congregada en la Plaza Murillo.

“Advertí en mi mensaje del 26 de septiembre que para superar la situación que confrontábamos, debíamos exigir de todos, gobernantes y gobernados una cuota de responsabilidad y austeridad y sacrificio porque la liberación y el desarrollo no son dones caídos del cielo, frente a difamaciones y calumnias frente al desánimo y desaliento de los pusilánimes y los timoratos que prefirieron pensar en su interés privado antes que en el bien y la prosperidad de Bolivia. El pueblo boliviano hará un solo frente y opondrá su fe, su nunca desmentido coraje, su capacidad inagotable de sacrificio cuando se halla en juego la suerte de esta tierra que nos vio nacer, que nos acogerá cuando hayamos rendido nuestras vidas en su servicio, para que salgamos adelante en esta empresa de recuperación de nuestra dignidad y nuestro honor.

“Este es el pueblo que edificó Tiwanaku; el pueblo que peleó durante 15 años sin que la batalla cesara un solo instante durante la gesta de la independencia; el mismo pueblo que gimió de ira y de dolor, abandonado en los arenales del Chaco, defendiendo palmo a palmo el petróleo boliviano. Es este pueblo el que está nacionalizando ahora los intereses de la Bolivian Gulf y poniendo en el pico más alto de nuestras montañas andinas el pendón invicto de la nacionalidad.

III Capitulo – Documentos fundamentales y Políticas de Estado

 100 días después de su posesión en la presidencia de la República de Bolivia el gobierno de Ovando Candia había tomado un impulso apenas comparado con la evolución rápida de la industrialización en los países desarrollados después de la Segunda Guerra Mundial. El presidente conocía el avance del mundo tras la conflagración mundial; países pobres y dependientes serían absorbidos inevitablemente por las potencias occidentales. En tales condiciones, las materias primas eran vitales para acelerar el crecimiento de los países vencedores en la conflagración mundial. De ahí que la nacionalización de la Bolivian Gulf Oil fue una señal para estos países de que Bolivia pretendía romper el ciclo impuesto para construir su propio destino económico.

Con esas proyecciones el “gobierno revolucionario” de Ovando Candia tomó la medida fijando recuperar su riqueza del petróleo y la construcción de plantas siderúrgicas y metalúrgicas de los principales minerales que se explotan en las minas bolivianas (plata, zinc, estaño, cobre, antimonio, bismuto) para evitar la concentración de capitales externos en la exploración de nuestros recursos.

Hacía la Metalurgia

Con referencia a las fases de producción y beneficio de los minerales, si bien el país pudo observar en la época un repunte de los precios a nivel internacional, pero no la incorporación de nuevas técnicas y sistemas de explotación y beneficio, el “gobierno revolucionario” se propuso de manera firme y decidida incorporar durante el año 1970 el mejor sistema de volatización de minerales y concentrados de estaño.

“Desde el mismo 26 de septiembre el gobierno le dedicó tiempo y energía al estudio de los problemas relacionados con esta primordial fase de nuestra industrialización minera, es así que para garantizar un normal abastecimiento de materia prima se dictó a los diez días del gobierno (6 de octubre) el DS por el que se obliga a toda la industria minera de estaño a ofrecer sus productos a la Empresa Nacional de Fundiciones (ENAF) garantizando así a esta fundición el abastecimiento oportuno y permanente de la materia prima requerida”.

Ovando Candia

El Gral. Ovando Candia en una concentración campesina.

En ese sentido, a fin de salvar el Banco Minero de Bolivia (considerado no solamente como entidad símbolo de las primeras conquistas nacionales, sino de convertirlo en un verdadero instrumento de fomento técnico y financiero en favor esencialmente, de la industria minera privada del país), su gobierno promulgó el 10 de diciembre un DS derogando la libre comercialización de las riquezas minerales, declarando el monopolio de tan importante actividad en favor del Banco Minero. De igual manera abrió una agenda de contactos con países del Este europeo para incorporar técnicas de explotación y sus beneficios para la industrialización de minerales; luego del conocimiento y experimentación de los existentes en los países socialistas para intercambiar tecnologías sobre las bases de beneficios recíprocos.

“Bolivia es la síntesis del drama latinoamericano, ningún otro país ha sufrido una explotación tan inhumana, ningún otro ha sido despojado de extensos territorios que incluyen su acceso al mar, ningún otro ha sido víctima de expoliación por la empresa privada en grado parecido. Ningún otro ha contribuido en proporción semejante a la victoria aliada durante la Segunda Guerra Mundial. Desde los tiempos de la Colonia, nuestro país ha nutrido economías extranjeras con el pródigo caudal de sus recursos minerales sin beneficiarse en modo alguno de este esfuerzo. Estos problemas solamente podrán ser solucionados con coraje y verdadera decisión sin olvidar la existencia de situaciones como la mediterraneidad de Bolivia que limitan enormemente las posibilidades de desarrollo de nuestro país y perpetúan la convivencia entre los pueblos de América Latina”. – General Alfredo Ovando Candia – Pdte. República de Bolivia.

Política Educativa del “Gobierno Revolucionario”

“La Educación es suprema obligación del Estado, derecho inalienable del pueblo; instrumento de su liberación. Tienen derecho a ella todos los bolivianos y se la proporcionará a través de una variedad de oportunidades educacionales que satisfagan las necesidades de la formación individual, tanto como las del desarrollo económico y social del país”.

El gobierno del general Ovando Candia emprendió una reforma en el proceso educativo nacional buscando que sea integral y comprenda todos los niveles educativos: elemental, medio, normal, superior e informal. Impulsó la generación de una escuela primaria orientada según el medio hacía las manualidades de taller y las prácticas elementales agrícolas con el fin de dignificar el trabajo manual y dotar a los educandos que se marginan del proceso escolar a temprana edad, de habilidades prácticas, hábitos de trabajo y actitudes sociales que los habiliten para su incorporación a la vida económica de la comunidad.

En el campo de la Cultura

El ´gobierno revolucionario´ llevó adelante una verdadera revolución cultural con sentido de autoafirmación y valoración del legado espiritual del pueblo boliviano que contribuya a superar los decenios de sumisión colonialista y enajenación de manera que Bolivia se fisonomice por su cultura propia enraizada en la tradición nativa, sin menospreciar el legado común de la civilización occidental y el aporte vivificante de otras culturas.

Se organizó el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas, creó la Casa de la Cultura Boliviana, instituyó Tiwanaku como la capital arqueológica de Bolivia y promovió la valoración y el estudio de las antiguas culturas que tuvieron como escenario diversos lugares de nuestro territorio.

El gran reto histórico: Alfabetización

Para remediar este mal y superar las condiciones de atraso, organización y carencia de medios en el que se debate el sistema educativo boliviano, el ´gobierno revolucionario´ tan pronto se hizo cargo del poder, estableció un calendario de eventos destinados a aportar sugerencias y soluciones. Se realizó la Primera Conferencia Nacional de Alfabetización y Educación de Adultos y el Primer Congreso Pedagógico Nacional anhelo largamente acariciado por el Magisterio y que había venido siendo postergado desde hace dos décadas.

Asimismo, invitó a los rectores de las universidades autónomas del país a una reunión en la que se debatió con ánimo patriótico y responsable la integración efectiva de la Universidad Boliviana al sistema educativo y al proceso de desarrollo económico y social del país.

Ovando Candia

El presidente Ovando Candia inaugurando el Colegio Secundario de Karhuiza, Provincia Aroma del departamento de La Paz.

“La dignidad humana a la que aspiramos para todos los bolivianos no podrá lograrse nunca mientras dos millones de nuestros compatriotas vivan como ciegos marginados del alfabeto y de la cultura; levantemos esta venda de analfabetismo para brindarles a estos compatriotas junto con la alegría de vivir que dan los conocimientos y la cultura, la conciencia y dignidad de ciudadanos útiles”. – General Alfredo Ovando Candia – Pdte. República de Bolivia.

Ciencia y la Tecnología

Estableció un Programa Nacional Científico y Tecnológico que permitió la aplicación de la ciencia y la tecnología para el desarrollo del país con metas específicas a largo y corto plazo. Asimismo, impulsó las actividades de la Academia Nacional de Ciencias, estimuló los esfuerzos de las universidades autónomas en favor de la investigación científica; promovió la creación de incentivos en el país para detener el éxodo de profesionales y técnicos, cuyos servicios son necesarios en esta etapa de transformación nacional.

Promovió el empleo progresivo de la cibernética para el control del almacenamiento y la difusión de datos e informaciones y el mejoramiento de las estadísticas; convocó a los científicos para que se unan al pueblo en la defensa de los recursos naturales. El gobierno de Ovando fijo una clara política en cuanto a la penetración extranjera fijando la presencia de técnicos de otras nacionalidades únicamente en caso de que no existan especialistas nacionales, estimulando a los expertos bolivianos para que encaren su responsabilidad al servicio del país.

Educación y Participación Popular

El Gobierno de Ovando fue el primero en plantear la Participación Popular y no como se creyó tres décadas después de que había sido otro Gobierno el que ideó la medida en favor de los mecanismos de diálogo para ampliar la consistencia de la base social y de la economía. En el corto año de la administración del presidente Ovando Candia, apuntó “que la marginalidad en la que viven gruesos sectores de la población, es una de las explicaciones por la que cualquier progreso económico no se traduce en un efectivo desarrollo. La integración de estos sectores, supone llevar adelante un proceso de organización social, de manera que tome conciencia de la responsabilidad que les cabe en esta hora de transformación; el escapismo a la responsabilidad y el traspaso sistemático de culpa y de deber hacía otros ya no puede ser el medio por el cual se tranquiliza la conciencia. Hemos concedido especial prioridad a la participación popular porque se ha llegado a la evidencia de que el aparato estatal no puede enfrentar solo una tarea de tanta trascendencia pese a la buena voluntad que impera en el Ejecutivo”.

esposa de Ovando Candia

La esposa del Primer Mandatario de la Nación, cumpliendo una de sus acostumbradas actuaciones en representación del General Ovando Candia.

Sector Agrario

A fin de que este sector mayoritario pueda a mediano plazo iniciar un proceso de crecimiento económico y productivo y a la vez logre su integración con el resto de la economía, el gobierno de Ovando Candia asignó importancia fundamental al progreso social del hombre en el área rural.

En ese sentido mereció de parte de su gobierno espacio y tiempo preferente y abnegada atención el desarrollo del proyecto monumental Abapó – Izozog, destinado a mejorar los recursos disponibles de la nación; los frutos de este plan fueron perfectamente delineados en el programa revolucionario del General Ovando Candia. Es así que se encaró con el mayor énfasis el fomento de las exportaciones y la sustitución de importaciones, la industrialización y mejora de la comercialización de productos agrícolas a fin de lograr el máximo de valor agregado que queda en el país.

IV Discurso pronunciado por Oscar Bonifaz Gutiérrez al despedir los restos del General Alfredo Ovando Candia, el martes 26 de enero de 1982.  

“Los civiles que en septiembre de 1969 asumimos la responsabilidad de gobernar la patria bajo tu dirección, los que durante tu gestión gubernativa te acompañamos en tan difícil cuanto honrosa tarea, los que nos mantuvimos junto a ti hasta el último instante con incondicional lealtad estamos ahora presentes para despedirte. Más no queremos hacerlo en silencio. Ante tus despojos hemos de decir cuánto de mesura y tu modestia te obliga a callar.

“Tu gobierno duró un año en el transcurso del cual, debatiéndose entre la tradicional izquierda dogmática e infantil y la derecha fascistoide, realizó un trabajo realmente positivo para el país, dejando impresa, huellas imborrables en su acontecer político, social y económico.

“Desde el Plan Decenal que el Gobierno del MNR elaboró a principios de ese régimen, bajo la dirección de Walter Guevara y Alfonso Gumucio, transcurrieron más de 20 años sin que el país contará con un documento que señalase con claridad la proyección de su destino económico. Ese vacío fue llenado por el Ministerio de Planeamiento de tu Gobierno con la colaboración de técnicos de Naciones Unidas y la participación de más de un centenar de economistas y técnicos bolivianos, labor reunida en tres volúmenes fundamentales que bajo el nombre de “Estrategia para el Desarrollo” todavía sirven de consulta a los estudiosos que quieren conocer nuestra realidad económica y las opciones que confronta el país en diversos campos. Sin embargo, la mezquindad y la miopía política de gobiernos sucesivos, pusieron de lado este texto fundamental, prefiriendo acudir a la improvisación y el empirismo. Los resultados los tenemos a la vista: caos e indefinición sobre lo que somos y tenemos frente a lo que realmente queremos tener y ser.

Ovando Candia

El presidente de la República de Bolivia, Alfredo Ovando Candia acompañado por los miembros de su gabinete ministerial.

“Muchas veces se ha hablado de planes de alfabetización en nuestro medio y en alguna ocasión, los gobiernos sucesivos, han anunciado su voluntad de terminar con el analfabetismo. Pero correspondió a tu Gobierno, General, el formular el programa más serio, coherente y dilatado de alfabetización con la perspectiva cierta de terminar con el alfabetismo en pocos años. El decreto fue firmado en el patio del Colegio Ayacucho donde cursaste tus años escolares, se realizó luego una enorme manifestación estudiantil hasta esta misma plaza donde cientos de palomas blancas traídas del valle cochabambino se elevaron al espacio como símbolo de aquella cruzada de alegría y dignidad que se iniciaba ese día. Vale la pena mencionar que, a diferencia de otros programas pedagógicos para las que se trajo abultadas y onerosas misiones del extranjero, el programa de alfabetización de 1970 se hizo con técnicos y maestros bolivianos y con los recursos ordinarios del despacho de Educación. Varios gobiernos amigos comprometieron su colaboración; Venezuela mando por avión 200.000 cartillas de alfabetización, escritas y dibujadas por maestros bolivianos. Otra vez como es tan común en nuestro medio, los gobiernos sucesivos echaron al canasto el magno programa, el mismo que, sin embargo, tuvo el espaldarazo de Unesco, organismo que años después le otorgó el premio ´Pahlevi´ destacándolo como uno de los mejores programas de su género en el mundo.

“En la misma gestión se obligó a la apertura de los locales de colegios particulares para que en ellos funcionaran también establecimientos fiscales, duplicando así sin costo para el Estado el número de aulas y espacios pedagógicos; se creó el Banco del Libro, el Instituto Nacional de Folklore, la Revista Nacional de Cultura y se dotó al Ministerio de Educación de un local apropiado con derecho a propiedad sin costo para el erario nacional.

“En materia internacional, también se advierte tu visión de estadista. No te conformaste jamás con ver a nuestro país aislado de la comunidad internacional, en la actitud temerosa y vacilante del pasado, con una política externa dependiente y próxima al vasallaje. Por el contrario, tu Gobierno tuvo la entereza suficiente para liquidar la inercia y abrir nuevos cauces hacía una política internacional de independencia y dignidad. Es así que se abrieron las relaciones diplomáticas con los países socialistas y se fortalecieron los lazos de solidaridad con los países del tercer mundo, consagrando y fortaleciendo, finalmente, la participación de Bolivia en los procesos de integración económica subregional.

“Diversificar nuestras relaciones económicas e internacionales, abrir el diálogo con todas las naciones del mundo, romper las barreras del temor y los perjuicios, es también parte de la herencia y el mensaje que dejas a las nuevas generaciones.

“Uno de los temas centrales de tu vida pública fue la reintegración marítima. Volver al mar que reclama Bolivia. Pero tu acción jamás se dejó tentar por la demagogia, ni por la improvisación que tantos fracasos han costado a la Nación. El retorno al mar debía ser fruto de una acción política y diplomática seria, meditada y coherente. Para potenciar el país había de devolvérsele el dominio sobre sus recursos estratégicos. Para ganar la solidaridad de los países vecinos hacía falta consolidar los lazos económicos y políticos que genera la integración económica regional. Para dialogar con el resto del mundo era necesario emanciparse de toda tutela externa. Para ofrecer seguridad a la nación era imprescindible acercarse al pueblo.

“Los progresos que más tarde ha logrado el país en la comprensión internacional del problema de la mediterraneidad boliviana, en buena parte han sido resultado de la correcta línea de política exterior que se impuso en el país entre 1969 y 1970.

Ovando Candia, manuscrito histórico

El manuscrito que conserva la familia como documento inamovible de la historia nacional.

“Con la responsabilidad que te caracterizó, sin demagogia pero al mismo tiempo sin dubitaciones, reconquistaste el petróleo y el gas para tu patria. Hoy día ello significa, General, más de 300 millones de dólares anuales en solamente la venta de gas a la República Argentina, proveniente de los campos de Caranda, Colpa y Rio Grande que tu nacionalizaste otorgándonos el honor de servir a Bolivia junto a ti. Es por ese acto de veraz nacionalismo que Bolivia mira hacia el futuro tratando de apoyarse como en un báculo en una futura exportación masiva del gas al Brasil, para un día salir de la pobreza en la que el país se halla postrado.

“Y tu obra gigante, netamente tuya, desde la iniciación hasta la implementación y puesta en marcha de la misma, constituye sin lugar a dudas la fundición de nuestros minerales estañiferos.

“Esas manos proletarias llenas de aceite te dicen adiós desde Vinto y los que conocemos de la ventaja de fundir nuestros minerales en nuestra propia patria te agradecemos por este aporte más en tu vida de soldado y estadista, comprometiendo de nuestra parte contribuir a la corrección de los errores de buena o mala fe que se cometen a todo nivel y que vienen comprometiendo la seriedad y utilidad de tan importante paso de progreso e industrialización.

“Y tu mayor contribución a Bolivia, General, fue tu honradez ejemplar, aquella que la seguiremos quienes estuvimos cerca de ti, aquella que el pueblo de Bolivia respetó y admira hoy con añoranza.

“Encontraste las divisas a niveles mínimos y el día anterior a la traición, el Banco Central de Bolivia reportaba que el 6 de octubre de 1970 poseía tres veces más divisas que un año antes. Pudo alguien dentro de la amplía libertad de prensa que respetaste, denunciar un negociado (?); mencionó alguien la percepción de una comisión por parte tuya o de tus ministros u otros directos colaboradores (?); pudo el Parlamento Nacional acusarte de inmoralidad administrativa, apropiación ilícita de fondos públicos o siquiera de una malversación (?)

Gracias por esta tu contribución, porque con ella, además de dotarle de un valor inmensamente moral a la herencia de tu nombre, has dejado un hito inamovible de fino pedernal en medio de una inconmensurable aridez, pero a partir del cual un día el país iniciará su verdadera escala de valores.

“Por todo ello, ante tus restos mortales, en un momento solemne en el que la verdad debe imponerse, respetuosamente ante la muerte, tus amigos y compañeros de lucha podemos decir con orgullo de bolivianos: he aquí un digno miembro de las Fuerzas Armadas, que desconoció la codicia, que supo defender la patria como soldado en las arenas del Chaco y como civil, siendo un eficiente estadista.

“General, los que ayer con odio vituperaron contra ti, posiblemente mañana lo vuelvan a hacer.

“Así como ayer estuvimos cerca de ti mañana lo estaremos también para defender tu memoria.

 

FIN

 

Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a la Revista dat0s digital  para continuar disfrutando del contenido exclusivo que tenemos para ofrecer.